Capítulo 9. Punto de partida

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Hostia. Joder. Ya había oído varias veces eso de que el mundo era muy pequeño, pero para ella estaba empezando a ser demasiado pequeño. Al menos a su gusto.

¿Qué probabilidad estadística real había de volver a la chica de ojos verdes? Entre cero y nada, de eso estaba ella segura. Pero, ¡zas! En toda su cara le habían dado las matemáticas una vez más.

Le tocó ir a recoger a Madi al colegio porque habían llamado de urgencia a su hermana de que estaba con fiebre, pero ella no podía ir, porque después de tantos años sin trabajar al fin había decidido intentar volver, así que le pilló hablando con el jefe del Grounder. Por lo que recibió una llamada de Echo donde se le notaba en la voz que estaba bastante nerviosa, con sus propias palabras algo atropelladas. Aunque era normal su estado, justo cuando decide volver, recibe la llamada del colegio diciéndole que su hija se encuentra enferma.

Por suerte ese día ella no estaba trabajando, tenía la mañana libre y Raven... Raven no sabía dónde estaba, la escuchó salir temprano, seguramente habría ido al gimnasio. Así que no le importó en absoluto ir a por su sobrina, todo lo contrario, ella estaba encantada. Adoraba pasar tiempo con Madi.

Pero lo que no esperaba para nada encontrar cuando llegó al colegio, fue a Lexa Woods allí. Es que estaba completamente segura de que no volvería a verla, un 99% de seguridad de ello y que si, por algún casual ese 1% se cumplía y la volvía a ver, no le iba a regalar una mirada normal y mucho menos una sonrisa, porque es que era la mejor amiga de Octavia Blake.

Las matemáticas nunca se le habían dado muy bien, pero de repente ese 1% se cumplió, echando abajo todas las estadísticas.

Es que aquellos escasos minutos en el colegio de su sobrina, rompieron todos sus esquemas. No necesitó más de diez minutos para garabatear todo esquema posible que su mente había creado.

Volvió a ver a Lexa, la cual le dio una mirada al principio indescifrable, como muy sorprendida, pero es que después le sonrió. Joder. Le regaló una sonrisa. Y no sabía si alegrarse o no, porque de repente le parecía realmente extraño todo.

Se marchó diciéndole a la chica de ojos verdes que a ver si volvían a verse pronto y así lo esperaba, de verdad. El aura que aquella muchacha tenía era agradable a la par que misteriosa. Así que tenía ganas de volver a verla, pero en otras circunstancias, porque las dos veces que le había visto fue en sus respectivos trabajos, por lo que no hubo lugar ni tiempo real para conocer algo más allá de sus nombres y a lo que se dedicaban. Poca información para su gusto.

Y ahí estaba, pensando otra vez en ver a aquellos ojos verdes mientras charlaba con Ontari, esperando a que llegase la mayor de las hermanas.

- Le dije a Lexa que si quería venir hoy. – La voz de Ontari la trajo de vuelta a la tierra.

Esa frase la sacó de todo pensamiento, poniéndola un poco nerviosa y no sabía si por miedo a que la respuesta fuese negativa y saber que no iba a mirar esos ojos verdes, o por pánico a que fuese afirmativa y significara que podría volver a verla, aunque no sabía si eso implicaba que viniese sola o acompañada. Se instó a dejar de pensar en las posibilidades porque su hermana ni siquiera le dijo que respondió Lexa ante la propuesta y ella ya estaba montando diferentes escenas en su cabeza.

– ¿Y vendrá? – Intentó sonar neutra, como si no le importase realmente la respuesta.

– No, me dijo que no iba a poder venir. – El rostro de Clarke de repente marcaba algo de pena. – Pero me dijo que intentaría venir otro día, en caso de que se lo vuelva a proponer.

– ¡Genial!

Clarke mostró de repente en su rostro que le había gustado la segunda parte de la respuesta, demasiado entusiasmo sin querer, porque para bien o para mal, ella era demasiado expresiva, y con un solo parpadeo, se podía adivinar prácticamente que era lo que pasaba por su mente o como se sentía con respecto a las palabras que escuchaba.

Performance - Clexa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora