cap 5

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Estaba en la casa, cuándo entra Nana a decirme que papá me llama a su oficina.

–¿Que pasó padre?- digo cuando abro la puerta.

–¿Te acuerdas de Belinda?- me señala a la mujer frente a él.

–¡Claro! ¿Que pasó?- les miro a ambos mientras mantengo mi postura.

–tenemos que entregar un cargamento- me dice ella- pero, no confío en casi nadie, así que le estaba explicando a tu padre eso... El me dijo que sabía a la mejor.

–y esa soy yo- afirmó viéndolos.

–muy bien acepto... Pero ¿Que ganó a cambio?- le sonrió.

–tal cual me dijiste- mira a mi padre- ¿Que quieres a cambio?.

–no sé, dejemos eso abierto- la miró- ya sabes un favor para el futuro- le guiñó el ojo.

–esta bien- se cruza de brazos.

–tenemos un trato- le estiró la mano.

•••

Estaba esperando a que el cargamento llegará, tenía 10 Franco tiradores en cada esquina que viera, cincos hombre a cada metro de distancia, tenía varias cámaras a la redonda por si alguien entraba la única forma sería que fuera invisible, habían más de veinte camionetas para llevar toda la droga y que además tenía el dinero repartido por partes diferentes en cada lugar.

–preparense- les gritó a todos- siento que algo grande va a pasar- susurró eso último para mí.

Estaba ansiosa con todos mis sentidos alerta, a lo lejos de repente veo que se acercan unas lanchas logré contar siete y diez motos acuáticas.

–estén listos y busquen el dinero- ordenó esperando a que lleguen nuestros invitados, una vez están todos miran a todos lados.

–si hubiera sabido que una belleza como tú me esperaría me hubiera arreglando mejor- habla con el que llevaba las bolsas donde imagine que estaba la droga.

–no tengo tiempo para eso ¿Está la del ahí?- señaló a las bolsas.

–depende ¿Está el dinero aquí?- silbó y de repente aparecen tres maleta frente a mi.

–medio billón de euros- señaló- ahora La droga.

–cuéntalo preciosa- me tira las bolsas y yo señaló a los hombres para que cuenten ellos asienten.

–muy bien... Fue un placer hacer negocios son ustedes- le doy la espalda.

–alto ahí preciosa- me grita el tipo- ¿Tú no eres parte del intercambio?.

–no- digo seca, volviendo a caminar.

–lastima, nos retiramos- dice este y todos su gente se comienza a ir, después de eso, arreglo en el envío hacia Belinda, pero escuché disparos a lo lejos y veo que no hay tantos francotiradores como antes, me colocó alerta y los hombres igual.

–arranca- les digo a los que llevan la droga- los demás conmigo.

En eso varias camionetas se van y eso me relajo un poco, solo faltaban los que querían sabotear esto.

A lo lejos unas camioneta comienza a salir, eran un ejército completo ellos, en eso bajan la velocidad y se estacionan enfrente a nosotros.

–hola preciosa- me habla un hombre que creo que es el jefe- tengo detrás de mí a más de cien personas, creo que triplicamos a tus hombre, así que mejor no derramamos sangre y entreganos la droga.

–hola precioso- le habló de la misma forma- lamento informarte que la droga ya partió hace rato, debe estar bien lejos, además que aún que sean mil no me rendiré en una misión, ahora bien, a sabiendas de ésto porque no coges a tus hombre y se van- lo miro sería, en eso un hombre de él se acerca y le susurró en el oído algo, este sonríe mientras me mirá.

La Hija De La MafiaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant