- Entonces que sea esa. Aless, debo hacer una llamada, puedes adelantarte con Gabriella a la habitación.

- Por supuesto.

- Por aquí señorita Williams – Gabriella me conduce a través del pasillo hasta una habitación con puertas de madera de color blanco, el interior de esta es aún más hermoso, las cortinas son azul cielo, y la cama esta cubierta por un edredón blanco, algunas almohadas están acomodadas en perfecto orden alrededor de esta, una hermosa ventana que da con el viñedo.

- Los primeros meses son algo complicados, no se preocupe – Gabriella extiende una sábana del closet y la empieza a desenvolver lentamente.

- Yo no sé nada de eso – me encojo de hombros.

- Puede aprender, creo que será una excelente madre para ese bebé.

- Como hiciste con los síntomas, es decir no he tenido ninguno.

- Oh – bufa y hace un ademan con las manos-. Vomitaba la mayor parte del tiempo, y me mareaba con frecuencia, pero solo fue por los primeros meses, después comía como una foca, me coloque muy sentimental y en fin.. ¿le digo algo?

- ¿Que? – enarco una ceja y le sonrió.

- Fueron los mejores meses de mi vida – ríe, sé que Gabriella es una excelente madre, puedo ver la imagen de mamá protectora en su mirada.

Sabía que no podía tener impresiones fuertes, pero si Claudia se atrevía a volver y tratar de hacer algo como la otra vez, no se lo iba a permitir.

- Ya está – Gabirella termina de acomodar la sabana encima de la cama y abre las ventanas para que entre el sol.

- Muchas gracias Gabriella.

- Es un placer señorita Williams, si necesita algo, puede llamarme estoy en la cocina.

Gabriella sale de allí y me cambio de ropa colocándome algo mas cómodo, el dolor en mi vientre ha disminuido pero sigue allí, inconscientemente paso mis manos por mi vientre y toco el pequeño y diminuto abultamiento. No puedo creer que este embarazada. De él, del hombre que amo, de Giorgio, el mismo que nunca mantenía a una mujer a su lado, ahora iba a ser padre a mi lado, y era el hombre más cariñoso, amoroso, y perfecto que podía tener junto a mí.

- Regrese – su voz ronca atraviesa al igual que su cuerpo la puerta de la habitación-. ¿Cómo te sientes? – se hace a mi lado y me acerca hasta donde esta subiéndome encima de él.

- Aún tengo un poco de dolor.

- La doctora ha dicho que es normal, prueba recostarte te sentirás mejor – rápidamente corre las almohadas y las hace detrás mío mientras me apoyo en estas, me rodea con sus brazos, se quita sus zapatos de charol café oscuro, y se deshace de su saco para apoyarme por completo encima de él.

- Has dicho que me amas.

- Lo he dicho – sus manos se aferran a mi quijada y me obligan verlo a sus ojos azul claro-. He dicho que te amo Alessandra Williams.

- Sé que.. – me corta la conversación y vuelve a hablar.

- Se lo que dirás, que no es lo que yo esperaba, te dije una vez que no tenía un plan en mi vida, y que solo dejaba que las cosas sucediesen, mi plan ahora en mi vida es mi familia.

Entonces no e que responderle, no sé qué decir, lo único que hago es besarlo en sus labios suavemente, mientras paso mis manos por sus cabellos y el doy una suave sonrisa.

Tal vez este no era el plan de ninguno de los dos, no era lo que esperábamos, no era lo que yo esperaba, pero no iba a renunciar a ser feliz a su lado, ni Claudia, ni Lorenzo, ni siquiera yo misma iba permitir eso. Pierdo el momento exacto en el que me quedo dormida en sus brazos, en el que despierto y los rimero que ven mis ojos son los suyos rodeándome con sus brazos.

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