- Todo ha sido mi culpa – su voz se hace añicos-. Un nudo se crea en mi garganta y lo dejo que siga hablando-. - No encuentro palabras para decir, lo cabron, idiota, y mierda que he sido contigo. Estaba tan asustado cuando dijeron que estabas embarazada, que sentí algo en mi romperse en lo profundo de mi ser. Pero hoy Rossalie, hoy he sido la peor basura de esta tierra. Te pido, te suplico que me perdones.

Guardo silencio limpiando mis lágrimas-. – No puedo hacerlo – susurro finalmente-. No cuando tu esposo te abandona en el momento que necesitas más su ayuda y su única solución es emborracharse.

- Te necesito de vuelta en mi vida, los quiero de vuelta en mi vida – abro mis ojos ante su respuesta-. - No quiero perderte, no quiero perderlos. Necesito a mi familia, a mis hijos.

- No es fácil – mi vista se fija en otro punto.

- Di que me quieres lejos de ti y de ellos. Y esta misma noche sere un hombre muerto en vida.

- Yo no te quiero fuera de mi vida Dimitri, y menos en la de ellos. Quiero que seas su padre, que actúes como el hombre del que me enamore, no el completo desconocido de hace dos noches.

- Me comporte como la persona que más odio en esta vida, me comporte como Kostantin.

- Tú no eres Kostantin.

- ¿Quién soy entonces?

- Eres un hombre fuerte, uno que se arriesga por lo que quiere, uno que no le teme a nada ni a nadie y sobre todo uno que es directo y dice lo que siente desde el fondo de su corazón.

- ¿Piensas dejarme? – suena indefenso como un cachorro asustado.

Tomo aire. - Aún no lo sé – y mis palabras lo destruyen, lo veo en sus ojos oceánicos y en la expresión que estos hacen.

- No te culpo, yo tampoco querría un cabrón a su lado. Después de lo que sucedió - te quiero, te amo, te amo como amo a nuestros hijos. Pero no puedo sucumbir ante él, no hasta que se muestre totalmente arrepentido. No hasta que demuestre que en verdad le importamos-. – La enfermera dijo que podías irte en menos de dos horas ¿quieres que te lleve a casa de Melanie? O...

- A casa de Melanie – lo corto antes de que mencione el regresar a la casa.

- De acuerdo – se levanta de encima de mí y se sienta en una silla que está justo al lado de la camilla. Hunde su cabeza en sus rodillas y lo escucho sollozar.

No sucumbas Ross, no caigas.

Volteo mi cuerpo dándole la espalda, y ahogo mis lágrimas para que no salgan. Las dos horas pasan y cuando al fin me dan la salida, no cruzamos ninguna palabra, me ayuda a bajar del auto en cuanto este aparca en la entrada de la casa de Melanie.

Camino lentamente hasta la puerta y me toma de uno de mis brazos. Acto reflejo me volteo y fijo mi vista en él.

- Te echo de menos – susurra y me toma del rostro.

Sus labios me incitan a besarlo, a aferrarme a él, a regresar junto a él a casa y hago lo contrario.

- Buenas noches – suelto su mano y lo dejo atrás. Cierro la puerta detrás mío y respiro profundo. Melanie está en la cocina y se asoma en cuanto me ve.

- ¡Ross! Oh Dios, gracias al cielo, no sucedió nada. Enzo se quedó despierto y hace poco se fue a la cama.

La abrazo y me quedo estática al lado de ella.

- Dimitri me llamo y me conto todo. Estaba preocupado por ti, por los bebés.

- No pienso regresar aún con él.

Esencia Rusaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن