CONVIVIENDO CON UN CRIMINAL [Michael Jackson] (SEGUNDA TEMPORADA)

Cap 1 (segunda temporada)

~Primera parte~
Narrador
Ella salió de la casa lentamente mientras lágrimas mojaban sus mejillas coloradas. Se quitó los tenis para pisar la arena,  recordando así la primera vez que la sintió bajo sus pies junto a Michael. 
Caminó hacia el mar y,  cuando la espuma trasladaba sus tobillos,  miró hacia la luna,  sobre el mar,  sobre las leves olas.

-- Michael...  Sé que estás ahí. Si me escuchas,  quiero volver contigo...  Me ahogaré en el agua... --Miró hacia abajo y siguió caminando hasta donde cubría...  Dobló las rodillas y allí se dejó morir.

Las estrellas eran los únicos testigos de que ella comenzó a salir del agua elevada por unos fuertes brazos,  sin camisa,  resaltados por sus venas.  Ella estaba dormida y él la miraba con ternura.  La dejó sobre la arena y Michael se arrodilló a su lado para tomar la cabeza de ella y apoyarla sobre sus piernas.

--Vamos,  hermosa... --Susurró.

Ella comenzó a toser poco a poco y abrió los ojos,  viéndole.

--Michael. --Sonrió ella mientras acariciaba su mejilla.

--Hola hermosa... --Susurró con una sonrisa.

--¿Por qué...  Por qué puedo sentirte? --Le miró.

--Estamos juntos de nuevo... En la playa donde te demostré mi amor por ti... Somos fantasmas. --Dijo en susurros.

--Bueno..  Al menos estoy junto a ti. --Levantó la cabeza para besarle. Él hizo una mueca de dolor.

Ella se separó y y le miró preocupada.

--¿Qué ocurre?

Él soltó una risa fuerte.  Miriam hizo una mueca de confusión.

--Has picado! --Rió él mientras se paraba y la señalaba riéndose.

--¡¿Qu-Qu-Qu-Que?! --Le miró enojada.

--Todo ha sido una broma. --Rió fuertemente.

--¡Eres idiota! ¡Gilipollas! ¡Puto! ¡Hijo de puta! --Gritó incorporándose.

--Deberías haberte visto la cara. --Intentó mantener la risa.

--¡¿Y no habría tenido más gracia con una broma menos pesada?! --Gritó.

--Pero no tanta. --Rió.

--Te odio.  Ahora sí que me voy a ahogar. --Caminó de nuevo hacia la marea.

Michael la tomó de la muñeca y sonrió.  Miriam le vio enojada.

--Vamos,  muñeca...  Solo quería...  Saber lo que harías por mí.

--Ya. ¡¿Qué habrías hecho si yo hubiera muerto,  eh?!

--Te lo he dicho ochocientas mil veces. --La abrazó. --Nunca dejaría que te pasara nada...  Daría mi vida por ti.

Se separó de ella y se arrodilló.  Sacó una cajita de su bolsillo.  La abrió y... Un anillo sobresalía entre la fina tela roja.

--Con la broma de antes ya valió,  ¿no crees? --Molesta.

--Nunca mentiría con esto...  Miriam,  hace tiempo te pedí esto...  Y me lo negaste.  Te he dado todo lo que tenía,  tú me has dado todo...  Siempre me preguntas si te ves bien y sabes que yo siempre responderé lo mismo...  Que eres preciosa te pongas lo que te pongas,  porque no hay forma más perfecta que ser uno mismo...  Y eso es lo que me enamoró y me enamora de ti.  Si me niegas esta petición,  sabes perfectamente que te lo volveré a pedir años después....  ¿Te quieres casar conmigo? --La miró sonriente.

--Michael...  Pareces idiota.  O sea,  me haces una broma y ahora me pides que...  Me case contigo.  ¿No había una forma menos romántica?--Se cruzó de brazos.

--Sí que la hay. --Se paró y la tomó de la cintura.  La pegó a él.--Te amo y re amo,  princesa mía. --Agachó la cabeza y la besó entrelazando los labios,  metiendo su lengua a la boca de ella,  demostrando le con un solo beso todo el amor que sentía por ella.

Miriam bajó sus manos a su abdomen para acariciarlo.  Él la besó con más profundidad.

--Dime que sí... --Entre el beso.

--Sí,  Mike...  Quiero casarme.. Contigo. --En el beso.