XI

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Mordía mi labio inferior para tratar de contener el llanto.

-Lo siento mucho, señora Way, no era mi intención influir negativamente en los actos de Gerard. Ha sido un error que no volverá a ocurrir. - interrumpí la charla de Gerard y su madre. Mi última intención era causarle problemas a alguien que se ha preocupado tanto por mí.

No sé si la madre de Gerard me cogió pena o aceptó mi disculpa, pero sus hombros bajaron la tensión, respiró profundo y cambió su mirada.

- De acuerdo, que no vuelva a pasar. Bueno, continuemos con nuestro café y de paso me cuentas un poco más de ti. - dijo Donna con una sonrisa tibia mientras cambiaba el tema de conversación y buscaba los utensilios.

Pero la verdad es que, necesitaba irme. Mi teléfono ya había timbrado 3 en vibrador y sabía que si demoraba más, solo iba a traer consecuencias.

- Lo siento mucho, señora away. Me temo que será en otra ocasión. Sucede que mi padre me ha llamado para que vuelva a casa a ayudarle con el almuerzo...

- ¡NO! - me interrumpió Gerard. Rayos, no puede decirle a su madre. Solamente conllevaría más problemas.

Tanto si madre y yo lo miramos sobre-ex saltadas.

"Por favor, no digas nada."
Era allí donde deseaba tener poderes sobrenaturales.

-Digo, perdón, me refiero a que no puedes irte sin probar las galletas de mi madre.- trató de corregir la situación.

Simulé una sonrisa y le di las gracias inmensas psicológicamente por no tratar más el tema.

-Gerard tiene razón, cariño. Regálame un minuto y te preparo unas cuantas para que llegues y compartas con tus padres.- respondió su mamá amablemente.

No hay vuelta.

-De acuerdo.- Acepté.

Donna puso unas cuantas galletas en un envase plástico transparente. La verdad es que se veían deliciosas, y yo, en verdad, no había desayuno. Rogaba los viejos y nuevos dioses por que controlaran mis tripitas y no sonaran.

-Muchas gracias.- recibí el envase con las galletas. Me disculpé nuevamente por los inconvenientes, mientras me acompañaban a la salida.

-Gerard, por qué no le das un aventón a April hasta su casa? De paso, aprovecha y tráeme algunas cosas del supermercado.

-Claro.- sonrió Gerard, dando gracias interna por la oportunidad de poder hablar a solas en el camino.

Nos dirigimos a su jeep. Igual de alto, como siempre. Gerard abrió la puerta del copiloto y me ayudó a subir. Me resultaba extraño que no comentara nada de lo sucedo. La verdad es que, quería decirle que no le dijera nada a su madre, pero no encontraba cómo, y mucho menos luego de todo el problema que le había causado.

-Perdona.-

Entonces él rompió el hielo.

- Descuida. Sé que solo querías ayudarme. Discúlpame a mi por ponerte en bronca con tu mamá.- dije mientras buscaba su mirada. El tenía algo que me hacía calmar, su ojos, su sonrisa, su tono de voz. Un Je ne se pais.

Entonces, una sensación eléctrica subió por toda mi espina dorsal. Mi corazón esquivó un latido al momento en que el tomó una de mis manos en la suya mientras se estacionaba. Como si no quisiera que me fuera. Y así lo quería yo.

-April, déjame ayudarte. Por favor...- susurró lentamente mientras su mano realizaba caricias sobre la mía.

No sabía cómo responderle. Ni por el tipo de pregunta, y mucho menos con las yemas de sus dedos deslizándose suavemente sobre mi palma.

-Yo...debo irme. No puedo hacerlo enojar.- le respondí con sinceridad.

-Al menos, déjame tu número de teléfono. Quiero que cuentes conmigo. Puedes escribirme o llamarme en cualquier momento.-

-De acuerdo.- asentí, mientras le pasaba mi móvil para que guardara su número en mis contactos.

Mientras escribía su número, me preguntaba. ¿Por qué se comportaba así conmigo? ¿Será por pena?

-Listo.- Gerard me sacó de mis pensamientos al ponerme el teléfono devuelta en mis manos. - Llámame si algo sucede, la mínima cosa y estaré aquí.

-Gracias.- dije mientras respondía con una sonrisa. No quería causarle más preocupaciones, lo mejor sería mostrarme segura para que no dudara de mi.

Me desmonté del jeep negro con un pequeño salto, le sonreí nuevamente.

Todo estaba bien.
Todo va excelente.

Le di la espalda mientras introducía las llaves en la cerradura.

- ¿Dónde diablos estabas metida?

Mierda.
Me lleva quien me trajo.

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⏰ Laatst bijgewerkt: Sep 27, 2018 ⏰

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