Capítulo 6. Miradas

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Salió del Spa con una sensación rara, muy rara. Lo acontecido hacía unos escasos minutos y horas atrás, habían sido, cuanto menos, desconcertantes para ella. Nunca le había sucedido lo que le había pasado ese día mientras realizaba su trabajo.

Además, no podía olvidar que estuvo durante toda la tarde en alerta y en tensión, por el tema de que Octavia estuviese rondando por su lugar de trabajo, pero en cuanto se le ocurrió la idea de separar a las dos chicas y vio a su amiga, cuyo nombre era Lexa, sintió algo que no sabía cómo describir.

Jamás se le había pasado tan rápida la hora de realizar un masaje y jamás había sentido la necesidad de querer quedarse en el mismo espacio-tiempo con un cliente, en este caso, una clienta. Así que mucho menos se iba a imaginar que le ocurriese eso el mismo día que Octavia andaba por el Grounder y mucho menos con una amiga suya.

Joder, es que era la amiga de Blake y se le había olvidado por completo ese hecho mientras ambas estaban en la sala de masaje.

Lexa le pareció una chica agradable a la par que misteriosa, había algo en ella, una fuerza que la llamaba y que le hacía querer indagar en ella.

Su teléfono móvil comenzó a sonar, sacándola de sus pensamientos, y haciendo que tuviese que conectar el manos libres del coche, porque iba conduciendo.

- ¿Echo? - Preguntó directamente, ya que salía su nombre en la pequeña pantalla.

- Clarke, ¿vienes al final para cenar?

- Sí, estoy de camino, me he entretenido un poco antes de salir del trabajo.

- Vale, nos vemos ahora.

- ¡Tita Clarke, ven ya! - Se escuchó a la pequeña Madi de fondo y ella no pudo evitar sonreír, de imaginársela en modo desesperación y saltando en el sofá.

- Ya mismo llego cariño, espérame despierta, ¿vale? - Le dijo a su sobrina, ya que le dijo ese día por la mañana que iría a cenar. - Hasta ahora, Echo. - Se despidió de su hermana y colgó.

Volvió a poner la vista en la carretera. Era hora punta de salida de los respectivos trabajos de la gente, así que entre el frío de finales de enero, la hora de salida y encima viernes noche, hacía que hubiese bastantes coches, además de que ella tenía que atravesar casi toda la ciudad para llegar del Spa a casa de su hermana.

Tenía muchas ganas de llegar a casa de su hermana y pasar un rato junto a ella y la pequeña Madi. En el momento que Echo le llamó diciéndole que Bellamy esa noche trabajaba y que si quería pasar un rato Griffin cenando juntas, no pudo evitar decir que sí, aunque tuviese que hacer malabares para cuadrar su agenda de trabajo.

Llevaban un tiempo que no tenían ocasión de pasar un rato solas y contarse las batallas que la vida les brindaba, así que lo vio el momento perfecto para ello, además de que la niña se puso muy contenta al saber que la «tía Clarke» iba a pasar un rato con ella.

Echaba de menos a su hermana, desde que tuvo a la niña y al poco tiempo se fue a vivir junto a Bellamy, la veía mucho menos, aunque sí mantenían contacto a través de llamadas. A pesar de ello, no se contaban gran cosa por este medio, ya que lo consideraban algo frío porque ellas siempre habían estado muy unidas. Se llevaban dos años de edad y desde pequeñas habían sido protectoras la una de la otra, sobre todo Echo con Clarke, pero el momento cumbre para unirse del todo fue tras todos los bulos y mentiras que se propagaron sobre ellas.

Estaba deseosa de llegar y poner al día a su hermana sobre todo lo acontecido en su vida estas últimas semanas y que Echo también le contará como le iba a ella. Le iba a sentar bastante bien ese rato junto a dos de las personas más importantes de su vida.

Performance - Clexa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora