El despertar de las mariposas

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 Nos pasamos todo el tiempo persiguiendo la felicidad y pocas veces la encontramos. Confundimos felicidad transitoria con libertad y con eso nos contentamos. Como un fuego artificial, como una bengala, como una estrella fugaz desaparece esa falsa sensación de plenitud cuando realmente dentro de nosotros anhelamos una libertad más duradera. Consumimos para aplacar supuestas necesidades, atesoramos para dejar de ser y poder tener, porque eso nos han enseñado, que tener más estudios, el mejor trabajo, ser el más guapo, tener la mejor pareja posible, tener más bienes materiales, ser el más eficaz es lo perfecto para triunfar. Al final el ser humano compite en una carrera que nunca tiene un final. En un mundo donde las prisas y la idolatría a los becerro de oro están al día. Nos olvidamos de mirar hacia dentro, de aparentar algo que no somos. La felicidad es como una mariposa que andamos continuamente persiguiendo hasta llegar a extenuarnos, cuando más cerca la teníamos otra vez vuelve a volar lejos de nosotros. Es posible que si nos sentamos en mitad del bosque, cerramos los ojos en silencio y sentimos como respiramos en paz, quizás solo entonces al abrir los ojos, veamos como esa mariposa se poso sobre uno de tus párpados. Para abrir la visión y la percepción de los que están apunto de despertar. La libertad siempre, atrae libertad.

Alberto Real Borrueco  

El desván del gato verdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora