Nunca visita a Louis en el trabajo.

Pero está aquí hoy, y le da un rápido beso a Louis estirándose sobre la caja registradora.

—Siento que no he estado contigo adecuadamente desde hace mucho, ¿quieres ir a cenar esta noche?

—Ah, no puedo—, dice Louis torpemente mientras parte los brownies que sacó del horno por la mañana. —Ya le dije a Harry que esta noche cocinaré albóndigas.

—Oh. Bueno, mañana entonces.

—Sí, de acuerdo. Pero también tenemos que decidir acerca de la música para la boda.

Braiden frunce las cejas. —Uh... ¿sábado?

—Es Navidad este fin de semana, tonto—, dice Louis riendo un poco.

—Mierda, por supuesto. Tendrá que ser viernes.

—Tengo cita con Liam para ir a recoger su esmoquin durante el día—, le recuerda Louis.

—Sí, y yo tengo una sesión por la noche. ¡Jesús!

Parece que encontrar tiempo para esta boda se está convirtiendo en una tarea imposible en estos días.

—¿Después de Navidad?—, intenta Louis.

—Realmente no queda ninguna otra opción, ¿verdad?—, Braiden dice de mala gana y mira su reloj. —Tengo que irme. Nos vemos esta noche—, planta otro beso en la comisura de la boca de Louis antes de comenzar a salir apresuradamente.

Louis lo sigue inmediatamente tres segundos después.

Está pensando en ir a comprar la comida para la cena de Navidad esa tarde, y tiene que preguntar a Braiden qué marca de licor quiere.

Sólo que Braiden ya se desvaneció como un ninja/diseñador de vestidos y Louis se queda allí de pie, con un suspiro, pensando que tendrá que hacerlo por teléfono.

Luego Harry tiene su atención, una vez más, ahora está bajando por las escaleras que conducen a los apartamentos en renta sobre su cafetería.

Louis se acerca a él, con el ceño fruncido.
—¿Qué estabas haciendo ahí arriba?

Harry se detiene en la parte inferior de la escalera, pone sus manos en los bolsillos.
—Sólo compruebo algo.

—Liam vive allá arriba—, dice Louis con recelo. —No estabas tratando de espiar a la competencia, ¿verdad?

Harry parpadea y mueve la cabeza. —¿Qué competencia se supone que debemos estar teniendo, exactamente?

—Joder, cómo voy a saberlo—, dice Louis riendo. —¿Quién puede organizar mejor la despedida de soltero, tal vez? Liam es un poco intenso, le gusta ser el mejor en todo.

—Pues, es bueno saberlo.

Harry parece más relajado, menos a la defensiva ahora que están solos. Su expresión es más abierta y sus ojos brillan.

—No te preocupes—. Se burla, dando a la parte delantera de la camisa de Harry un pequeño tirón. —Estoy seguro de que puedes defender tu lugar.

—No estaba preocupado, pero gracias—. Harry le sonríe, y se le queda mirando por un momento, antes de que sus ojos miren a otro lado y toma aliento. —¿Tienes algo que hacer en este momento?

—Estaba a punto de ir de compras en realidad. Comida para la cena de Navidad, ¿tú?

—Nada

—¿Nada?

—No—, dice Harry. —Estoy libre.

La forma en que lo dice le da la impresión de que tal vez esté dándole a entender algo, y Louis siente algo arremolinándose gratamente en su estómago.

—¿No quieres, eh... venir para ayudarme?

—¿A comprar comida?—, pregunta Harry, y Louis asiente con la cabeza. —No.

—Oh...

—No me gusta ir a los supermercados.

—Lo entiendo.

Da un paso atrás, descorazonado por el rechazo contundente.

Estúpidamente, una parte de él asume que Harry siempre querrá pasar tiempo con él, independientemente de lo que hagan.

Los acontecimientos recientes le han dado una falsa sensación de ser importante, lo que al parecer, no es así.

Ese paso en retroceso le lleva a chocar con una mujer joven.

No la vio acercarse, pero ella se enfurece cuando él pisa las puntas de sus pies envueltos en unos brillantes zapatos de color rosa, con tacones altísimos.

Ella le gruñe y le escupe palabras llenas de veneno antes de continuar su camino.

Louis y Harry siguen observando su retirada, ambos con sus cejas levantadas.

Realmente es divertido cómo es ajeno a otras personas siempre que está mirando a Harry.

Aún más divertido es que Harry tampoco la vio acercándose.

El interludio ha devuelto a Louis un poco de su menguante confianza, y se vuelve para mirar a Harry de nuevo, con una lenta media sonrisa.

—¿Y si te ruego?—. Le pregunta, bajando la voz. Los ojos de Harry se estrechan. —Tú conoces a Braiden mejor que yo. Debes haber pasado demasiadas Navidades con él. Sabes lo qué le gusta comer, beber y todo eso.

—¿Tú no sabes esas cosas?

—Nunca he pasado la Navidad con él antes.

—Cierto—, dice Harry, inclinando la cabeza hacia un lado. —Porque sólo lo conoces desde hace seis meses. Y ahora vas a casarte con él.

—De verdad debes hacerte a la idea.

—Creo que ambos son idiotas.

—Estoy al tanto—, le sonríe de nuevo, y tira de la parte delantera de la camisa de Harry con los dedos. —¿Entonces, vienes?

Harry, resoplando se frota la frente.
—Bien, vamos—. Dice, colocando la mano en el antebrazo de Louis, donde él está sosteniendo su camisa, enrosca los dedos alrededor de los huesos de en su muñeca. —Pero me debes una.

Louis sonríe, su corazón se acelera en su pecho. —Sí, claro, siempre en deuda contigo.

—No creas que no voy a cobrarme, Louis—, dice Harry dice sonriendo, y él da el primer paso hacia adelante.

Louis continúa agarrándolo de la camisa, caminando hacia atrás, sonriendo por la expresión en la cara de Harry.

—Solo dime cuándo.

Los ojos de Harry brillan en respuesta.

Y entonces alcanza a ver a Zayn quien los observa con curiosidad a través de la ventana de la cafetería, y de repente se da cuenta de lo que está haciendo, y cómo debe mirarse.

Lo suelta y se da la vuelta, Harry va mirándolo con curiosidad ante la brusquedad de su acción.

Godfather [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora