Capítulo 2. Trato.

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Ace se quedo perplejo, miraba atentó al chico de cabellera rubia que sólo hacía lo mismo, mirarlo en silencio.

Aquel silencio incómodo fue notado por lo cuál las chicas con malicia prosiguieron a hablar.

- ¿Que ocurre? -sonrió Perona. - ¿no son novios acaso? -
La pelinaranja de nombre Sady-chan sonrió con burla.

Sabo analizó la situación y sonrió acomodando sus cabellos.

- lo siento, imaginó que esperaban que me lanzará sobre mi pareja, pero se equivocan señoritas lo nuestro es más discreto. - sonrió. - ¿podrías acompañarme? - Ace rápidamente fue tras el rubio.

Ambos fueron al patio trasero donde Ace le explicó toda la situación a Sabo quien atentamente lo escuchó, comprendió a la perfección que este era el típico caso del alumno que hace de todo por encajar, vaya, sonaba como de novela.

- entiendo. - sonrió Sabo. - se que es muy difícil mudarte a un país nuevo, no conoces a nadie y estas sólo en el colegio, pero mentir sólo ara que se alejen de ti. ¿comprendes? - lo miró.
- si, lo siento. - murmuró el pecoso.
- esta bien, pero puedo ayudarte. - sonrió. - pero será un trato ¿entendido? -

Sus ojos brillaron.

- "¡Un ángel! ¡Un Príncipe!" - se acercó y tomó las manos ajenas entre las suyas. - ¡Claro que si! -
- primero. - se soltó. - da tres vueltas y ladra. -

El silencio se adueñó de la escena. Sabo mantenía una encantadora sonrisa tan característica de él, mientras Ace solamente guardaba silencio mostrando su expresión perpleja.

- Ejem.... Errmm... ¿Disculpa? -
- eh dicho, da tres vueltas y ladra ¿acaso no escuchas? Si quieres que yo actue como tu novio ante los ojos del colegio y la sociedad tendrás que ser mi perro, me obedeceras y me seguiras con el rabo entre las piernas para asi acatar todas mis ordenes. - sonrió.
- ¿¡Estas loco!? ¡jamás me humillaria! Tengo principios, y algo llamado dignidad yo jamás, jamás lo are. -
- entonces todo el colegio sabrá que tomaste una foto mía, mentiste diciendo que soy tu novio e incluso creaste rumores, ¿estas consiente de lo que significa? Todo el colegio te odiara. - Ace guardo silencio y siguió mirando al rubio. - a mi me da igual, es claro. - sonrio y extendió su mano.

Ace retrocedió lo suficiente, posteriormente dio tres vueltas de forma que llegará frente al mayor, coloco sus manos sobre la ajena y soltó un ladrido bastante juguetón, cómo si fuera un cachorro. Dios, juró por todo en el mundo que vio el precisó instante en el cual su dignidad y los recuerdos de todos que sus padres le inculcaron caía al piso para después desmoronarse, se sentía patético.

Por su parte Sabo sólo pudo comenzar a reír ante aquello, estaba esperando que el joven de pecas le maldiciera para después irse, su respuesta le sorprendió demasiado.

Por lo cuál tomo una de las manos e hizo que bajara la otra, entrelazando sus dedos y formando una brillante sonrisa ambos caminaron de regreso a la cafetería, oficialmente hicieron un trato, ahora eran pareja.

Las clases habían finalizado, Ace caminaba junto al rubio quien sólo guardana silencio, de vez en cuando se encontraban con uno que otro perro el cuál Sabo no duda en acariciar, darle unos mimos y luego irse. De no ser porque tomo esa foto jamás se habría dado cuenta que ellos dos tenían que tomar el mismo camino para ir al colegio y volver a casa.

- Errmmm. - soltó Ace. - ¿que debo hacer para que el trato este? -
- ya lo dije, debes ser mi perro. Para ser claros, debes seguir mis ordenes, si te digo trae un palo iras por un palo, si te pido algo lo aras sin negarte ¿entiendes? - Ace asintió. - excelente, nos vemos mañana ¿como dijiste que te llamas? -
- Ace. -
- bueno Ace, mañana debes estar aquí veinte minutos antes de las siete, así será más realista nuestra relación. - sonrió. - hasta mañana. -

Continuará.

The prince and the Wolf. [Terminada]Where stories live. Discover now