s e i s

5.4K 632 702
                                    

Nunca había estado en un lugar así

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nunca había estado en un lugar así. Repleto de personas, adolescentes, niños, adultos y familias. ¿Esto era una cafetería o un restaurante? Shōyō no podría responderse a sí mismo porque no lo sabía.

Miró los pasteles en un mueble, detrás de un vidrio. Mesas al fondo, personas ocupando la mayoría. Luego una máquina de helados, de muchos sabores, veía diez desde donde estaba.

— Ten.

Kageyama llegó a su lado, un cono de helado en una mano y en otra un batido.

Hinata tomó el helado de sabor chocolate que había pedido y agradeció en un silencio al mayor, pero supo que él le había entendido, porque le sonrió casi al instante.

— ¿Dónde quieres ir? — Kageyama preguntó luego de unos segundos, observando al contrario comer a gusto el helado.

Shōyō se quedó en silencio, dirigiendo su mirada a él igualmente y sintió un malestar, no dolor, pero su estómago se revolvió al ver ese brillo en sus ojos.

Aclaró su garganta y bajó un hombro, incapaz de calmar ese extraño comportamiento que estaba teniendo.

— Ya me compraste un helado, ¿por qué no eliges tú un lugar?

Pero Kageyama sacudió su cabeza sin quitar su sonrisa.

— No, esta cita es para ti.

Y fue una indirecta muy directa. Kageyama estaba tratando de animarlo, porque se notaba a leguas que Shōyō estaba un poco desanimado, y él mismo lo sabía.

Hinata suspiró, miró al cielo que empezaba a nublarse lentamente y como una ampolleta, algo se le vino a la mente, iluminando sus ojos un poco.

— Una cancha de voleibol. — susurró. Miró a Kageyama a los ojos, casi tirando de ropa para empezar a caminar — Quiero ir a una cancha de voleibol.

En un silencio bastante cómodo empezaron a caminar y Hinata notó que el contrario estaba avanzando un tanto despacio, mirándolo detenidamente y bebiendo de su batido cada diez pasos.

Shōyō supo al instante que estaba siendo cuidadoso, ¿y cómo no? Lo ha encontrado dos veces casi al borde de la muerte. Suspiró e hizo un mohín cuando acabó el helado.

— Estoy bien. — lo miró, sonriendo un poquito, un tanto nervioso por la actitud del más alto.

— No, esto...yo.

— Estoy tomando medicamentos, así que es imposible que me den ataques en este momento. — mintió. Pero al ver que Kageyama relajaba su mirada, asintiendo y dirigiendo su mirada hacia el frente, sintió que estuvo bien.

Además, él era un desconocido, no era como si volviera a verlo, aunque ya se habían encontrado varias veces por casualidad.

Hinata mordió su labio inferior, mirándolo de reojo y observándolo en silencio.

No me dejes | Haikyū!! | editandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora