| 5| El primer secreto de Amanda

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Después de la película, Alex y Amanda fueron a comer un helado

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Después de la película, Alex y Amanda fueron a comer un helado. Por suerte Amanda no había tenido otro episodio así que relativamente estaban más tranquila.

—¿Te gustó la película?—le preguntó Alex comiendo de su helado de vainilla.

—Si, me encantó. Gracias por invitarme—le agradeció ella con una sonrisa.

—No tienes nada que agradecerme. Quería invitarte a salir desde hace mucho tiempo, sólo que no me atrevía hacerlo—le respondió tímidamente.

Ella sonrió ante su respuesta, a simple vista no parecía que él fuera tímido.

—Bueno, no te culpo yo también soy algo tímida—le dijo para animarlo.

—Lo sé, te he observado todos estos años que hemos sido compañeros—le respondió mirandola sin pestañear—. La razón por la que te invite a salir es porque quiero decirte algo importante—le mencionó un poco nervioso—.Tu me gustas mucho Amanda y quería saber si te gustaría ser mi novia—le dijo con él corazón acelerado.

Amanda no podía creer que un chicos como él: inteligente, cortés y atractivo estuviera enamorado de ella .

—Tu confesión me sorprende, nunca creí que alguien pudiera fijarse en mi por mi aspecto—le respondió ella tocándose su cicatriz—. ¿De verdad quieres que yo sea tu novia?—le preguntó ella para confirmar lo que le había dicho.

Alex se acercó a ella y tomó su mano.

—Tu cicatriz no me importa, eres hermosa de muchas maneras. Me encanta tu sonrisa, tu cabello, tu personalidad, tienes muchas cualidades que me encanta de ti, simplemente eres perfecta—le respondió acariciando su mejilla.

Amanda observó sinceridad en los ojos miel de Alex. Él era muy lindo y especial, ella también sentía muchas cosas por él, desde que fueron compañeros en séptimo grado.

—Tu también me gustas Alex, acepto ser tu novia—le respondió ella con alegría.

Después de su respuesta Alex la beso. Su beso era muy tierno, muy diferente a los que estaba acostumbrado a recibir y eso le gustó.

***

Luego de media hora, Alex la llevó a su casa. Se despidió de él, no sin antes ponerse de acuerdo de que irían juntos a la fiesta de cumpleaños de Angélica que sería el viernes. Ingresó a su casa con una sonrisa en su rostro, ya había oscurecido y todos los miembros de su familia se encontraba cenando. Ella aún con el uniforme decidió acercarse a ellos para saludarlo, cenar y luego subir a su habitación.

—¡Buenas noches familia!—saludó Amanda con evidente alegría.

—¿A qué se debe esa sonrisa?—le preguntó su padre.

Ella se acercó y lo abrazó por el cuello.

—Estoy feliz ¡ya tengo novio!—le respondió besando su mejilla.

—Eso es excelente—mencionó su tía—. ¿Y quién es el afortunado de conquistar el corazón de mi sobrina?—le preguntó entusiasmada.

—Se llama Alex Véliz, todo ustedes conocen a su familia—contestó Amanda para recordarselos.

—Te conseguiste un buen partido primita—mencionó su primo elevando una de sus cejas.

Ella lo vio con molestia. Su primo Gustavo era un fastidió. Luego se sentó en la silla vacía al lado de su padre para mirarlo.

—¿Tu que opinas papá?—le preguntó Amanda.

Su padre simplemente sonrió.

—Estoy feliz por ti mi princesa, mereces ser muy feliz—le respondió—. Invitaló a cenar uno de estos días—le dijo con una sonrisa.

—¡Gracias papá!—exclamó ella poniéndose de pie para abrazarlo.

Amanda estaba sumamente feliz. Luego de comer algo subió a su habitación, se duchó, se puso un camisón celeste un poco holgado y se dispuso a dormir. Apagó la luz y cerró los ojos, pero sintió que alguien la observaba. Abrió los ojos y encontró una figura frente a ella, si no fuera porque reconocía el olor de ese perfume hubiera gritado del susto.

—¿Qué haces aquí? puede ser peligroso—dijo Amanda en voz baja.

El sujeto frente a ella se acostó sobre ella, beso su cuello lentamente como a ella le gustaba.

—Vine a despedirme de ti, ahora que tienes novio nuestra pequeña aventura se acabó, así como habíamos acordado—le recordó él, mientras se acomodaba entre sus piernas, subió el camisón de Amanda para tener una mejor posición. Ella sonrió ante sus palabras, se había olvidado de ese pequeño acuerdo.

Él ingresó en su interior de golpe, le tapó la boca para que sus gemidos no se escucharán en la mansión. Amanda se dejó llevar por la lujuria y el placer que sentía. Sabía que está iba ser la última noche que pasaría con su querido tío Fernando.
Caled observaba todo desde las sombras. La tímida Amanda que había conocido en la escuela no era la misma que estaba disfrutando de un placer carnal. Ella tenía un alma corrompida igual que él. Tal vez por eso era su alma gemela. Su rabia comenzó apoderarse de él cuando los leves gemidos llegaban a sus oídos; sin embargo, tuvo que controlarse. Juró que quitaría a Fernando de su camino de una forma sutil para no llamar la atención, y esa forma era asesinandolo. Sin embargo, se preguntó, que otros secretos ocultaba Amanda.

Caled: Un Amor InfernalWhere stories live. Discover now