UNA PROBADITA

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Él al igual con lágrimas, cierra sus ojos, coloca el dedo en el gatillo y dice:

—Cierra tus ojos y cuenta hasta diez, cubre tus oídos.

Cada palabra llena de dolor.

¿Y cómo no? Estaba a punto de matar a...

—Si la mato... ¿Seré libre? —dice aún con los ojos cerrados.

—Si la matas, no sólo serás eso —contesta la maldita perra.

... obedece las indicaciones que Jason le había dado. 

FATENDWhere stories live. Discover now