Un matrimonio de hielo. H. S(1-Serie Magnates Apasionados)

33: Nacimiento de un Styles.

Harry apenas había entrado a la casa, cuando una empleada se acerco a él. La mujer estaba nerviosa.

-Señor, la señora está de parto. Hemos llamado una hanbulancia.Hemos tratado de comunicarnos con usted- le pobre chica ni siquiera sé había dado cuenta de que estaba hablando sola. Harry ya iba subiendo la escalera corriendo como si alguien le persiguiera para matarlo.

Entró a la habitación y entonces la vio, estaba pálida y su rostro reflejaba el dolor que sentía.

-Todo estará bien, cariño- estaba a su lado, sosteniendo su mano.

-Harry- susurro, una fuerte contracción le hizo gritar de dolor.

-Al diablo con la ambulancia- dijo, no soportaba verla sufrir así.

La tomó en brazos y con cuidado bajo las escaleras. La sostenía con fuerza y cuidado, pues estaba tan nervioso que temía dejarla caer. Ella estaba aferrada a él.

-Estará bien, ambos estarán bien- le decía, a la vez que la acomodaba en la parte trasera de su coche.

La niñera sostenía al niño que lloraba por su madre.

La ambulancia llegó, cuando estaba apunto de salir. Estos le hicieron señas para que le siguieran.

Mientras conducía iba diciéndole palabras de aliento. Ella respiraba con dificulta con cada nueva contracción.

Gracias a la ambulancia, Harry tubo el caminó libre, se había negado a bajarla del auto para trasladarla a la ambulancia, uno de los enfermeros se había ido, con ella en la parte trasera del auto.

Cuando llegaron a la clínica le atendieron de inmediato, un equipo de doctores y enfermeras le esperaban en la puerta de emergencia. él se había encargado de realizar algunas llamadas mientras conducía.

Harry le siguió de cerca, sin perderla de vista. El doctor la examinó, con él a su lado sosteniendo su mano.

Cundo el médico terminó de revísala, se dispuso a hablar con ellos.

Stella estaba asustada y Harry igual. El parto se había adelantado y ambos lo sabían. Ella temía por la vida de su bebé y él temía por la vida de ambos.

Todo estaba listo para iniciar, Harry sostenía su mano.

-Pronto pasará, estarás bien- le susurraba.

-Estoy asustada-susurro ella a su vez.

-No lo este, estaré aquí contigo, sosteniendo tú mano- dijo, beso su frente y la miró con ternura.

Harry fue sacado de la sala de cirugía , minutos después.

-¿Porqué no puedo estar con ella?- gruñó. Estaba furioso. Ella le necesitaba y él quería estar a su lado. 

-Señor Styles, a su esposa la están preparando. Debido a su situación , tendremos que practicarle un cesárea de emergencia. Es por el bien de la madre y la criatura.

-¡Por Dios santo!- exclamo, abatido.

-Confíe, todo saldrá bien.

Así lo esperaba, porque aquella mujer era su vida, no podía vivir sin ella.

Harry esperaba solo en la sala de espera noticias de su esposa e hijo. El parto se había adelantado, aquello no era bueno.

Ella estaba siendo atendida ,por los mejores especialistas y aún así, nada lograba tranquilizarlo.

Harry caminaba de un lado a otro en la sala de espera.

Cuando su familia llegó, su madre noto el sospechoso brillo en los ojos de su hijo. Inmediatamente lo estrecho en su brazos.