Capitulo 16

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Narra Rebecca:

Deberían ser como las dos de la mañana cuando siento como la ventana se abre y alguien entra, lo vi por la sombra y sabía quien era.
No me pregunten que hacía despierta tampoco, ni yo lo sé. A veces me agarran ataques de insomnio.
Me levante bruscamente y camine hasta la cocina sin antes pasar por el baño y lavarme la cara. No tenía nada de despertame en otro lugar como......en una jaula.
Cuando llegue a la preciada cocina me servi un vaso de leche fría y las estrellas que se reflejaban a través de la ventana llamaron mi atención.
Desde pequeña me gustan las estrellas, antes pasaba horas mirándolas, no se porque cuando fui creciendo ese hábito se me fue.
No se cuanto estuve mirándolas pero alguien me saco de mi transe.
Alfred: necesita algo señorita?
Me había concentrado mucho en las estrellas, que cuando el habló me asuste y como reacción di un pequeño salto.
Rea: oh! Alfred! Me asustaste, no puedo dormir
Alfred: nunca le había pasado esto antes
Bueno, nunca antes me he levantado de la cama, quizá por eso no noto la diferencia.
Rea: es que..........siento que me está persiguiendo
Dije casi en un susurro, pero igualmente se que el lo escuchó.
Alfred: quien señorita?
XX: si, quien?
Alfred y yo nos giramos hacia la voz.
Que todo el mundo en esta casa tiene sueño ligero?!?!! No es que estuviéramos haciendo mucho ruido como para que Bruce se despertara!!!
Rea: Bruce
Dije apenas en un susurro.
Bruce: quiero saber
Me miraba decidido, como si estuviera listo para afrontar el hecho de que yo en otro momento había amado a alguien más que no fuera el.
Rea: está bien, hace mas o menos un año yo era una chica muy inmadura que no entendía porque mi familia me entrenaba y me fortalecía, tenía todos los días algún entrenamiento y yo creía que sabía bastante pero apesar de eso no me dejaban ir a ninguna batalla. Ahora se que era para protegerme, pero en ese momento no lo sabía. Me sentí abandonada, así es como me encontré con un caballero de un reino que yo no conocía, no había oído nombrar nunca,  que me llevo hacia el, era el  reino de lo infiernos, mejor dicho, el reino de Sebastián Smythe. Los primeros días fueron un infierno porque Smythe y yo no dejábamos de pelear, hasta que un día en una de esas peleas el me beso y solo hasta ese momento empece a aceptar que sentía algo por el. Esos sentimientos empezaron a crecer y luego de poco tiempo nos pusimos de novios, ahí es cuando empece a ver al verdadero Sebastian Smythe, alguien muy inseguro de si mismo, que sentía que no se merecía nada de lo bueno que tenía en la vida. El era extremadamente celoso, no me dejaba hacer nada con ningún chico que no sea el, eso trajo muchos problemas, porque eran todos chicos en el lugar, bueno, casi. Prácticamente pasaba toda el día encerrada en mi habitación, porque si salía y me encontraba hablando con alguno de los sirvientes, me decía que lo había estado engañando, aunque se lo negara millones de veces. Era una relación tóxica, solo que yo al principio no me di cuenta, porque nunca había estado en una relación antes. El me venia a ver a la noche y aveces unos cortos minutos durante el día. El me decía que me amaba, pero era lo único. Sus palabras para mi empezaban a sonar vacías, tampoco como si me dijera cosas lindas seguido, y cada vez recibía más maltratos de su parte, físicos y psicológicos, que es mejor no contar. Me empece a dar cuenta de que todo eso no era normal, de que alguien que te amaba no hacía eso. Entonces decidi ir contra sus famosas reglas. Por lo tanto un día decidí salir de esa habitacion, la sorpresa que me encontré fue que Sebastián no estaba por ninguna parte del castillo, lo busqué por todos lados hasta que seguí a un sirviente íntimo de él, que me llevo hasta donde estaba. Mi sorpresa fue genuina cuando lo encontré follandose a una chica y no cualquier chica sino Serena, la que consideraba mi única amiga en ese lugar. Así fue que escape de ahí, todavía no entiendo como, en mi desesperación recordé un hechizo remoto que me habían enseñado mis padres por las dudas, lo usé, llegue a mi hogar, pero estaba a merced de lo que él pudiera hacer, entonces mi abuelo me dijo que me teletransportaría a algún lugar, cualquiera, lo hizo y llegue aquí. Como ya les conté, al llegar puse un hechizo de invisibilidad para que no me encontrara, o para al menos retrasar lo que pensaba que era inevitable, pero al haber usado mucha magia me encontró. El mesero de hoy al mediodía era el, Bruce, está aquí y ya está perdiendo la paciencia, y créanme, eso no es bueno.
Bruce no decía nada, tenía el seño fruncido y mira hacia un punto fijo. Alfred si hablo.
Alfred: yo no sé mucho de chicos demonios, que sugiere que hagamos señorita?
Derrepente una idea se me vino a la cabeza, después de haber buscado por más o menos u año, me acorde.
Sonrei.
Rea: creo que tengo una idea
Alfred: sea lo que sea lo haremos mañana, ya es hora de dormir
Rea: si
Pero cuando Alfred se fue, Bruce me agarro de la mano. Solo me miraba, como si tratara de llegar a mis pensamientos. Yo lo miraba a él, en busca de una respuesta. Al fin hablo.
Bruce: me parezco a él? En alguna cosa? Desde que me contaste algo de él el otro día me lo pregunto, no he podido dormir, la pregunta me atormenta día y noche
No lo puedo creer. Más tierno no puede ser. Realmente es todo lo contrario a Smythe.
Sentí como mi estomago se revolvía.
Sentía como cada parte de mi corazón se iluminaba. Solo con el hecho de que quiera ser lo mejor para mi me hacía enamorarme cada vez más.
Sonrei de oreja a oreja mientras miraba a sus ojos que estaban clavados en mi esperando una respuesta.
Rea: no, Bruce, no eres en nada parecido a él, quieres que te diga porque? Porque eres bueno, piensas en mi, me proteges, pero de una forma sana, tienes la delicadeza de decirme cosas hermosas cada día que me hacen enamorarme más de ti, creo que es todo al revés, siento que en vez de ir para abajo, como la relación con Smythe iba, esta va para arriba, cada día estoy más segura de que te quiero de una forma especial, así que nunca me vuelvas a preguntar eso Bruce, porque yo te quiero mucho y tal cual eres
El me miro con alivio en su mirada. Yo me puse de puntitas y le di un beso en su mejilla.
Rea: que duermas bien Bruce, te quiero
Dije para después alejarme. No pude llegar muy lejos ya que unas dos manos en mi cintura me hicieron parar. Me giré para atrás para chocarme con los labios de Bruce. Fue un beso corto, pero muy tierno y que tenía muchas emociones. Después se acercó a mi oído.
Bruce: yo también te quiero mucho, que duermas bien, yo lo haré, porque estaré soñando contigo
Esa frase hizo que mi corazón se derritiera.
Las pequeñas cosas a lo largo hacen la diferencia.
Los dos volvimos a nuestras habitaciones. Antes de acostarme cerré la ventana con cerrojo, se que no sirve de nada pero me siento más segura. Así fue como ya arropada en mi cama cerre los ojos y me dormí. Feliz y completamente enamorada.
Me desperté a la mañana siguiente por los rayos de luz entrando por mi ventana. Abrí los ojos y la sorpresa que me lleve fue que la ventana estaba de nuevo abierta, era una señal, era el. No tengo demasiado tiempo.
Camine hasta el jardín y me quede parada en el medio de el. No había desayunado ni nada, solo quería sacarme este tema de ensima. Empeze a pensar en el, en mi hermano, hermanastro para ser exactos, pero yo lo quiero como a un hermano, el es el único que puede librarme de Smythe.
Empeze a recordar nuestros momentos juntos, los más lindos hasta que sentí una presencia, esa presencia.
Había usado mi mente para traerlo hasta acá.
XX: me extrañabas mucho como para llamarme así hermanita?
Rea: hermanito!!
Salte a sus brazos y el me dio vueltas en el aire.

 Everything but innocent [Bruce Wayne]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin