Epílogo

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Nueve años después...

Estiré mi brazo para encontrarme con ella pero nada, abrí los ojos y su lado de la cama estaba vacío.
Me coloqué la pantaloneta para ir en su búsqueda. Antes iría a cepillarme los  dientes.

Llegué al lavabo y sonreí al recordar hace algunos años cuando el tarro de los cepillos solo lo ocupaban tres, hoy ya son: El morado; mamá, el azul; Papá, el rojo; la bendición #1, el rosa; la bendición #2; el amarillo la bendición #3 y estábamos por esperar una próxima bendición. La tarea de cepillarnos los dientes la hacíamos en familia pero hoy me habían abandonado.

Desde que Dulce y mis hijos llegaron a mi vida tengo algo porque agradecer cada mañana.

Cepillé mis dientes, me lavé la cara y salí de la habitación, nadie se encontraba en la sala, ningún ruido, esto me hacia sospechar, conozco a mi familia y sé que algo traman.

- ¡Dulce!- Empecé a llamarlos a uno por uno dando pasos lentos por la casa. - ¡Dani!- Levanté los cojines del sofá - ¡Violeta!- Abrí la nevera, sí, a veces se escondía ahí- ¡Sebastián!- El menor de nuestros hijos llevaba el nombre de mi mejor amigo.

Por ningún lado se reportaban, eso quiere decir que están en el jardín.
Iba a salir pero me detuve a observar la estantería que cubría toda una pared, cuadros, fotografías de Dul, nuestros hijos y yo, menciones, titulares de periódicos, medallas y trofeos de mi Dul. Sí, lo conseguimos, logró participar en los juegos olímpicos por dos veces consecutivas en las que logramos traernos la medalla de oro, ha tenido participación en algunos torneos en lo que ha ganado también medallas de plata, es una mujer muy entregada a lo que ama, a su familia y el deporte, no se da por vencida.
Después de reflexionar y agradecer un rato por todo lo que tengo fuí en búsqueda de mis bendiciones.

Abrí la puerta que daba al patio-jardín, avancé unos cuantos pasos, entonces escuché esas risitas inconfundibles, di la vuelta y recibí un ataque de globlos llenos de agua.

- ¡No nos atrapas! - Mi pequeña Violeta, era una princesa con tres añitos, tenía la sonrisa de ella y los ojos mios según dice Dul.
Corría escapando de mí tomada de la mano de Daniel que ya era todo un hombrecito.
Cerca de ellos estaba Dul con su pancita de cuatro meses de embarazo, ella cargaba a nuestro hijo menor Sebastián quien estaba a punto de cumplir los dos años.

Me había dejado emparamar con el agua ya que eso a ellos les hacia gracia y sus risas eran melodía para mis oídos.

Corrí hasta alcanzarlos, los atrapé, mojé, besé y abracé, eran mios, eran mi familia y el mayor tesoro que he adquirido.

- Papi deja de llenarme la cara de besos - Me decía mi princesa harta de mis cariños.

- Esta bien entonces me iré con tus hermanos.

- ¡Quiero jugar fútbol!- Se levantó entuciasmado Daniel y fue en busca del balón.

- Bueno, yo seré el árbitro- Dul se paró en una esquina del patio y dio inicio al partido, mi equipo era Sebas y nuestros contrincantes Daniel y Violeta.

El partido finalizó y hubo más risa que goles, mis hijos eran muy malos perdedores.

- Quedé con un sin sabor ese árbitro estaba como comprado- Comenté y me calleron todos, me agradaba hacerlos enojar.

- Quedamos empatados- Respondió Daniel y mi mamá es una excelente árbitro.

- Sí, papi no seas mal perdedor- Violeta no se quedaba atrás.

- Amor no seas mal perdedor - Dul se acercó y me dio un beso. - Te amo, ya después te doy tu premio- Guiñó el ojo y ambos sonreímos.

- Tengo hambre- Bostezó Sebas.

- Ya es hora de comer algo, vamos todos a bañarnos que su papá nos va a invitar a almorzar a ese restaurante que a ustedes tanto les gusta.

Los niños emocionados entraron a la casa y me quedé a sola con Dul.

- Mi amor gracias por todo.

- Gracias a ti por luchar por esto y no dejarme nunca a pesar de los obstáculos, te amo a ti y a esos niños hermosos.

Nos fundimos en un beso.

Así son nuestros días, lindos, especiales, sencillos, de cualquier pequeñez sacamos un plan para disfrutar de nuestra familia, esta mi vida ahora y no la cambiaría por nada.

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Simplemente con todo mi corazoncito 💖 me queda darles las gracias a todas y cada una de ustedes que me acompañaron en esta historia, por dedicarle su tiempo, por aguantarme y porque algunas veces tardé siglos en actualizar.

Gracias, gracias, gracias, ustedes son las mejores y las quiero un resto ❤❤❤.

Con todo el cariño por ustedes...

💌 Diana Mora 💋💋💋

Como Estar Sin Ti © (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora