Capítulo 21

2 0 0
                                    

Adiós Amigo. Hola Verdad.

La luz me enceguecía, poco a poco pude notar a varias personas corriendo, asustadas, de un lado para otro a las lejanías. Caminé temblorosa, saliendo de aquel refugio, había una persona a unos cuantos metros de mí, estaba dándome la espalda, y permanecía quieto.

- Perdona... ¿Qué está pasando? – Dije con voz apaciguada.

La figura masculina se giró, y mi corazón se detuvo por unos instantes, al igual que mi cuerpo, y mi respiración. Era Nicolás, el hermano de Fernando, era él, estaba frente a mí... Pero no de la forma que yo esperaba, no era Nicolás, no era el Nicolás que conocí años atrás, era un monstruo, una aberración, un asesino. Era un radioactivo.

Empezó a caminar hacia mí con un poco de lentitud, cada vez estaba más y más cerca, pero yo no me movía, solo lo observaba. Observaba lo poco que podía reconocer en él. No podía creerlo.

Estaba a menos de un metro de mí, pero un disparo lo derribó. Nicolás cayó al suelo y detrás de él se encontraba un chico, aun apuntando con su arma.

Caminó con rapidez hacia mí, me tomó con fuerza por los hombros y me miró.

- ¿Estás loca? ¡Pudo haberte matado!

Era Esteban, lo pude reconocer por su voz. Yo lo miré, pero seguía en ese pesado trance.

- ¿Qué haces acá? – Preguntó soltándome con suavidad. Por mi parte, continuaba en el mismo estado.

Esteban me tomó por mis brazos y me ayudo a caminar de vuelta a la casa, cerró la puerta y la pesadez se disipaba poco a poco de mi cuerpo y mente.

- ¿Por qué no te dieron el medicamento?

- Sí me lo dieron, es sólo que no me hizo efecto.

Esteban me miró desconcertado. Gabriel se levantó de golpe, cayéndose al suelo por la brusquedad de sus movimientos. Soltó un pequeño gemido de dolor al chocar contra el piso y corrí a ayudarlo. Se puso de pie y me miró mientras Esteban se acercaba a nosotros.

- Me duele la cabeza – Dijo quejándose. Miró a Esteban y como noté, lo reconoció de inmediato. – Hola Esteban.

- Hola Gabriel – Respondió Esteban, tal y como lo pensé.

- Gracias a Dios, ya puedo recordar todo. ¿Y tú? – Preguntó para luego mirarme.

- No, ni siquiera me dormí o lo que sea.

Gabriel se miró extrañado con Esteban, sabía que algo malo estaba pasando.

- Bueno, tenemos que seguir intentando – Habló Esteban.

- ¿Qué era esa cosa que estaba afuera?

Al preguntar instantáneamente Fernando me llego a la cabeza, ¿En dónde estaba? ¿Tuvo el mismo destino que su hermano? Todo había pasado tan rápido... Y lo peor... La muerte de Nicolás me dolía.

Los demás empezaron a despertar y mi pregunta fue olvidada por completo como estaba notando.

- No creo que sea bueno decirle – Comentó Esteban hacia Gabriel.

Me parecía injusto.

- No, tienen que decirme. ¿Qué le paso a Nicolás? ¿Por qué estaba así? ¿Por qué no me reconoció ni nada?

- No te alteres Catherine – Pidió Elkin llegando a mi lado.

- Elkin tiene razón, primero debemos averiguar por qué el analgésico no tuvo efecto en ti.

Esteban soltó un suspiro luego de sus palabras y observó a todos ya listos en la habitación.

- Lo mejor es que no sepas nada aún, así de la nada sería algo muy fuerte para ti, para asimilarlo. Sería un infierno.

Asentí, pero aún tenía unas horribles ganas de saber todo y no ser la única que no supiera qué estaba pasando. Sabía que esas cosas se habían apoderado de todo, pero me costaba asimilar que los que yo conocía, ya ni me distinguían.

- ¿Al menos pueden decirme como es que llegaron esas cosas allá afuera?

- Algunos radiactivos tienen memoria, pero sus recuerdos solo se centran en lugares. – Respondió Gabriel. Esteban lo asesinó con la mirada. Yo lo miré sin creérmelo. – Sólo puedo decirte eso.

- Esas cosas venían del centro, a lo mejor alguien debió haber dejado las rejas abiertas y debieron salir. – Dijo Esteban para que olvidara el comentario de Gabriel.

- ¿Desde cuándo la ciudad esta así?

- Casi dos meses.

Dos meses. Dos meses desde que todo eso pasó. Y sigo sin saber cómo, en dónde me encontraba yo en ese instante, todo.

- Catherine, ven conmigo, debemos practicarte unos exámenes, e intentar otro procedimiento contigo para que recuperes tus recuerdos.

Te Veo En La Estación | Camila Pinilla |Kde žijí příběhy. Začni objevovat