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Terminaba de calzarme los zapatos y envolvía mi cuello en una caliente bufanda para salir sin enfermarme. Tenía dinero, las llaves y mi celular en un pequeño bolso.

―Llega antes de las cinco.

Dice Jimin posicionándose a mi lado. Su pijama de ositos y su cabello revuelto le da ese aire de niño inocente y también de esos que salen en los comerciales de cereales.

―Estaré con Sunmi, uhm, ¿traigo el pastel de moras o de chocolate?

Se lo piensa pero llega la conclusión de que yo decida el sabor. Me despido y salgo de la casa, mi amiga me espera estacionada en la cerca, estrenando el automóvil familiar que sus padres compraron hace 2 semanas. Es la primera vez que le dejaban el coche, así que la notaba feliz y un tanto nerviosa.

―Hola ―me monto en el coche y me abrocho el cinturón de seguridad― ¿has desayunado?

―No, de los nervios el hambre se me ha ido. No creí que mis papás me dejaran el coche tan fácil.

―De seguro confían en ti... yo no tanto ―me mira asombrada― prefiero decírtelo para que tengas doble precaución al manejar. Si me matas, vendré por tu alma, sépalo.

Rueda la mirada y da marcha. Me doy el lujo de examinar la posición de Sunmi detrás del volante y es que es muy chistoso, su espalda está recta, sujeta el volante con ambas manos y no despega la mirada del camino, es más, me ha prohibido poner música por qué no quiere distracciones. No conversamos ni nada pero le ayudo como el buen copiloto que soy.

―Pero mira cuan separada estás de la escarpa. No sabes estacionarte.

―Cállate.

Suelto una carcajada y entramos a la cafetería. Sunmi se aleja para buscar una mesa, mientras que yo ordeno. Por suerte no había mucha gente y no tardo en que tomen mi orden, pero me llevo la sorpresa de mi vida al ver a...

― ¿Taehyung? ―el chico me mira y deja salir esa sonrisa cuadrada que tanto lo caracteriza― ¿Qué haces aquí?

―Trabajo de verano Yun ―eleva sus hombros― ¿viniste con alguien?

―Con Sunmi

Un señor con apariencia de "el jefe soy yo y mis empleados son mis esclavos" se posiciona detrás de Tae poniéndole nervioso, debo suponer que es el gerente.

― ¿Es tu amiga? ―pregunta el desconocido. Se fija en mi de pies a cabeza y regresa la mirada a mi amigo― te recuerdo que vienes a trabajar y no a socializar. Date prisa que hay gente esperando.

Se aleja y es notable que la tensión en el cuerpo del chico desaparezca.

―Dos americanos y 3 panecillos de nuez.

Suelto el pedido y asiente anotando todo en la computadora, me da el total de la compra y pago dejándole una buena propina. Me agradece en susurro y voy hacía mi amiga, quién se está tomando selcas, nada nuevo.

―Te noto más bronceada ―digo tomando asiento― de hecho, luces más bonita... ¿te hiciste algo?

Se ha sonrojado ante mis palabras y juguetea con la taza de café para luego negar repetidas veces.

― ¿Ha pasado algo con Jungkook?

De solo mencionar su nombre de atraganta y me pide que le golpee la espalda para que pueda hablar y respirar al mismo tiempo.

― ¿Qué te hace pensar que ha pasado algo?

―Tienes de fondo de bloqueo una selca de ustedes dos ―elevo mis cejas― ¿Qué tanto pasó en ese viaje?

Bad Boy. M YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora