Capitulo 1

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Me presento, soy Alice tengo 16 años y fisicamente soy de estatura media y mi pelo es negro, mis ojos son gises y respecto a tatuajes tengo varios en los dedos y una serpiente en la zona baja de mi vientre.       

Mis mejores amigas son Selina y Stefanie o como yo las llamo Sel y Stef

También tengo un hermano, se llama Olive, es la persona con la que mas conectada estoy en este mundo, él me protege y me cuida como si fuera su mayor tesoro, nunca dejará que me hagan daño.

Y bueno espero que estéis preparados para adentraros en mi mundo de mierda.

ALICE

Hace varias horas me habia escapado de un castigo de mi tutora legal para dar una vuelta en moto y es la una de la madrugada se me ha hecho tarde-pienso mientras me rasco la cabeza-acto seguido guardo la moto en el garaje y me decido a trepar por la cuerda hecha de de cables y cosas raras para subir a mi habitacion. Mientras trepaba por esa debil cuerda hecha hace 2 años noto como la cuerda empieza a ceder y se rompe, acto seguido acabo en el suelo con un dolor insoportable en mi muñeca por la caida de 2 metros.

Después de escaparme hace varias horas del castigo impuesto por mi tutora legal para dar una vuelta en moto, me encuentro en medio de la noche, 1:00 am. marca mi móvil. Me rasco la cabeza, lamentando haber perdido la noción del tiempo. 

Decido guardar la moto en el garaje y trepar por la improvisada cuerda que hace un par de años cree para poder acceder a mi habitación.

Mientras subo, siento cómo la cuerda comienza a ceder bajo mi peso, hasta que finalmente se rompe, y me encuentro en el suelo, sintiendo un dolor agudo en mi muñeca por la caída de dos metros. Genial, la pobre había durado mucho tiempo. Aunque ahora ese es el menor de mis problemas, no pueden pillarme, como me vea mi tutora legal estoy jodida.

Que gran suerte la mía, ya la escucho por las escaleras

-¡¿Pero en qué demonios estabas pensando, niña?! – me gritó groseramente mientras me miraba tirada en el suelo. – ¿Qué haces ahí tirada? ¡Levántate ahora mismo!


- Auch, me duele mucho la mano – dije tocándome la muñeca.

- ¿Te crees que me importa? Eso te pasa por intentar escaparte – continuó furiosa.


- La verdad es que ya me he escapado, acabo de volver – respondí entre risas.


- ¡Niña insolente! Llevo años tratando de cuidarte y tú siempre haces lo que quieres, pagándomelo de la peor manera posible. ¡Vete a tu cuarto ahora mismo!"– ordenó con tono autoritario.


Qué mujer más insoportable, ¿no entiende que me duele la mano? Y quién sabe, tal vez me la haya roto. ¡Maldita sea! Encima, la moto está fallando, me castigará y no podré llevarla a arreglar. ¡La odio!

- ¡Te he dicho que entres! – insistió.


- ¡Te he dicho que entres! – repetí con voz de ardilla riendo. 


Me dedico una mirada furiosa

- Ya voy, Ya voy – levante las manos en forma de rendición y seguí riendo mientras me dirigía hacia mi habitación.

Subí a la habitación, ya eran cerca de las tres de la mañana y, sinceramente, tenía hambre. Pero esa mujer me había encerrado con llave. Esperaba que hubiera algo de comida en mi escondite secreto, detrás de un cuadro de mi madre, un lugar que nadie revisaría. 

NEVER STOP DREAMING BE STRONGWhere stories live. Discover now