once♡

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Había escuchado hablar bastante sobre el lugar, era algo conocido, pero ella nunca había ido porque ese tipo de ambientes no eran lo suyo, sin embargo, a simple viste se miraba que el local (que era alumbrado con luces neón y estaba rodeado de gente casi atolondrada) era aceptable para Chelsy.

Al llegar a la entrada, lo primero que hicieron fue hablar con el guardia de seguridad, que los llevó al área restringida del club, en la parte alta, caminaron entre todo el tumulto de gente que bailaba y gritaba al compás de la música que era tan estrepitosa.

—Luke me dijo que reservó una mesa en el área VIP, justo al fondo —informó Calum, en un grito para que ellas pudieran escucharlo. Y cuando llegaron con un hombre realmente intimidante, solamente bastó decir el nombre del rubio y revisar un listado para que los dejaran pasar.

Y al instante se encontraron al muchacho rubio riendo a carcajadas con sus amigos, en una mesa redonda.

Chelsy quiso morir ahí mismo porque Luke lucía demasiado guapo. Llevaba una camina negra con estampado de corazones flechados, que a como acostumbraba, siempre iba medio desabrochada en el pecho. Su cabello rubio hacia atrás. Todo él estaba bien.

—No babees tanto —bromeó Preston, alzando ambas cejas de forma divertida. Chelsy dirigió su mirada a su amiga y puso los ojos en blanco.

— ¡Eh! —Luke gritó al ver a los tres acercarse, se podía notar que ya llevaba algunas copas de más por la manera eufórica con la que se movía.

La castaña se quedó detrás de Calum, viendo cómo estos se abrazaban e intercambiaban algunas palabras que se le eran inaudibles, observó cómo Luke abrazaba a Preston con una sonrisa en su rostro y cuando él se acercó a ella, su corazón comenzó a ir demasiado rápido, a centímetros podía oler el alcohol de su colonia y el del licor mezclados, sus piernas temblaron cuando él abrió sus brazos para envolverla.

— ¡Eh, Chelsy! —exclamó Luke cerca de su cabello que cubría su oreja, un escalofrío la recorrió.

—Feliz cumpleaños —le dijo en un grito, Luke se separó de ella y la observó al rostro para darle una sonrisa ladeada, casi picarona.

—Gracias.

Quiso seguir viéndole, pero eso sería extraño, así que se obligó a buscar con la mirada a sus amigos y puso los ojos en blanco cuando vio a Calum llevándose un shot a la boca para luego chupar una rodaja de limón. Ella ya sabía que iba a tener que cuidar del moreno.

Se acercó a la mesa y tomó lugar al lado de Preston. Aproximadamente había como una docena de personas, que por supuesto no conocía, solamente algunas caras se le hacían conocidas. En seguida se fijó en Melanie. La pelinegra reía con uno de los chicos, se veía tan linda, el brillo en sus ojos y su gran sonrisa, entendió por qué Luke andaba con ella. Era más que hermosa.

No pudo apartar su vista cuando el rubio tomó asiento a la par de Melanie para después pasar su brazo alrededor de sus hombros, vio cómo se acercaba hasta el  rostro de ella y plantaba un beso en su mejilla. Su corazón se oprimió.

— ¿Debería hablarle a Ashton? —Escuchó a su lado, giró su rostro y se topó con un Calum preocupado, Preston estaba entre ambos, por lo tanto el moreno se tuvo que inclinar hacia Chelsy—, Hemos intercambiado miradas, pero es algo raro.

— ¿Cuál es? —cuestionó, con el ceño fruncido. La iluminación en el lugar era casi escaza, totalmente todo era alumbrado por luces de colores tuenes. Vio a la cara de su amigo alumbrado por una luz roja y este señaló discretamente al frente suyo.

En el otro extremo de la mesa, un chico con el cabello bien peinado con gel hacia atrás y una camisa negra de botones estaba riendo a carcajadas a la vez que parecía estar contando algo por cómo gesticulaba el rostro y las manos. Chelsy reprimió una sonrisa. Ese chico sí que se miraba salvaje.

—Háblale —intervino Preston, Chelsy asintió estando de acuerdo.

—Sí, bueno, ya regreso —avisó levantándose de la mesa, la castaña tuvo que darle lugar y rió cuando este casi se tropieza con sus propios pies. Dirigió su mirada al chico castaño y notó que este ya tenía la mirada fija en Calum.

—Crecen tan rápido —bromeó Preston, Chelsy le sonrió y arrugó la nariz al presenciar cómo la rubia se tomaba todo su trago de un solo.

Chelsy no bebía, no era algo que tenía que ver con su criterio propio, simplemente le desagradaba el sabor que le dejaba cualquier bebida alcohólica fuerte.

—Deberíamos ir a bailar —propuso la rubia en una risa, la castaña alzó ambas cejas y negó—, Oh, vamos.

—No lo sé… ve tú.

No podía evitar ser un tanto introvertida, pero tampoco le gustaba quedarse en el mismo lugar sin hacer nada mientras veía a lo lejos a los demás divertirse, era casi como una lucha interna.

— ¿Bailas? —se escuchó al instante justo al frente de ambas, uno de los amigos de Luke le hablaba a Preston, esta vio a Chelsy, quien asintió encogiéndose de hombros.

—Ve —le dijo con una leve sonrisa.

—Regreso pronto, lo prometo.

Y fue así cómo Chelsy se quedó sola, como siempre, por culpa de no saber cómo actuar en la mayoría de situaciones sociales. Por supuesto que quería hablarle a Luke o a los demás, pero más a Luke o al menos parecer divertida, pero toda esa idea se esfumó cuando había mirado al rubio con su novia. Vaya basura.

Pasaron unos minutos en los cuales la castaña había decidido sacar su celular para mandarle mensajes a Brenda donde se quejaba de todo, estaba bebiendo algún jugo mezclado con un poco de alcohol, lo máximo que podía soportar. La mayoría en la mesa se había ido a bailar, la música cada vez era más estridente para sus oídos.

—Odio cuando mis amigos me dejan por otros —escuchó una voz a su lado derecho, enseguida alzó la mirada y se topó con esos ojos azules. Frunció el ceño y se percató que Melanie ya no estaba a su lado. Luke se había acercado a Chelsy porque el espacio en la mesa entre ellos estaba vacío—, Usualmente no me gusta venir mucho de fiesta, Melanie organizó todo esto, ya sabes, no podía negarme aunque quisiese,  hubiese preferido estar en mi apartamento comiendo para ser honesto contigo.

Su rostro estaba a centímetros del de ella a causa del ruido de la música, causando que sus mejillas ardieran como el mismísimo infierno, lo bueno es que él no podía notarlo. No entendía muy bien por qué Luke había decidido hablarle en vez de ir con sus amigos a bailar, o por qué Melanie lo había dejado solo, ¿A caso eso era una jugada del tonto destino?

—Pareces un chico de fiesta —soltó, dispuesta a sacarle plática al rubio. Este sonrió y tomó un vaso lleno de alcohol para llevárselo a la boca y beber.

—Sí, bueno, tú pareces alguien tímida, ¿Lo eres? —dijo, ocultando su sonrisa en el borde del vaso de vidrio.

—A veces, depende —respondió sintiéndose nerviosa de un momento a otro, le quemaba la mirada azul de él, sentía que podía traspasarle.

— ¿No te gusta bailar o no sabes? —cuestionó. Dejó el vaso a un lado y centró su mirada en ella.

—Sé cómo, pero no me gusta —confesó encogiéndose de hombros.

—En mi caso, yo no sé bailar, tengo dos pies izquierdos —soltó una risa, causando que Chelsy también riera—, Razón por la cual mi novia me ha intercambiado por sus amigas, algo razonable.

La castaña le vio a los ojos y sonrió. Las luces se reflejaban en su rostro, tenía una expresión casi juguetona, mirada traviesa y sonrisa socarrona. Y todo le causó extremados nervios a ella. Estaba junto a Luke, no simplemente Luke, sino que estaba presenciando una faceta de él que jamás pensó llegar a ver tan de cerca.

—Supongo que ahora me tendrás que soportar, lo siento, Chelsy —dijo con una sonrisa y pasó de manera inconsciente la lengua sobre sus labios resecos, ella retuvo todo el aire y se perdió en la mirada adormilada de él.

Oh, Dios.

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Estoy actualizando demasiado seguido, woooow. Luke ebrio siempre es el mejor Luke. Voten y comenten, les quiero♡

smitten | lrhWhere stories live. Discover now