Godfather [Terminada].

Chapter 9.

—Ya te dije que lo siento—. Grita Louis de nuevo y levantando las manos al pecho del tipo. —Ahora quítateme de encima.

—No me digas qué mierda hacer...—. El tipo es arrastrado hacia atrás, tiene cara de sorpresa y pierde el equilibrio.

Harry le sostiene por el cuello de su camisa y su cara da miedo cuando gira al sujeto y gruñe en su cara.

—Oye...

No tiene que gritar para hacerse escuchar.

Está tan cerca a la cara del tipo que prácticamente podría besarlo.

—Discúlpate con él.

—Fue él quien chocó contra mí.

—Y yo te digo que te disculpes con él.

Sus ojos brillan advirtiendo del peligro y, Louis ha quedado sin aliento.

El poder que en ese momento irradia de Harry le calienta todo el cuerpo.

—No me hagas repetírtelo.

Parece que el tipo sabe cuándo rendirse.
Hace una mueca a Harry antes de girar y decir—: Lo siento, ¿está bien? Joder.

—Buen chico—. Harry lo suelta y comienza a recuperar la calma.

Rueda los hombros y pasa los dedos por su barbilla.

Cuando mira a Louis, todo rastro de agresión se ha ido.

Lo mira de arriba a abajo para comprobar que se encuentra bien.

Después de lo ocurrido, hay algo extraño sucediendo en el cuerpo de Louis.

Es mitad irritación provocada al pensar que Harry creyó que el solo no podría manejarlo y la otra mitad es algo oscuro, eléctrico, algo parecido a excitación.

—No tenías que hacer eso.

Apesar de todo, la irritación que sentía está siendo remplazada con tensión.

—Olvídalo, ¿vamos por bebidas?

Louis mira alrededor y recuerda al tercero en esta ecuación.
— ¿Dónde está Braiden?

—Buscándonos una mesa.

Consiguen cervezas y cocteles, los cuales Harry lleva en una bandeja.
—Sujétate a mi—, dice al alejarse de la barra. — No puedo perderte de nuevo.

Louis le agarra por la parte trasera de su jersey mientras se mueven entre la multitud camino a la mesa que Braiden ha encontrado en una esquina.

Se sientan ahí durante media hora, observando a los que bailan, Harry va a la barra dos veces más para conseguir más cocteles.

Sumando estos al vodka que bebió temprano, Louis ya siente un placentero mareo.

Cuando mira a Harry y a Braiden, sabe que no es el único.

Braiden se ha sonrojado como siempre que bebe alcohol, los ojos de Harry lucen vidriosos y él está reclinado en su asiento, totalmente relajado.

—Es algo distinto a los lugares a los que solíamos ir, ¿eh?—. Dice Braiden levantando la voz sobre la música.

Harry asiente y mira alrededor a todos los jóvenes que apenas traen ropa puesta.

—¿No sientes que estás envejeciendo?

—Nop. Solo eres tan viejo como te sientes—, Braiden aprieta la entrepierna de Louis y este ríe con una carcajada.

—Deja—. Le empuja juguetonamente la mano.