Orchidaceae [SoraMafu R-18 One-shots]

Lujuria, soledad y afecto [2]

-sale de su escondite- ... ¿Hola? ¿Hay alguien todavía aquí? Jaja... Ya pasó mucho tiempo desde que subí algo, pasaron oof, ¿6,7 meses? Por favor no me maten, se los ruego.

Siento haber tardado tanto en subir algo. Había estado ocupada con ciertas cosas, y cuando me di cuenta ya había pasado mucho tiempo. Pero ya regresé úwù Espero no hayan estado esperando tanto;;

Also, esta parte de la historia va dedicada a mi bello jazmín: AkariPong. Fue su cumpleaños y, como toda buena amiga que soy, me dediqué a traducir esta parte porque me dijo que continuara la historia o si no me mataba. Feliz cumpleaños super duper atrasado, mi bella camelia asjasj tqm, nunk kmbies.

Qlo si no felicitaron a Akarin.

Y ya, no quiero hacer más larga esta cosa.

Advertencias: Esta es la segunda parte de 'Lujuria, soledad y afecto'. Si no has leído la primera parte, no vas a entender nada. También, el capítulo es muy largo. Fueron en total 6397 palabras.

Y pido una disculpa por que en esta parte tampoco hay acción entre Mafurro y Sorarun. La acción llega hasta la siguiente parte. u.u

Y, como ya había dicho en la parte anterior, esto es una traducción y el autor original es Natsu. Yo solo lo traduje, agregué coherencia y detalles a la narración.

Perdón por si hay algún horror ortográfico.

-♡-

Días habían pasado desde la última vez que vio a Mafumafu. Desde aquella vez en que le había dado su número, Soraru siempre estaba revisando su celular esperando una llamada, un mensaje; pero éstos nunca llegaron.

—Aaah... ¿Ahora soy odiado...? —Suspiró.

Se derrumbó sobre el sofá y, casi inmediatamente, su celular comenzó a sonar. Se enderezó de golpe, tomó y contestó el celular rápidamente sin desperdiciar un segundo, pensando que tal vez podría ser Mafumafu.

—¡¿Sí?! —Okay, más tranquilo Soraru. Definitivamente usó más emoción de la que había pensado.

—¡Aquí Amatsuki~~! —Ah, así que era Amatsuki... — ¡Estoy afuera! ¡Vengo a entregar un refrigeriooo~!

—¿Incluso aunque no te lo pedí? —Su voz sonó más decepcionada de lo que esperaba. Volvió a desplomarse sobre el sofá.

—¡De verdad...! ¡No eres nada amableee! ¡Comamos juntooos~!

Amatsuki bromeó, haciendo berrinche como niño pequeño. Soraru, sin nada más que hacer, de mala gana se paró del sofá y le abrió la puerta. Al abrirla, recibió a su amigo, quien estaba bastante sonriente.

—No tenías que venir tan rápido.

—¡Compré un pastel de edición limitada de una famosa pastelería! —Amatsuki, sin quitar la alegre sonrisa de su rostro, levantó los brazos mostrando una pequeña caja decorada; parecía de esos paquetes bonitos que solo aparecían en las revistas.

A pesar de la apariencia "fría" de Soraru, en realidad no le disgustaban las cosas dulces, como la mayoría de las personas pensaban. Lo menos que podía hacer era aceptar el pastel, ¿no?

Suspiró. —Supongo que no tengo elección —Tomó la caja con cuidado y, después de haber suspirado una vez más, abrió paso para que Amatsuki pudiera pasar a su habitación.

—¿Qué estabas haciendo? —Observó a Soraru con ojos curiosos.

—Nada en especial, sólo pensando. Ah, puedes sentarte si quieres. ¿Te parece bien si te doy café? —Dejó la caja del pastel sobre la mesa bajo la mirada de Amatsuki.