Capitulo 3

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Por todos los santos Ana, que hiciste!! Y con el jefe!! Esto no puede ser. Aun que ya lo hiciste, no tienes porque quejarte, es un hombre muy guapo, piel blanca, cabello obscuro, rostro perfilado, esa barba de pocos dias que le da un toque varonil, Dios mio... que hombre y no me acuerdo de lo que paso!!. Termino de ducharme y salgo del baño, sobre la cama hay una camiseta y unos pantalones cortos bien doblados. No lo pienso dos veces y me cambio. Bajo las escaleras y lo veo sentado en la mesa escribiendo en su celular.


-ven a desayunar Ana- me dice, asiento y me siento junto a él en la mesa.

Desayunamos en un silencio para nada incomodo, el se ve tan guapo cuando esta relajado, cuando no anda dando órdenes o moviendo personal de aquí para allá. Ahora que me fijo, tiene unas cuantas pecas en los pómulos que lo hacen ver más joven. Luego de terminar, recojo los platos y camino a limpiarlos. Los friego y los coloco donde estas los demás trastes. Me giro y hay esta el mirándome con unos ojos penetrantes.

-pasa algo?

-quiero que hablemos.

-claro que debemos hablar, pero siento que tiene algo más que decirme.

-suena descabellado, que te pida que te quedes esta tarde?

-sí, suena poco común.

-quiero conocerte un poco más.

-Bien- sonrió, que mas puede pasar?

Pasamos la tarde conversando en uno de los sofás de la sala. Compartimos un café y algunos panecillos, nos contamos muchas anécdotas viejas, hablamos de nuestros gustos e incluso conversamos algunas cosas de nuestros padres. El señor Roberts, perdón, Ricardo, es un hombre interesante.

Al caer la noche, le propuse hacer la cena, este se opuso, pero al final cedió y aquí estoy en una cocina extraña, cocinándole a mi jefe. Lo divertido es que, hoy compartimos y ni siquiera hablamos de trabajo. Tras terminar, preparo la mesa para la cena, este al verla se le ilumina el rosto. No sé en qué piensa pero por esa expresión pienso que es algo bueno.

Cenamos juntos y seguimos platicando de cosas triviales, este al ver que ya habíamos terminado dijo que era su turno de lavar los platos. Me causo gracia esa forma suya ya que mi hermano le da pereza todo, hasta bañarse. Qué extraño compartir un día con una persona que prácticamente no conoces.

-Ricardo!!- lo llamo.

-si, que pasa- me responde secando sus mano.

-puedes decirme donde dormiré.

-pues conmigo, tengo planes para los dos- abro los ojos sorprendida, este sonríe y me guía hasta el cuarto. Al entrar, todo está perfectamente acomodado y arreglado para una noche de pasión- no sé si estés de acuerdo conmigo, pero, para una mujer, su primera vez es importante, así que quiero que esta sea tu primera vez; ya que anoche no cuenta- lo miro esperando a que sea un juego- si quieres claro, no te voy a presionar.

-no mezclo lo laboral con mi vida personal.

-descuida, lo sabremos manejar- asiento y dejo que me desvista lentamente...   

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-puedo llevarte a tu casa cuando quieras.

-ya quieres desacerté de mi.

-si supieras cuantas cosas quiero hacerte, pero ya hay que entrar a la realidad.

-lo sé, en unos minutos me alisto- asiente y entro al baño. Fue una noche increíble pero, lo nuestro no debe pasar más allá. Termino y salgo para encontrármelo dando vueltas en la sala.

-lista?

-si- sonrió y salimos camino a su auto.

-ya sabes...

-que no puedo comentar nada de esto en la empresa, que lo nuestro nunca paso y que las noches que pasamos juntos no pueden salir a la luz.

-perfecto.

-no tienes que ser tan imbécil.

-yo imbécil.

-si, por lo menos puedes fingir un poco de romanticismo hasta que me dejes en mi casa.

-perdón si te di una impresión errónea. Soy tu jefe y no me mesclo con empleados.

-perfecto, esto nunca paso- se detiene frente a mi casa, tomo mi cartera y ni adiós le digo. Es un patán.

Entro a mi casa y gracias al cielo mi hermano no está, entro a mi cuarto y me dispongo a dormir, estoy muy cansada.


La semana transcurrió con normalidad, ya que mi jefe nos dio a todos una semana libre, descanse, hice un poco de ejercicio, Salí con mi hermano de vez en cuando y ya me estoy preparando para empezar con mis labores mañana...

Nuestro {N.1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora