Capítulo 10: "Murum"

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Scarlet y el niño caminaron mucho, la senderos estaban muy erosionados, ya que los ríos de lava comían las orillas, aparte cada tanto se hacían sentir algunos temblores. Scarlet escuchaba voces que le decían “Deja todo y volve a tu vida” “No corras riesgos estúpidos ” “Todo esto no tiene sentido”.
El niño le decía que no escuche, que esas palabras eran solo trampa y engaños, para que se distraiga y pierda el juego, ya que muy pocos lograron salir victoriosos.

Caminaron muchas horas, Scarlet cada tanto escuchaba las voces, pero hacia como que no las escuchaba, estaba muy concentrada a pesar de que ella, ya que le dolía el cuerpo y sufría jaquecas.

-Falta poco, ya estamos llegando, ¿Ves las murallas y el portón de entrada?- Le dijo el niño.
-Si lo veo, es impresionante, ¿Cuánto falta aproximadamente?- Le pregunto Scarlet con cansancio.
-Estamos a un par de kilómetros, ¿Te diste cuenta que estas por ganar el juego?- Le dice el niño a ella.
-Es lo que más quiero- Dijo Scarlet con ansías.

Siguieron caminando por una calle, ya no había precipicios, solo un camino totalmente despejado.
Lo que quedaba de camino lo hicieron casi corriendo, hasta que llegaron.

-Llegamos ¿No?- Le pregunta Scarlet.
-Si, llegamos, ahora tenés que abrir esta inmensa puerta de 450 metros de altura construida de puro granito- Le explicó él.
-¿Tengo que decir alguna palabra mágica?- Dijo ella.
-No, solo tenés que encontrar la forma de abrir esta titánica puerta- Dice el niño.

Scarlet ve la inmensa puerta y cuando mira hacía atrás para hablar con el niño, este ya no estaba.
-¿Y ahora qué hago?- Se pregunta.

Primero camino hacía la derecha, miro cada centímetro, quizás buscando alguna hendidura con un interruptor o una palanca, y así de esta forma moverla y hacer que la puerta se abra, repitió lo mismo, pero, a la izquierda, tratando de resolver el problema.

No encontró hendiduras ni palancas, entonces, se paro enfrente de la misma y comenzó a gritarle palabras como “¡Abrete!” o “¡open the door!”.
La golpeo con sus puños, hasta que se cansó de golpear y gritar.

-No se que hacer- Se dijo Scarlet.

Scarlet era como una hormiga gigante  frente a la brutal diferencia que había con la muralla y la gran puerta.

Los temblores que al principio eran esporádicos, ahora se hacían sentir con más fuerza y eran más frecuentes, la caverna parecía que crujía desde sus cimientos.

La desesperación comenzó a socavar su moral y cordura, presa del pánico empezó a blasfemar, pero la puerta seguía intacta.

Entonces se arrodilló y comenzó a rogar que se abra, pero, todavía seguía igual.
-¡No me puedo rendir!- Dijo Scarlet dándose ánimos- Pero no se que hacer.

Los temblores estaban provocando derrumbes, rocas pequeñas y grandes caían desde arriba, todo estaba colapsado, fue entonces que apareció nuevamente el niño, ahora tenía 3 años solamente, era casi un bebé.

-Scarlet, tenés que dejar todo y venir conmigo, esto se esta poniendo peligroso, ¿Te das cuenta que todo esta colapsando?¿no?- Le dijo el niño a Scarlet muy preocupado.
-¿Y todo el sacrificio que hice por mi familia fue para nada?- Le dijo ella.
-Parece que si, si no encontraste la forma de abrir la puerta, lamentablemente te tengo que decir que todo fue en vano- Le dice el niño.
-¡No me voy a rendir!- Dijo gritando Scarlet.
-De todo esto no va a quedar nada en muy poco tiempo- Le dice él apresuradamente.
-No importa,...tengo que lograrlo- Le dijo Scarlet.
-¿Vas a dar la vida por tu familia?- Pregunta el niño.
-Si mi hijo por venir y mi marido James logran salvarse, no tengo dudas- Le responde ella.
-¿Segura?- Pregunta de nuevo el niño.
-Muy segura, por ellos doy todo- Asegura Scarlet.
-Esta bien, me tengo que ir, fue un placer haberte conocido, que tengas muchas suerte- Le dice él.
-Gracias- Dijo Scarlet.

Scarlet con las pocas fuerzas que le quedaban golpeo desesperadamente la titánica puerta, sin lograr resultados visibles, pero, ya era muy tarde, todo colapsó, la pobre chica solo atinó a cubrirse la cabeza para protegerse del brutal derrumbe, el estruendo fue terrible.

-Scarlet, levantaré sin miedo- Le dice el niño a ella.
-Pero, yo vi como todo se derrumbaba- Le dijo Scarlet.
-Efectivamente y jamas te arrepentiste de tu decisión, ¡Ganaste el juego! ¡Te felicito!... fue tu entrega, la que hizo que ganaras el juego, dar la vida por tus seres amados- Le dice él con alegría.
-¿Entonces gané el juego?- Pregunta Scarlet.
-Si, ganaste, la única forma de abrir la puerta era esa, dando la vida por los tuyos- Le explico el niño.
-¿Y ahora que?- Dijo ella.
-Veni que te voy a mostrar el premio que ganaste- Le dice el niño  guiándola.

Caminando sobre un sendero a unos pocos metros se encontraba una pérgola muy bien decorada con hermosas flores de todos los colores y el el centro de la pérgola sobre un pilar adornado con incrustaciones de piedras preciosas de diamantes, esmeraldas y rubíes, se encontraba “El Lumen ” que era como una esfera de energía con destellos dorados, apoyada sobre una base de oro puro.

-Scarlet, “El Lumen” es tuyo, podes llevártelo- Le indicó el niño.
-Gracias- Dijo ella.

Entonces Scarlet se dirigió con pasos seguros, pero, a la vez con un profundo respeto.

El juegoWhere stories live. Discover now