14 de abril de 1939

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Ayer pescamos, no sé si pescar sea un buen término porque no teníamos caña, utilizamos pedazos de nuestra ropa para utilizarla como red.

Dejando en el olvido el frío que pasamos aquella noche, el pescado estuvo delicioso, le doy gracias a Dios que al fin me dio algo digo que comer, no hubiera podido soportar comer más rata, ardilla, chochín herrerillo o gusanos de tierra, no puedo creer que después de estar luchando por nuestro país, tenemos que comer este tipo de cosas, un soldado que se juega la vida no solo de día, si no de noche, merece una comida por lo menos, normal.

Espero que tú si comas algo delicioso, ya extraño tus papas calientes y la sopa de zanahorias con lechuga, Dios eso si es comida.

Amor, nos van a transladar a otro lugar, esta es mi última carta porque en un par de días podré empezar a escribirte, solo espero que esta no sea la última.

Janett, te amo, nunca lo olvides.

Atte: Arthur.

Carta a JanettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora