V e i n t i s e i s.

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Al llegar al hospital Sandra llora desconsoladamente.

— ¿Dónde está Aurora? — pregunta Federico.

—Esta adentro con el doctor.

Federico entra a la habitación rápidamente.

— ¿Qué pasó? — pregunto mientras abrazo a Sandra.

—la mocosa se tiro del resbalin, estoy segura que lo hizo a propósito. — dice Laura. — no tenía nada, la revise sólo son unos rasguños.

—Lloraba mucho, por eso la traje al hospital.

Lo sabía, esa niña es un demonio.

Minutos más tarde Federico y ella salen de la habitación.

—Gracias a Dios no fue nada grave, sólo son unos rasguños. — dice Federico

Miro a Laura mientras ella pone los ojos en blanco.

— ¿Estas bien Aurora? — pregunto acercándome a ella.

—No me toques, esto es tu culpa.

—Aurora, esto no es culpa de nadie. Fue un accidente. — dice Federico mientras la carga en brazos.

—vamos a casa ahora, tu madre está muy preocupada.

Horas más tarde...

— Te dije que esa niña es un demonio. — le digo a Laura mientras nos sentamos en el sillón

— Te compadezco amiga, yo empezaría a buscar un orfanato para mandarla de una vez.

—No seas cruel, sólo tiene cinco años.

— ¿Hablando de demonios, como van las cosas con tu familia?

—Muy bien, ya saben que tendré un bebé y están felices.

Las últimas semanas he tratado de arreglar las cosas con mi familia y la de Emilio. Ellos no tienen la culpa de los errores de él, también he hecho las paces con Ignacia, y he conocido a Emilio un poco más, es un chico increíble y lo adoro.

—Ignacia enviará el próximo mes a Emilio conmigo, tiene que viajar por trabajo y me ofrecí a cuidarlo.

— ¿confías en ella? no te da miedo que esté planeando una venganza.

—Por favor, Laura, estamos bien. Además, quiero estar cerca de Emilio. Cuando lo conozcas te vas a enamorar de él.

— ¿Que dice Federico de todo esto?

—No tiene mucho que decir, pero hago esto para que Aurora tenga con quien jugar mientras venga.

Pasamos la tarde viendo películas, Federico llama una vez y promete venir en unos días luego del juicio por la tuición de Aurora.

Deseo que él sea feliz, y si su hija lo hace feliz no me queda más que intentar llevarme bien con ella.

Un mes después

Las cosas están más que difíciles desde la última vez, Federico ganó el caso. Miriam se fue a Miami sola, Aurora no hace más que reclamarle por estar conmigo. Fuimos al ultrasonido hace una semana nuestro bebe ya tiene 22 semanas. Hemos elegido el nombre, Se llama Ariana Isidora. Aquel día Aurora no entró, por ende, Federico tampoco, estuve sola todo el control.

Ahora estoy en el aeropuerto esperando la llegada de Emilio, estoy muy feliz de poder compartir con él.

—Tía Liliana. — dice mientras corre hasta mí.

—Cariño, que bueno es verte. — digo mientras lo abrazo.

—Muchas gracias por esto Liliana, no sabes cuánto te lo agradezco. — dice Ignacia.

—No hay problema, sabes que puedes confiar en mí. Estoy más que feliz de vivir unas semanas junto a este niño hermoso.

—La dije a la mamá que iba a portarme muy bien.

—Y no lo dudo, además lo pasaremos muy bien ya verás.

—Ya debo irme, mi vuelo saldrá en poco tiempo. — dice mientras abraza a Emilio. — te amo mucho, no lo olvides. Te llamaré cuando llegue.

Nos despedimos de Ignacia y vamos hasta mi auto.

—Mamá dijo que conociste a mi papá, ¿cómo era él?

—Sí, yo conocí a tu padre, él era...— no puedo mentirle a un niño, pero tampoco hablaré mal de su padre. — tu papá era increíblemente bueno, le gustaba mucho ayudar a la gente. Siempre estaba salvando el mundo.

— ¿Como un superhéroe? — pregunta encantado.

—Si, como un superhéroe.

—Mamá dice que papá está en el cielo ayudando a Dios a protegerlo.

—Tu madre tiene razón. — digo mientras acarició tu cabello. — eres muy parecido a él.

— también quiero ser un superhéroe cuando crezca y ayudar a las personas.

—Serás el mejor, ya lo verás.

Al llegar a casa preparo la habitación de invitados.

—Me gusta mucho esta habitación. — dice Emilio mientras salta en la cama.

— ¿Sí? Entonces está será tuya. Si quieres podemos pintarla del color que desees, y decorarla a tu gusto.

—Me encantaría. — dice sonriendo.

Federico llega horas después seguido por Aurora, la niña no hace más que reclamar. Emilio decide bajar a saludar, cuando se acerca a ella la abraza fuerte. Y Aurora se sonroja.

—Emilio, este es Federico. — digo mientras los presentó. — es mi novio.

—Mucho gusto. — dice mientras estira su mano.

—Encantado de conocerte Al fin. — dice Federico sonriendo. — ella es Aurora, mi hija.

—Hola, ¿quieres jugar conmigo en el jardín? — pregunta Emilio mientras le toma la mano.

Aurora y Emilio deciden salir al jardín, creo que esto es lo mejor. Estoy sonriendo de emoción, por fin dejará de quejarse todo el día.

—creo que alguien querrá venir todos los días a jugar. — dice Federico riendo.

—eso es bueno amor. — digo mientras lo beso.

Un pequeño paso para la humanidad, un gran paso para mí.

Feliz lectura.☺

Me acosté con mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora