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Hace mucho, mucho tiempo, en un precioso reino cuyo nombre ya no es recordado por nadie, sucedió algo increíble.

El reino no era demasiado extenso. Su población tenía no más de cuatrocientos habitantes, pero esto era más bien una ventaja, pues cada uno de ellos se conocía aunque sea de nombre, y ante cualquier problema sabían que podían contar con el apoyo de todos.

Esto pasó cierta vez, cuando una joven mujer había contraído una enfermedad. Su esposo, con quien se había casado hacía apenas un año y unos meses, estaba más que preocupado. Llevaba ya más de cuatro días lidiando con su fiebre alta, su falta de apetito, su pérdida de color en la piel y otros tantos alarmantes síntomas que parecían estar acabando a una velocidad increíble con su vida, como también con la del pequeño bebé que crecía en su vientre y que estaba a poco tiempo de nacer.

Desesperado, el hombre buscó a los mejores médicos y curanderos que pudieran haber en la aldea, pero ninguno de ellos había podido darle un diagnóstico o una cura. Cuando esto pasó, la pequeña masa de habitantes hizo lo que creyó correcto, y se unió para poder pedir entre todos a los reyes que ayudaran de alguna forma.

Quienes gobernaban aquel lugar tampoco se quedaban atrás. Tanto el rey como la reina eran excelentes personas, y ni bien habían llegado a estar al tanto de la situación, se encargaron de que los mejores doctores del palacio revisaran a la muchacha. Estos tampoco pudieron decir con exactitud qué estaba pasando, pero el más viejo de ellos dio un paso al frente allí mismo en su habitación en cuanto la hubo revisado.





—Lo que usted está padeciendo está fuera de mis conocimientos, pero lo que sí sé es que hay algo que puede curarla, aunque es muy complicado de conseguir. Se dice por ahí que existe una flor de color dorado. Es tan brillante como el sol, pues es del mismo sol que ha nacido, y se cree que tiene propiedades curativas muy poderosas.





Tanto el anciano como la joven pareja, los aldeanos e incluso los reyes sabían que sólo había una, y que estaba escondida en alguna partecita de todo el territorio. Era casi imposible, pero no por completo, ya que un reino tan unido como ese contaba con el completo apoyo de cada una de sus partes. Así, desde la persona más joven hasta la más vieja habían emprendido aquella gran búsqueda: la búsqueda de la flor dorada.

Luego de una larga semana de fallidos intentos de encontrar aquella planta, uno de los comerciantes del pueblo la halló tras unos arbustos, y rápidamente la llevó al castillo, en donde los reyes se la dieron a los médicos, y luego le entregaron una merecida recompensa a quien la había encontrado.

Los doctores enseguida llevaron la flor a la casa de la familia Park, y la sumergieron en agua caliente dejando que en el líquido quedaran las propiedades curativas que tenía. La mujer se sentó en su cama como pudo, y bebió de un trago hasta la última gota del té de la flor. Parecía imposible, pero fue sólo cuestión de horas para que ella estuviera totalmente curada. No podía estar más agradecida con todo el reino, pues todos habían colaborado, y ahora ella estaba a salvo. Ella, y su pequeño bebé, quien también había vuelto a retomar fuerzas.

Un mes más tarde, una cálida mañana de sol, el señor y la señora Park dieron la bienvenida más que felices al pequeño Jimin. Era para ellos la criatura más preciosa que alguna vez hubieran visto en sus vidas.





—Bienvenido a casa, mi pequeño rayito de sol —dijo su madre, y acarició sus pequeñas manitos.





Los dos mayores lo miraron con amor. Jimin era lo más importante que tenían en sus vidas. Además de ser su hijo, era el vivo recuerdo del más grande milagro en sus vidas, y de cómo estas habían cambiado para bien luego de tantos momentos de tristeza. Por eso, se prometieron protegerlo día y noche sin importar qué pudiera pasar.

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¡Hola!

Sí, sé que estoy publicando esto muy de la nada... va a ser un fic cortito, de aproximadamente cinco capítulos. Y NO, NO ES COMO LOS OTROS QUE TERMINARON EN MÁS DE CUARENTA ahre.

Como notarán, se parece mucho, MUCHO a la película "Enredados", y es que anoche la estaban dando y dije... interesante, podría hacer un yoonmin con esto.

En realidad, tengo pensados otros dos más con películas animadas, y puede que algún día los publique. Primero lo tengo que escribir, OBVIAMENTE, pero la trama ya la tengo planeada.

En fin... espero que les guste esta idea, ahre 💕

The light on you [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora