Allan Woodhouse sigue siendo un libertino, hijo de padres nobles, pero ahora dedica sus días a resolver misterios sobrenaturales y ocasionalmente cobrarle a ancianitas por encontrar mascotas perdidas. La descripción del empleo es muy vaga y amplia...
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Me quedé contemplando al apuesto muchacho con incredulidad. Realmente esperaba que se tratara de una visión así que me pellizque la mano esperando a que desapareciera. A veces lo hacía cuando el cuerpo no me respondía como yo quería con las visiones sobre el pasado y el futuro. Pero este no era el caso. No se trataba de una visión. Era cien por ciento real.
—¿Skay? — Balbuceó Camdem estirando su mano para tocar el rostro del muchacho.
—No se que ocurrió— Dijo con mi voz, llevándose las manos con nervios a la sien.
—Esperen...¿Así me veo llorando? — Camdem abrazó a skayllan, de hecho así se llamaría nuestro ship ¿No? y con Camdem sería Camskayllan, eso si fuéramos un trio poliamor ¿No esta bueno? Suena a línea de colchones y sommiers... duerma con Camskayllan, sueños reconfortantes garantizados.
—Allan. ¿Qué estás haciendo mirando la nada no se te ocurre ayudar? — Me gritó Camdem conmigo en sus brazos desnudos...Eso me volvió con repugnancia a la realidad.
—Es muy perturbador lo que estoy viendo, ¡ya suéltame y ponte una camisa! ¡Por Batman!¡Necesitamos pensar! — La verdad es que soportar mi propia figura estuviera en los brazos del vampiro era algo terrorífico. Ningún ship poliamor con Camdem... aunque besarse con uno mismo si que eso sería interesante de probar.
—Te juro que si estás pensando algo pecaminoso con mi Skay y tú te caigo a trompadas ya mismo— Se puso a la defensiva el vampiro, y luego procuró pasar la cabeza por el agujero del cuello de mi remera de La historia sin fin.
—Ok ¿Los incubus pueden cambiar de apariencia? — Pregunté tratando de remarcar lo obvio.
—No— Dijo Camdem resoplando.
—Bueno...— Respondió mi clon. — La diosa podía hacerlo, creo que eso era la transmutación. Podía transformarse ella y transformar las cosas, pero eso es imposible. En siglos los descendientes de la diosa jamas heredaron ese poder, solo la diosa lo tenia.
No quería remarcar lo evidente y era que quizás la diosa no era la única Incubus que podía transformarse a gusto. Esto debía ser algo de la descendencia de Skay y los genes...¿Los vampiros tenían genes?
—Ok no soy un experto, pero ya que Skay no es un cambiapieles me parece evidente que posee el don de la transmutación. ¿Tienes tus dones vampíricos o eres humano como yo? — Pregunté curiosamente para saber que tan lejos llegaba esto de la transmutación. Camdem acercó su nariz y olío el aroma de Skayllan. Se llevó la mano al rostro con horror.
—Hueles como el idiota Skay. Hueles a humano. — Skayllan cerró los ojos e intento algo pero era evidente que no funcionó.
—Si soy humano. Intenté conjurar alguno de los poderes de los elementos y no pude. —Dijo con tristeza.
—Espera, espera...¿No dijiste que pocos incubus eran capaces de controlar los cuatro elementos como lo hacia skay?
—Si lo dije. Pero de allí a...—No termino la frase porque le puse mi mano en la boca y lo callé.
