Flush/ Verkwan

Espejo

Las prácticas para el grupo eran un momento donde mejorar y mostrar lo mejor de ellos. Esforzándose con mucha diligencia se encontraba  SeungKwan en una esquina de la gran sala, pero en su mayoría los demás se preparaban para salir. Sus cabellos rubios se escapaban de su gorra, sus ropas holgadas en su mayoría y su reconocible voz inundaba su espacio.

Los miembros sin preguntar fueron saliendo junto con los demás miembros del staff, era bastante usual que más algunos chicos se quedarán. Sin mucho más demora los de la banda salieron del edificio dejando a algunos practicando para no molestar,  SeungKwan y Vernon, sin olvidar Chan se quedaron aquel día. Las horas avanzaban ya debería ser hora que la empresa cierre sus puertas, con una rápida llamada avisaron al mánager que se quedarían un rato más.

— Me ire Hyungs, no se queden muy tarde. — Se despidió con una reverencia.

La puerta cerró y ambos chicos encontraron sus miradas sabiendo lo que ocurriría. Avergonzado él mayor, bajó su rostro, pero pudo sentir las caricias de su pareja en sus cabellos. El americano poco a poco ganó la confianza de la situación para tenerlo bajo su cuerpo, tenía todo a su disposición. Sus cabellos estaban sudados y tapando su rostro, el maquillaje de la mañana ya no cubría su hermoso rostro. Poco a poco fue despejando las ropas holgadas de su mayor, se notaba que tenía bastante calor.

— ¿Quieres verte, ¿Quieres observar lo caliente que me colocas? Eres tan bello, tan cálido...— Exclamó pasando su lengua sobre los labios del contrario, con más control los mordió escuchando un sonido muy tierno.

Sin ropas algunas, su bello cuerpo a su dominio, mordió y jugó con su piel, le encantaba lo suave que era. Su pecho subía y bajaba rápidamente, un poco más abajo a tan bellos botones rosas, sus pezones estaban duros con el frío ambiente de la sala. Sus grandes manos lo acomodaron sobre sus rodillas haciendo que este reflejado en gran vidrio.

— Mira lo que haces, tan lascivos movimientos que logras. Mira como te vez, observa...~—

Detrás del rubio estaba el chico, pasando sus manos sobre la cintura del contrario, reposaba su nariz sobre el cuello , sus respiraciones alteradas y graves palabras en su oído creando que tiemble. Un poco más abajo, con las gruesas y frías manos tomaban el miembro palpitante. Con los segundos contados el punto culminando llegó, el organismo que cubrió el espejo de semen blanco.