Capítulo XXIV: No quiero perderte.

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- ¿Qué es peligroso; mancharse de pintura? -Se mofa él, haciéndose hacia atrás, rodando los ojos. Margarita le retó con el dedo.

-No me ruedes los ojos, Caleb. Sabes que yo no soy una de tus amiguitas, soy tu mamá. -Caleb hace una mueca, y después bufa.

-No lo eres.

-Sabes que sí, y no vamos a tener otra vez esta conversación enfrente de alguien más. -Me mira por un segundo, y después vuelve su mirada a Caleb.

-Mamá... deja ya a Caleb. ¿En serio me puedo ir? -Margarita suaviza su postura, pero se cruza de brazos, mirando a Sergio que le sonríe inocentemente. Ella obviamente no se lo traga, pero termina asintiendo.

-Ya, ya vete. Aunque no creas que te salvas de hablar sobre tus calificaciones en Física, chamaco irresponsable. -Sergio toma sus cosas que tiró cerca de la puerta para entrar a Orientación y sale corriendo de Orientación gritando un "¡en casa lo hablamos, te quiero, mamá!"

Margarita niega con la cabeza, mirando cómo su hijo le manda besos y corre hacia la entrada de la escuela, después rueda los ojos, mirando al cielo, y murmurando unas cosas.

- ¿Cómo piensa salir de la escuela sin su justificante? Bueno, él ya lo verá. -Se encoge de hombros y está por entrar a su oficina cuando me vuelve a dirigir una mirada, y aún siento la mano de Caleb apretar la mía. Es... raro. Sentir el calor de alguien más que no es conocido o no tuvo una relación cercana en el pasado.

Es diferente.

- ¿Son pareja? -Pregunta de repente. Abro los ojos excesivamente, y río nerviosamente, explotando en un mar de sonrojos, y balbuceos. Caleb es el que tose, carraspeando por la atrevida pregunta que suelta Margarita.

-No... digo, sí, no... no todavía. En eso estamos... algo así. -Balbuceo mirando a Caleb rascarse la nuca nerviosamente.

-Eso está por verse... o no sé. Algo así, tal vez. ¿No? -Me pregunta Caleb, mordiendo su labio inferior. Me encojo de hombros, tratando de esconder mi sonrisa nerviosa.

-Ajá. No entendí nada, pero, qué bien por ustedes. Salgan a pasear, a enamorarse. Ah, niños de ahora. ¡Váyanse! ¡Tengan una cita antes de irse a la cama, y si ya estuvieron en ella, por favor pónganse condón!

- ¡MAMÁ! -Grita Caleb, escandalizado. Tan inocente el cabrón, pienso con sarcasmo. Quito mi mano de la de él, y me dispongo a guardar mis cosas con rapidez; no quiero ser grosera y mucho menos mamona, pero esta situación ya era incómoda de por sí, y estar en ella ya no es una opción.

- ¡MAMÁ, la justificación no me la diste! ¡Ahora parece que hice un delito! -Sergio llega gritando con enojo, cuando el prefecto aún lo tiene agarrado del brazo, llevándolo a Orientación.

-Dios Sálveme. -Murmura la mamá. Qué bueno que no soy la mamá de estos dos, tampoco lo soportaría.

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Desafiando a Dante (Desamores #1)Where stories live. Discover now