- Sal de allí Eduardo ya te he visto.

Eduardo hace un puchero tira una patada en el aire y se rasca la cabeza.

- Supongo que no soy bueno escondiendome - bufa.

- No tienes porque hacerlo, te he dicho que puedes venir y ver a Odette y contarle tus cosas cuando quieras.

- Lo sé señora - pasa sus manos por la nuca-. Pero su esposo me da miedo, No quiero que despida a mi mamá.

- Giorgio no haría eso - sonrío y lo tomo de la mano.

- Mi hermano dice que Odette es sólo una bebé y que ella no sabe de lo que le estoy hablando.

- Pues ella parece estar muy atenta cuando le cuentas tus aventuras.

- Bueno hoy no es una aventura lo que tengo que contarle, de hecho fue una travesura.

- ¿Qué paso?

- Yo estaba subiendome a uno de los árboles que da con la cosecha tratando de alcanzar una ardilla,no me di cuenta y caí sobre...,sobre un cultivo de uva, la dañe y si el señor Bonatti se entera seguro que me manda a una mazmorra, lejos de acá

- Fue un accidente, pero no debes de hacer ese tipo de cosas, pudo se peligroso te pudiste haber roto un hueso.

- Lo sé, yo..lo siento.

- No importa, no es el fin del mundo.

- Cuando sea grande le enseñaré a Odette a trepar de un árbol, así sabra lo ricas que son las naranjas antes de que las corten y las vendan en el mercado.

- Nadie enseñará a nadie a trepar de los árboles - la voz de Giorgio se hace presente en la habitación y Eduardo se hace detrás mio, como si fuera un ratoncillo asustado-. A ti te estaba buscando, dañaste uno de los cultivos.

- Lo siento - murmura detrás mio el pequeño.

- Eduardo me lo confesó y ha sido un accidente.

- No lo defiendas Aless, no debió treparse a ese árbol.

- Es sólo un niño Giorgio, a los niños les gusta jugar por ahí, ya le he dicho que es peligroso, no lo volverá a hacer de nuevo ¿Cierto Eduardo?

- Si señora - Eduardo sigue aún detrás de mi vestido.

- ¿Gabriella te ha dado mi recado?

- Si, íbamos a bajar ambas en un instante.

Giorgio sonríe al ver a Odette y la toma en sus manos.

- Estas muy grande mi princesa, tienes el cabello riso como el mío. Eres lo más hermoso de papá. Mi linda Odette.

- Señor Giorgio... - Eduardo sale detrás de mi y se para al frente de él-. ¿Puedo pedirle algo?

- ¿De que se trata? - enarca una ceja.

- ¿Podría dejarme ser amigo de su hija?

- ¿Pero que pregunta es esa Eduardo?

- Es que yo no tengo amigos, sólo tengo a mi hermano y el tiene varios amigos, nadie me quiere porque dicen que hablo mucho y no me quedo quieto.

- Pues en algo tienen razón.

- ¡Giorgio! - replico cuando le ha respondido tal cosa a sólo un niño.

- Va bene, puedes ser su amigo, pero no le enseñarás nada de tus travesuras.

- Lo prometo.

- Debes saber que en el mundo hay muchos peligros, creí que tu padre te había dicho algo.

- Yo quiero ser como papá, un vigilante de la noche - Eduardo cubre sus ojos con un brazo simulando una capa.

Suelto una pequeña risa burlona.

- Eso no es ser un vigilante de la noche, es una cosa diferente.

- ¿Entonces que es?

- ¿Has escuchado de los capitanes?

- ¿Como el ejercito?

- Exactamente, tu papá es como un capitán del ejército,sólo que él hace otro tipo de trabajos por la noche. Protege la casa y enseña a los nuevos a hacer bien su trabajo.

- ¡Super!

- Ahora ve y lavate las manos, tu madre está a punto de servir el almuerzo.

- Si señor,adiós señora Bonatti, adiós  Odette- Eduardo sale de allí y nos deja de nuevo solos.

- Niños.. - Giorgio rueda los ojos-. Siempre haciendo preguntas, tu no seas tan terca amore - toma la nariz de Odette y sonríe.

- ¿Porque la cena hoy se hará más temprano?

- Porque hay algo que tengo que decirte.

- ¿Que es?

- Se que has dicho que no estás tranquila con el matrimonio de tu hermana, y me has dicho que no meta mis manos en ello, pero no soporto verte sufrir por tu familia.

- ¿Qué vas a hacer?

- Viajaremos a Atenas, y los visitaremos. Y si ese cabrón, le ha puesto un dedo encima..

- Zeus no es un hombre violento, es sólo un hombre distante de ella, frío y temperamental.

- De igual forma, tu hermana tiene nuestro respaldo.

- ¿Prometes que te comportaras y no lo amenazaras delante de nadie?

- Lo prometo - levanta su mano en signo de paz, pero se perfectamente que Giorgio no hará tal cosa. Es como pedirle peras a un olmo.

- ¿Quieres que viajemos hoy?

- Si, dicen que Atenas puede cumplir deseos.

- Eso te lo acabas de inventar.

- ¿Te confieso un secreto?

- Dime.

Se acerca hasta donde estoy y me murmura al oído.

- Quiero tener un varón contigo.

- Ya hemos hablado de eso.

-  Aless..

- No, Giorgio. Dios estas loco.

- ¿No quieres otro bebé? ¿Piensas que no sere un buen padre para ellos?

- Pienso que es muy pronto para otro bebé.

- Ayer hicimos el amor y pensé en tener un Bambino.

- Pues yo pensé en que tendría que pasar por lo mismo otros nueve meses, y para ser honesta, no quiero repetirlo.

- Sólo seremos tu y yo por ahora Odette, ya veremos hasta cuando - me guiña un ojo y sale de allí.

Es un tonto, no cambiará, quiere otro bebé y ni siquiera en el parto de la bebé estuvo tranquilo. Hombres...

***

Giorgio me ha dado un hermoso libro como regalo de meses de casados.

- Como agua para chocolate..

- Espero te guste lo he leído más de cinco veces.

- Gracias amore mío - sonrío y lo beso apasionadamente.

- O sole mio..  - lo callo con otro beso y me mira incrédulo-. Estas muy extraña hoy.

- He dejado de tomar la píldora.

- ¿Eso quiere decir que?

- Quiero tener otro bebé.

- Te amo Alessandra. Ti amo con toda mi alma.

- Ti amo amore mío - beso suavemente sus labios y él sonríe-. Sabes a chicle.

- Y tu a brandy del caro.

No te olvides de comentar ❤

Deseo Italianoजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें