Capítulo 23

31 3 0
                                    

Abrí la puerta dejandola pasar. Tire las llaves en el sofá.

"¿Tienes hambre?" le pregunto revisando la nevera.

"¿Me harás de comer?" pregunta curiosa. Me acerco a ella y la tomo por la cintura.

"Tenía la esperanza de que dijeras que lo harías tú" bromeé.

Recibí un golpe como respuesta junto a un 'idiota' inaudible.

"Bien pediré pizza." dije resignado después de varios no de su parte.

"Una hawaiana, voy al baño." anuncio.

(*)

Veinte minutos después la pizza había llegado, Aleec y yo estábamos en el sofá viendo una película de acción.

"¿Alguna vez has vivido algo así?" preguntó al ver como perseguían al protagonista. El tipo saco un arma y disparó dejando a tres en el suelo.

"Por que lo preguntas" dije mirandola.

"Simple curiosidad." musito.

"Bien, ¿algo más?" pregunte al ver au cara.

"¿Has herido a alguien?" me quedé sin aliento. Me removi incómodo en el sofá.

"Digamos que sí" dije tomando el control de la televisión.

"¿Me enseñarías a disparar?" soltó de repente.

Me atragante con la pizza.

"Ni loco." respondi.

"¿Pero porque?"

"Porque no Aleec y no insistas." le dije al ver que abría la boca.

"Bien" cruzó sus brazos.

"Oh no, nena por favor" trate de tocarla, ella sólo se hizo a un lado. "Te vas a cabrear por esto." pregunte. No respondió.

"Vale, molestate y haz berrinche no cambiaré de opinión." Me levante y entre a mi habitación azotando la puerta.

Aleec POV's

Di un pequeño brinco al escuchar la puerta ser azotada.

Había sido una perra. Enserio Aleec, enseñarte a disparar, sabiendo como está la cosa. Sí que la había cagado, habíamos quedado en que no me meteria en sus asuntos y en cualquier cosa que implicará su trabajo. Y que hice. Exacto le pregunte sí había herido a alguien, cuando ya lo había presenciado, estúpida. Es era lo que era, una gran estúpida.

Y no conforme con eso le pido que me enseñe a manejar un arma.

Me levante del sofá y camine hacia sí habitación, toque la dura corteza de madera con mis nudillos. No recibí respuesta, volví a intentarlo. Nada.

"Matt" hable atravez de la puerta. No contesto. "Vale, y-yo lo siento. No fue mi intención incomodarte." me disculpe.

Segui sin recibir respuesta.

"Bien, tomaré un taxi a casa. Háblame cuando se te pase el enojo." dije y camine de nuevo a a la sala. Tomé mi bolso y mi celular. Me acerque a la puerta y gire el pomo.

"A dónde crees que vas?" pregunta una voz a mis espaldas. Sonrio en mis adentro, después de todo no está enojado. Suspiro y volteó a verle.

"Me voy a casa" dije firme.

"Te ibas a ir sin avisarme, está bien que te enojé pero..."

"Espera, acaso no escuchaste lo que te dije hace unos minutos."lo interrumpí.

"No, estaba en la ducha." dijo con obviedad. Frunci el ceño y fue cuando lo observé. Una pequeña toalla rodeaba su cintura cubriendo su parte íntima.

"Yo no sabía que te estabas duchando." dije quitando mi vista de ahí.

No dijo nada más, ni yo lo hice. Sólo quería que me abrazara.

Al parecer ninguno de los dos cederia así que lo mire. Se veía tan sexy así, de brazos cruzados semi mojado, haciendolo ver como un Dios griego. Unas ganas de meterlo a su habitación y hacer un sin fin de cosas pasaron por mi mente. Me sonroje y creo que lo noto porque recibí una sonrisa burla de su parte.

"Yo no quería incomodarte, sólo quería saber más de eso, me dio simple curiosidad." empecé a hablar. El me miro por unos segundos.

"Y lo de enseñarme a disparar era juego. No haré nada que tú no quieras." agregue.

Suspiro y bajo los brazos a sus costados.

"No es que no quiera que lo hagas o que sepas de ello. Sólo tengo miedo." se acerco a mí.

"¿Miedo?" pregunte.

"Sí" musito.

"¿A que?" levante su rostro para poder ver sus ojos.

"A que descubra el monstruo que soy, a que me dejes sí no llegó a ser lo que tú esperas." dijo.

Era eso, inseguridad. Diría que no tengo miedo de las cosas que hace, pero siendo sincera mentiria. Tengo miedo de que le pase algo y jamás vuelva a verlo. Se que lo hace para protegerme de cualquier peligro lo cual agradezco.

"Yo también tengo miedo." confese. "De tan sólo pensar que algún día te lleven lejos de mí me aterra. De que un día para otro ya no te vea más y de olvidarte. Se que es poco tiempo pero te quiero y de verdad no se que haría sí no te tuviera a mí lado." a este punto mis lágrimas bajan por mis mejillas. El tomo mis manos y me acerco a su pecho. Su brazos rodearon mi cintura y sus manos acariciaron mi espalda baja.

"Yo también te quiero nena, haré lo que sea para permanecer siempre a tú lado. Siempre y cuando me ames." susurro lo último.

"Siempre y cuando me ames." repetí.

Siempre y cuando me amesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora