✿ 다섯 ✿

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— ¿¡Qué está pasando aquí!? — Ambos chicos se quedaron mudos al ver quién había entrado, era nada más y nada menos que Eunha, Jeongguk algo apenado y enojado, tomo su pantalón y se tapó lo que pudo, fue hasta la chica, tomándola del brazo la llevo hasta una esquina, estuvieron hablando allí por un buen rato.

— ¿Qué demonios haces aquí? — La tenía acorralada contra la pared. — ¿No deberías estar con las chicas del grupo? Aquí no es la planta de GFriend... — Arqueó una ceja, ella estaba con los ojos llorosos.

— Vine a ver cómo me engañas con tu ex. — Rompió en llanto, el mayor rodó los ojos, estaba harto. La volvió a tomar del antebrazo, la empujó hasta la puerta, la cerró con llave y volvió con el rubio, no tenía tiempo para los dramas de su novia.
Tiró su pantalón al escritorio y se sacó la camiseta del tirón, notó que Taehyung estaba alejado, se acercó a él lentamente, sentía tanta vergüenza que sus mejillas estaban calientes.

— TaeTae... Lo siento mucho, ella es así, espero que no vuelva a pasar, no sé porqué vino, me dijo que... — El contrario se volteó con una sonrisa, interrumpiendo lo que el castaño estaba diciendo. — ¿Estás bien? — De repente no sabía quién era más raro.

— Claro que sí hyung, no se preocupe en serio, la entiendo. — En parte lo hacía pero no justificaba su comportamiento, no entendía porqué seguían juntos... Jeongguk no era de estar con personas así, las cortaba al instante.
Volvieron a la mesa, tomó su centímetro y lo envolvió por el cuerpo del moreno. — Siempre con una cinturita envidiable... — Amaba las medidas y el cuerpo de Jeon, era el paraíso para él.

— Sí... Me mantengo en forma. — Rió apenado. — Bueno, cuentame. ¿Qué ha sido de tu vida? Te he extrañado bastante. — Lo soltó sin pensarlo, no tenía planeado decirle la verdad. El contrario sintió un dolor en el estómago al oírlo, él también lo había extrañado, solo que no lo diría.

— Bueno pues, como sabes vivo en Estados Unidos, allí trabajaba con Jiwoo en una empresa de modas, un día mi jefa me pidió que venga a Corea para trabajar en una empresa gigante y un modelo muy conocido, yo sin tener idea de nada, llegué con mucha intriga. Resultó que eras tú ese modelo. — Negó con la cabeza sonriendo, le pasó la ropa para que se la pruebe — Jamás pensé encontrarme contigo, nunca lo hubiera imaginado. Es... Una extraña sensación verte nuevamente, muchos recuerdos invaden mi cerebro. — Tomó varios alfileres y prendedores yendo hacia él.

— Es verdad, a mí me dijeron que trabajaría con el mejor diseñador de EE.UU. ¿Quién hubiera dicho que serías tú? Yo no estaba muy enterado del mundo de la moda pues, además de modelo soy ayudante de RM, ¿Lo conoces, no? ¿Recuerdas a Namjoon? — Asintió levemente para no decir la verdad. — Bueno, él es muy conocido, saca canciones casi todos los meses, a veces componemos juntos y cosas así, apenas tengo tiempo de respirar. — Luego de vestirse, fue hacia un escalón de madera que había en el piso, se subió en ésta para que el menor pudiera ajustar mejor el vestuario, mientras éste seguía hablando, el otro ajustaba muy poquitas cosas.
Al terminar, Jeongguk volvió a ponerse su atuendo, el rubio prestó más atención a éste, miró detenidamente de arriba abajo, arqueó una ceja mientras sonreía.

— No has perdido el estilo. — Pasó su mano delicadamente por el pecho del castaño, recordando y descubriendo nuevas sensaciones. — Muy bonita tela. ¿Nos vemos luego del almuerzo? Tardamos más de lo que pensé. — Sonrió levemente, dejó que su mano recorriera el camino faltante, subió a su hombro suavemente para luego alejarse y salir.
El mayor, un poco impactado por lo que había ocurrido, se quedó mirando a la nada. No pudo disfrutar mucho de sus recuerdos, salió de estos cuando un portazo sonó, miró a la puerta y vio a su novia, aún furiosa.

— ¿Vamos a almorzar? Yo invito. — Sonrió amablemente, debía controlarla de alguna manera. — Ya allí hablaremos ¿Sí? Relajate. — Se acercó a ella y tomó su mano con cariño, llevándola hasta el estacionamiento subterráneo que había en la empresa, el lugar favorito de ambos. Tantas cosas habían hecho ahí, que era imposible recordarlos todos. Le abrió la puerta para que entrara, éste se volteó y se colocó al volante, suspiró. — Mira... Cariño, debes entender que ahora trabajo con... — Los rojos labios de la pequeña pegados contra los suyos interrumpieron sus palabras, era un beso apasionado, algo que le encantaba de los ataques de celos de su novia, era que al final, siempre terminaban bien.

— Yo... Lo siento, ahora lo único que quiero es... Besarte, sentirte... Hazme sentir que soy tuya, que nadie podrá quitarte de mi lado. — Su voz era dulce pero provocativa, no pudo resistirse, fueron a la parte de atrás del auto, allí empezaron la reconciliación.

Mientras tanto, Taehyung se encontraba casi perdido en la inmensa ciudad que tenía enfrente, iba ir al restaurante donde fue con sus amigos la vez pasada pero decidió pasear un poco, había extrañado estar en Corea y quería aprovechar todo el tiempo que estaría, encontró el viejo restaurante que siempre visitaba cuando era más pequeño; fue corriendo hacia éste, casi cae por culpa de sus zapatos pero llegó entero, entró al lugar, saludó enérgicamente al dueño, ambos se reconocieron al instante, le pidió "lo de siempre", cuando se lo trajo, se sentó en la barra para empezar a comer y ponerse al día con Hyungie.

¡Número equivocado! ; kookv [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora