Flush/ Verkwan

Lencería

Sin duda aquel bello cuerpo de cremosa piel sobre su cama valía cualquier dinero que pudo haber pagado por el chico, muchos de los chicos que contratan a no se vigilaban a él. Cada maldito centavo valía cada por detalle de su piel, todo el maldito dinero y esfuerzo para tenerlo con ropas de seda. Era un sueño, sus inocentes ojos, cuerpo con extraña aura de luz con tiernas reacciones a su toque. De hermosas proporciones en su trasero y piernas, tan preciado.

— ¿Como me veo? — Exclamó con su voz dulce observandose en el espejo.

Llevaba unas hermosas y largas ligas cubriendo sus piernas, de un hermoso color blanco acuerdo con su larga camisa totalmente desabotonada. Un aspecto desordenado, inocente con sus bellos cabellos castaños desordenados y ondulados. Su pecho descubierto, pero con la larga camisa reposando sobre sus hombros, sus piernas largas cubiertas por calcetines hasta el muslo.

La luz de la habitación o tal vez el mismo, lograba que unas traviesas lágrimas cayeran por su rostro, nunca habia visto tan hermosa figura. Sus botones en su pecho era rositas, tenía tantas ganas de juegar con ellos, pero, todo cambio cuando realizó que tan sólo había pagado por verlo y usarlo de modelo. Nunca haría algo que arruine tan bella figura, el se resistía a todo pensamiento.

— Hermoso, al igual que siempre babydoll — Susurró a un lado del chico, beso su cuello y le sonrió observando el espejo frente él.

Una hora para observar tan bella figura en la mejor lencería de su empresa, un modelo a seguir respecto a lo sumiso. El castaño sonrió para luego ocultar su rostro en el pecho del contrario, un suave rubor sobre su maquillado rostro. Tan sólo era un modelo de la compañía, como podía caer en las caricias de su jefe. Recordaba cuando entre las cámaras la suya siempre era las atrevida tomando hermosos ángulos.

El silencio incómodo se hizo presente en la habitación, el mayor con las ropas puestas fue poco a poco separándose. Salió de la habitación dejando con un dolor al chico, específicamente en su entrepierna. Sabía lo atractivo que veía, pero no tendría ese tipo de relación, no por ahora...