Mi Vecino No Existe ©

Uno •

Capítulo Uno•

Las lluvias inundaban las calles,  el clima era verdaderamente frío y haciendo que el pavimento soltara ese aroma a tierra mojada.

Una camioneta se estacionó frente a un departamento grande,  pintado de color blanco con puerta café,  en la colonia "Villa Magna" la cuál se hallaba en Cancún.

Entonces una chica alta de cabello café claro se bajó del auto al mismo tiempo que un chico de cabello negro,  y sus padres.
Entraron al departamento,  y posteriormente de veinte minutos comenzaron a bajar las cosas de la camioneta para poder acomodarlas,  cuando de pronto la señorita Madison sintió una mirada penetrante,  el vecino de enfrente la miraba a través de la ventana,  pero a causa de  las cortinas no se distinguía su rostro.

Madison no le tomó mucha importancia y le pasó un par de cajas a su hermano,  trataban de apresurarse,  pues las lluvias habían parado,  pero si se volvían a soltar,  no podrían meter toda su mudanza.
Posteriormente pasados cuatro días,  al fin terminaron de acomodar sus cosas en toda la casa,  a Madison le encantaba ese sitio pues tenía la vista más hermosa desde su terraza la cual daba directo al jardín trasero,  en donde había una mesa con sombrilla,  un gran árbol de higos,  en donde los pájaros y en ocasiones los colibríes se paraban sobre sus ramas.

Cuando de la nada su hermano entró a la habitación sin previo aviso y causando en ella un gran susto.

-Para la próxima toca la puerta quieres? Casi me da un infarto.-Dijo ella y su hermano comenzó a reír.

-Me gusta tu habitación,  pero aún así la mía es mejor Mad.

-De verdad Nic?. -Preguntó cruzando sus brazos.

-Si,  bueno no quieres ir a dar un vistazo en la playa?. Esta muy cerca de esta colonia.

-Por supuesto,  será genial,  solo deja que me ponga un suéter abrigador,  porque con estos fríos no creo que podamos meternos a la playa.-Rieron.

Caminaron dos cuadras y llegaron a la playa,  entonces Nicolás corrió y se sentó sobre la arena,  mientras Madison se iba acercando poco a poco,  cuando sintió nuevamente una mirada penetrante,  miró  a todas partes tratando de encontrar a su acosador,  pero no había nadie más que ellos y una señora con sus hijos pequeños.

-Mad estas bien?. -Preguntó su hermano al verla rara.
                        
-Si,  es solo que...-Pausó.-Me encanta esta playa,  desearía que hubiera un poco de sol para poder entrar en el agua.-Sonrió intentando no verse nerviosa o asustada.