Capítulo 7: "Lignum"

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"La belleza muchas veces esconde una gran maldad"
"Negativo y positivo, yin y yan, el bien y el mal, todos son aspectos de la realidad y de la vida.
Así como en la física, la carga negativa se dirige a la carga positiva para completar el circuito generando un flujo de electrones, formando así la corriente eléctrica.
Lo mismo pasa con el yin y el yan, que siendo polos opuestos se complementan y generan un movimiento de energía.
De esta forma podemos deducir, nos guste o no, que dentro nuestro, lo malo y lo bueno están siempre en una interna lucha, y siendo sinceros con nosotros mismos, tenemos que reconocer la dualidad que llevamos dentro, estamos casi siempre sufriendo los incesantes conflictos internos, marchas y contramarchas, para luego tomar la decisión que defina el curso de nuestras vidas".

Sexto portal

Cuando cruzó el portal estaba en pésimas condiciones físicas, parecía una momia, su edad superaba los 140 años, milagrosamente seguía con vida.
Afortunadamente cuando llego al otro lado, el muchacho la esperaba allí, y le dio de beber un líquido que saco de una flor, el cual según el, le iba a restituir su fuerza y juventud perdida.
Cuando lo termino de beber, de a poco se fue recuperando, sus rasgos volvían a ser lo que eran, ya respiraba con normalidad. Scarlet quiso hablar, pero el muchacho se lo impidió, diciéndole:
-Tranquila, respira profundo que todo va a salir bien, falta poco para que llegues a estar totalmente recuperada, el néctar de la flor que te di esta haciendo su trabajo muy bien- Dijo calmándola.- Mientras te recuperas te voy diciendo los detalles de esta etapa, primero, en este lugar todo lo que ves no es lo que parece, de día es una cosa y de noche otra, por lo tanto tenés que intentar llegar antes del anochecer al portal; cabe aclararte que mientras va anocheciendo todo esto se va a ir transformando en un lugar muy peligroso e inseguro.
-Veo que ya estas mejor- Dijo el muchacho- Si querés te podes parar y vemos como te sentis.
-¿Ahora ya puedo hablar?- Le pregunto Scarlet y este asistió con la cabeza.
- Cada vez estas más joven, ahora tu apariencia es de 13 años, como máximo.
-Tenés razón, en estos lugares todo es misterioso; te recomiendo que comas unas frutas que hay más adelante, así sacias tu hambre- Dice el muchacho- Vas a tener que seguir por este sendero así llegas más rápido al portal, me tengo que ir, así que no te saco el tiempo, cuidate- Dijo y se esfumó, dejando a Scarlet sola en aquel sitio.

Scarlet, siguiendo por el camino que el muchacho le había marcado, llego a un lugar donde encontró un árbol lleno de frutas rojas, muy parecidas a las ciruelas, pero eran mucho más grandes; tomo una y dio el primer mordisco, fue un estallido de sabor, dulce con un toque de acidez que la hacía exquisita, no solo se comió una, comió varias, hasta que satisfizo su hambre, muy cerca de allí se encontraba un árbol frondoso y debajo había unas orquídeas muy hermosas de variados colores y tamaños, una imagen paradisiaca.

- Quede tan saciada que me dio un poco de sueño, no me vendría nada mal unos minutos de descanso debajo de ese hermoso árbol- Dijo Scarlet bostezando.
Camino hasta el árbol, se sentó a los pies de éste, apoyando su espalda al tronco y se quedo mirando el lugar. El sol por momentos le daba en la cara, propiciando una siesta, los párpados se le hicieron pesados.
-Cinco minutos y sigo el camino.
Mientras se dormía veía como un colibrí bebía del néctar de una de las orquídeas que estaba a su lado, a lo lejos un rebaño de antílopes estaban comiendo en total armonía, dulcemente se sumergió en un sueño, en donde se encontró con su marido.

-Hola, ¿Cómo te sentís?- Le pregunto Scarlet.
-¿Dónde estás?- Le dijo el.
-Estoy luchando para que todo este bien- le respondió Scarlet.
-Pero decime en donde estas, por favor, te extraño, perdoname- insistió James.
-No tengo nada que perdonarte, son fatalidades de la vida, pero yo voy a reparar todo este lío y vamos a estar bien, los tres.
-¿Cómo lo vas a reparar?- Pregunto él.
-Para eso estoy acá, en este lugar, para arreglar este problema, todo va a salir bien- Le aseguro Scarlet.

De pronto, sintió un ardor en la pierna que la despertó, el sol estaba por ocultarse en el horizonte, gira la cabeza y ve al lado de ella algo que la horrorizó, la orquídea se estaba devorando al pobre colibrí, lo que antes era un lugar hermoso, ahora era el mismo infierno. Las otras orquídeas que estaban a su lado intentaban devorarla, largando de sus bocas una baba verdosa, que estaba disolviendo la armadura, fue eso lo que le provoco el ardor tan fuerte que la despertó.

Ya estaba oscureciendo y veía a los antílopes corriendo por sus vidas, los arboles se bamboleaban de un lado al otro, como si fuera una tormenta tropical, pero sin viento. Los pájaros y animales corrían, en esa confusión y caos, se dio cuenta que estaba en serios problemas, y que la desesperación de los animales no era para menos, el bosque mismo cobro vida, los arboles arrancaban sus raíces del suelo para poder moverse libremente, arbustos que se arrastraban, todos buscando carne y sangre.
La baba verdosa de las orquídeas tenían una encima corrosiva y altamente venenosa, parte de ese veneno pudo filtrarse por la armadura envenenando a Scarlet.

-¿Qué me pasa? Estoy mareada- se pregunto Scarlet.

Las plantas no eran rivales muy difíciles de vencer pero con el veneno en su torrente sanguíneo representaban una complicación.

Scarlet caminaba con dificultad, los arboles con sus raíces se devoraban a los antílopes y a todo ser que capturaban en su camino.

Uno de los arboles ataca a Scarlet con una raíz y la intenta estrangular, con las otras la intenta despedazar, como había hecho con los animales que se devoro, ella se defiende con su espada (que se había puesto al rojo vivo), corta las raíces de la abominación y con un golpe certero en el tronco lo mato, mientras moría lanzo un chillido ensordecedor, como si pidiera ayuda a sus hermanos.

Fue así que una multitud de arboles carnívoros venían a vengar a su hermano, Scarlet se puso en guardia y la armadura se encendió en llamas, el veneno estaba haciendo su efecto en ella, pero a pura garra y furia venció uno a uno los arboles que se le ponían frente a ella, como estaba envuelta en llamas cada corte de su espada prendía fuego a las ramas y raíces, provocando un incendio.

Arrastrándose muy lentamente, como pudo, se acerco al portal, el traje dejo de estar en llamas, tenía la vista borrosa por culpa del veneno, y a pocos metros del portal se le cruzaron en su camino unas orquídeas gigantes de 2 a 3 metros de altura, todas juntas vomitaron sobre Scarlet la misma baba verdosa con la que le habían dañado la pierna anteriormente, pero ahora estaba bañada en ese vomito verdoso.

-No voy a perder, estas plantas no van a poder vencerme.

La armadura reacciona generando unas púas que fueron lanzadas sobre las orquídeas gigantes, estas intentaban sacárselas desesperadamente, pero, ya era tarde, las púas eran explosivas y las plantas volaron en cientos de pedazos, dejándole el camino libre.

Cae de rodillas, el vomito de las orquídeas estaba disolviendo la armadura, la situación empeoraba ya que más veneno entro en su sangre, sin fuerzas y con mucha voluntad, se arrastro como pudo.

Tosía, le faltaba el aire, estaba muy cerca, sube un escalón, sube otro, arrastrándose, solo con su orgullo, peleando para poder ganar el juego, se alentaba a si misma, y de esta forma llego al portal, lentamente lo fue atravesando.

¿Qué le esperara en el otro lado? ¿Con qué enemigos se va a enfrentar?

Ya paso el sexto, falta poco para llegar al final.

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