Capítulo 2

191 15 0
                                    

Son las 6 a.m y me despierta el sonido de la alarma del móvil. Sólo he dormido 3 horas y media, estoy demasiado cansada, pero tengo que levantarme e ir a trabajar.

Salgo de la cama, me visto con lo primero que cojo del armario y voy a la cocina a hacerme el desayuno. Me tomo el café y las tostadas, cojo mi bolso y salgo de casa. Camino hasta la parada del bus, mi trabajo queda a unos 20 minutos andando, pero siendo sincera me da demasiada pereza caminar tan pronto.

Me siento mientras espero a que pase el bus, miro el letrero de información y pone que aún le quedan 5 minutos para que llegue.

Veo que un coche se detiene delante de la parada del bus y toca el claxon. Supongo que no me está pitando a mi, pero no hay nadie más en la parada del bus, ni siquiera hay nadie más en la calle. La ventana del coche empieza a bajar y puedo ver quien es.

-¿Vas a subir o que? No tengo todo el día.- Dice María, como no, en un tono borde.

-¿Para qué voy a subir?- Pregunto sin mirarle.

-Te voy a llevar al trabajo. O subes o me voy, tu decides.- Responde ella, mientras yo me levanto y camino hacia el coche.

Entro al vehículo sin decir nada, ella comienza a conducir en dirección a mi trabajo. ¿Cómo demonios sabe dónde trabajo si yo no le he dicho nada?

Pasados unos 5 minutos María detiene el coche, sin embargo aún no hemos llegado a mi trabajo.

-No es aquí.- Por fin me decido a hablarle. He estado durante el trayecto callada, simplemente mirando por la ventana y... pensando.

-Ya lo sé, tronca.- Dice en tono borde, otra vez, mientras se saca un cigarro y lo enciende.

-¿En serio vas a fumar?- Realmente odio el olor del tabaco.

-Ya lo estoy haciendo, ¿Algún problema?- Dice a la vez que me echa el humo a la cara.

-Adiós.- Bajo del coche y comienzo a caminar, pero siendo sincera, no se ni donde estamos ni donde está mi trabajo.

María sale del coche y corre hasta alcanzarme y me agarra del brazo.

-Quería pedirte perdón, por lo de anoche. Supongo que no debí tratarte así. Simplemente no me caíste bien a primera vista.- Se sincera conmigo y da otra calada a su cigarro.

-El sentimiento es mutuo, no me caíste ni me caes bien. Ahora déjame que vaya a mi trabajo, vas a hacer que llegue tarde.- Digo mientras intento soltarme de su agarre, pero ella no suelta mi brazo.

-Vamos, te llevo.- Dice ella mientras tira de mi y vamos al coche.

-¿No decías anoche que no haces de taxi?- Pregunto a la vez que entro al coche.

-Andrea, no me toques las narices.- Arranca el coche y empieza a conducir mientras da las últimas caladas de su cigarro.

-¿Por qué fumas?- Puede que sea la pregunta más estúpida que he hecho nunca, pero no entiendo como la gente puede fumar.

-Porque me da la gana, ¿Vas a hacerme de madre?- Tira el cigarro por la ventana.

-Te estás matando.

En mi familia nunca han fumado y yo siempre les he prometido a ellos, y a mi misma, que nunca fumaría.

-Me la pela morirme.- Dice y empieza a reírse.

Prefiero no contestar más. Llegamos a mi trabajo y bajo del coche. Le doy las gracias y entro al edificio.

Sigo sin entender como ha sabido dónde trabajaba. ¿Por qué ha venido a buscarme a la parada del bus? ¿Cómo sabía ella que yo estaba ahí?

Enamorada de mi peor amiga - Andrea Compton y María HerrejónWhere stories live. Discover now