a darles por el culo a esos alfa.

Start from the beginning
                                    

—¿Por qué pintaste la puerta? —preguntó Scott.

—Vete a casa, Scott —fue la respuesta de Derek.

—¿Y por qué solo un lado? —insistió, tocando con su mano la pintura roja de la puerta.

Scott sacó sus garras, y comenzó a pasarlas por la puerta, arrancando la pintura.

—Scott —dijo Derek, intentando detenerlo yendo hacia ellos.

Finalmente, la verdad quedó descubierta. Un símbolo en color negro había sido pintado en la puerta.

—Los pájaros en la escuela, el ciervo de anoche, igual que la noche en la que casi me aplastan los ciervos cuando me mordió el Alfa... —dijo Scott, pensando en voz alta—. ¿Cuántos hay?

—Una manada. Una manada de Alfas —dijo Derek, a regañadientes.

—¿Todos? ¿Cómo puede funcionar eso? —preguntó Stiles, escéptico.

—He oído que hay una especie de líder. Se llama Deucalion. Sabemos que tienen a Boyd y Erica. Peter, Isaac y yo llevamos cuatro meses buscándolos —Derek volteó a ver a Terra, casi disculpándose genuinamente—. Lamento que Isaac no te lo dijera. Le pedí que no lo hiciera porque no quería meterlos a ustedes en el problema.

—Digamos que los encuentras —dijo Scott, comenzando a acercarse a Derek—. ¿Cómo lidias con una manada de Alfas?

—Con toda la ayuda que pueda conseguir.

Stiles parpadeó, dándose cuenta de algo. Terra no había dicho ninguna palabra. Volteó a verla. Tenía la mirada en el piso, olvidándose por completo de su celular. Jugaba nerviosamente con sus uñas y su respiración era inusual.

—Terra, ¿hay algo que quieras compartir con el grupo? —preguntó Stiles lentamente. Todos los ojos se posaron en Terra.

Terra se relamió los labios.

—Probablemente no tenga importancia, en serio —dijo, pero su voz se quebró. Lentamente alzó la vista. Sus ojos estaban brillosos, como si se estuviera conteniendo de llorar—. Hace unos meses, comencé a recibir cartas. Estaban en lugares completamente diferentes, pero de alguna manera siempre las encontraba. A veces las dejaban para mí en mi mochila cuando acababa de nadar, o en mi libreta después de darle asesoría a alguien o en mi ruta de correr, sin importar cuantas veces la cambiara y... Tenían ese símbolo. El símbolo de la puerta.

—Pero hay más —musitó Stiles. Terra asintió.

—He lidiado con acosadores antes. Quiero decir, el último fue literalmente un psicópata asesino que controlaba a mi hermano —Terra rió nerviosamente—. Así que pensé que podía soportarlo, pero últimamente las cartas se han vuelto más personales. Dicen cosas de mí que nadie más podría saber, tienen fotos de mí y...

—¿Y? —preguntó Scott suavemente.

—Y todas huelen a mi ex novio. El que me mordió. Brandon Davis.

Terra se debía de ver realmente afectada, porque incluso Derek quiso consolarla.

—Probablemente solo estén jugando con tu cabeza —dijo—. O sean idea tuya. El miedo es algo muy poderoso. Las posibilidades de que Brandon regrese, después de lo que le hiciste a su compañero de cuarto... —Derek se dio cuenta de que había hecho lo opuesto a ayudar cuando Terra lo miró como si quisiera asesinarlo.

—No tengo idea de lo que están hablando —balbuceó Scott, abriendo los ojos.

Terra se relamió los labios.

right here /teen wolf |far away #2|Where stories live. Discover now