11 de abril de 1939

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Le doy gracias a Dios que al fin la noche terminó, aunque no podría decir lo mismo de las piedras donde dormimos, pero después de esas explosiones prefiero rocas.

Roger, se torció un talón, el izquierdo para ser exactos, lo mandaron a la enfermería dónde pensamos que se quedará un par de días, su hermano Arnold se queda toda la noche acompañándolo, que gran cariño y respeto se tienen entre ellos.

Al parecer las mujeres no están aquí para matar, todos los médicos aquí son mujeres, y creó que vi un par de chicas ayudando a cargar los tanques, espero que estés a salvo, te extrañó muchísimo.

Atte: Arthur.

Carta a JanettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora