La familia Gallagher nunca ha sido muy buena que se diga; alcohol, drogas, peleas de barrio... Todo aquello era lo único que parecían tener en la cabeza.
Erin tenía un pasado. Uno que nunca había contado a nadie, salvo a sus compañeros de locuras;...
اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.
| SECRETS—ONEREPUBLIC | 〘O4. EL SECRETO DE IAN 〙 ༆
اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.
—¡Lip! —le llamó Erin, al haber visto cómo corría sin parar, con una bolsa colgada en sus hombros. Él se volteó, para ser alcanzado por la chica; llevaba un tiempo tras su hermano, y simplemente, ni se había inmutado hasta ahora... Parecía en su mundo —. ¿A dónde vas tan rápido, tío? Llevo detrás tuya un tiempo, y no me hacías ni caso.
—¿Dónde está Ian? Tengo que hablar con él —se precipitó a decir, parecía impaciente. Solo le bastó con detallar cada mínimo gesto en su cara, para hacerse una idea de qué quería.
—Joder, Lip, ¿es enserio? —reprochó.
—Necesito una explicación, ¿vale? ¿Dónde está? —volvió a repetir.
—¿Dónde va ha estar? —respondió, retóricamente, para emprender su camino de vuelta a la tienda, siguiendo a Lip. Y, cuando llegaron, casi habiendo sido atropellados por las prisas, se toparon con que la puerta principal se encontraba cerrada.
—¡Eh, Kash! —llamó él, dándole golpes al cristal. Era sumamente sospechoso que la tienda se encontrara cerrada, sin nadie a la vista. Se miraron mutuamente, dando a conocer las intenciones de ambos; entrarían por detrás.
Justo como habían pensando, entraron sin siquiera pensárselo dos veces. No había nadie allí dentro... hasta que Ian salió de entre las estanterías del fondo, junto a Kash, que traía una caja entre sus manos.
—Tú coloca la mantequilla, y yo los aperitivos —habló Kash, sin advertir la presencia de ambos hermanos. Claro que, en realidad, tenía muy en claro que estaba allí. Lip y Erin centraron su atención en ambos; la pelirroja examinó todo, cualquier detalle.
Sus temores se confirmaron, al observar que cada uno tenía un zapato de cada clase. Si tenían un lío, iba a ser malo... Y aunque lo aprobara ella, y apoyara a su mellizo, estaba segura de que cualquiera se opondría. Kash fingió darse cuenta de su presencia.
