La hora de los despertadores

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 Es la hora de los despertadores. Es la hora de que todos suenen al unísono. Es la hora de levantarse que todavía no es tarde. Es la hora del ahora. Es la hora de resucitar lo que parecía que yacía muerto. Es la hora de renovarse y dejar de quejarse. Es la hora de renacer en vida a una nueva vida. Ha llegado el momento de que suenen los despertadores. Ya es hora de despertar y dejar de creer en la continua mentira, que se mantiene en el tiempo alimentada por los hipócritas que usurpan el poder. Los que con cortinas de humo ocultan la realidad y nos enseñaron a pensar como amebas. Con la conciencia de una lechuga. Es la hora de que suenen los despertadores. Los perros verdes que se guardaron de ladrar a los que lo llamaron raros por pensar diferente. Es la hora de salirse de la fila. La hora de los librepensadores que no se encasillan a ningún dogma o idea caduca. Es la hora de que se escuche a los incomprendidos. A los olvidados. A los rebeldes con causas nobles que defender. A los que maldice las guerras y rechazan todo tipo de violencia. Es la hora de los que todavía se sorprenden del brillo que emiten las estrellas y miran el cielo por las noches con esperanza un cambio. Ya es la hora de que todos seamos uno. Como un banco de peces o el vuelo de los estorninos todos sincronizados con un mismo propósito. La justicia y la paz en el mundo. Se acabo el tiempo de la indiferencia y de los que se creen sabios sin saber nada. Es la hora de correr el velo y mirar directamente a los ojos con la seguridad de la honestidad. Traspasando todas las barreras y límites que nos creemos que nos separan. Es la hora de dejar de escuchar para comprender y no para ver que se responde. Es la hora de los que están llenos de incertidumbre y duda pero de los que indudablemente cuestionan las certezas absolutas. Es la hora de los despertadores que al fin despiertan de una pesadilla que no están dispuestos a soportar. Es la hora de los resilientes. La hora sin demora de los que no esperan nada porque todo está por hacer. Suena un despertador en el corazón de los rebeldes. Es la hora de decir basta. Es la hora de empezar lo que parece que no tiene fin. Es la hora del Amor. Es la hora del alma que se mantiene en calma. Es la hora de de que una voz en el silencio y la soledad sonora clame libertad sin límites ni fronteras. Cuando seamos en cada uno de nosotros el universo entero contenido.

Alberto Real Borrueco  

El desván del gato verdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora