"La curiosidad mató al Heterosexual"

Solo comparte lo que quieras sepan de ti.

"Ten muchos amigos, solo ten cuidado de no ser tan bobo en confiar. Frank"

-Narra William.

Es noviembre del 2017. He quedado con unos amigos ya que hoy es mi cumpleaños.
Ya no iba a esa barbería por muchas razones, optaría por dejar las burlas por ser confiado con esos tipos. Por ese rumor que corrieron hace casi un año atrás.

Caminé muy temprano y fui a asa barbería donde pasé tantas veces pero jamás me animé a entrar.
26 de noviembre y ya estaba un sujeto alto con camisa púrpura limpiando los espejos.
Toqué la puerta.
-Adelante. -Responderia, su rostro era limpio y sus manos fuerte, suaves, cálidas.
-Gracias. -Responderia al ver su gesto de "Toma asiento".
No pasó mucho hasta que me senté, la bata fue puesta, y sentí su mano acariciar mi cabello desde la nuca a la parte de adelante.
-No deberías cortartelo demasiado, solo dale forma y te verás bien.
Diría él sin soltar la cabellera.
Asentí.
No recuerdo haber dicho más que eso.
Debo decir que se tomó su tiempo, se reía y también tenía algo que me disgustaba. Algo en lo que jamás me sentiré cómodo.
Una mujer pasó.
Un comentario sexual fue dicho.
No vale la pena decirlo ya que me avergüenza recordarlo.
Desde ese instante obvie su personalidad,  pero el destino a meses me diría que faltaba mucho más de eso.
Veía sus labios moverse, una que otra palabra a lo sexual hacia ellas, ese saber de alejarme a todo ello.
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9 de julio del 2018.
Caminé a la barbería.
Hoy no ha sido un buen día, aparte faltaba demasiado para que acabase. Suspiré fuerte y seguí caminando.
-Willy.
Fueron sus palabras y ese gesto por coger fuerza al estrechar mi mano a la suya.
Entré.
No había nadie, asumía que era el primer cliente.
La verdad es que solo quería que cortarse e irme a acostarme.
-Me sentaré ahora.
Pronuncié al darme cuenta que no terminaba de recoger unas cosas en la parte de atrás.
-Tienes prisa?
Me dijo al acercarse y darme un caramelo de menta.
-La verdad no, pero eso no viene a este lugar. Puedes por favor cortar...
Exhale levemente pero los gestos de mal humor eran más que obvios.
En menos de doce horas había chocado con tantos temas y estos han jodido muchas cosas que estaban bien.
-Quieres agua?
Se sentó y sacó una botella de su nevera personal.
-...
No respondí a ello.
Giré la silla para que no mirase mi cara, pero tonto fue ello ya que los espejos lo harían notorio.
-Anda William, solo habla que te escucharé...
Apagó el TV, cerró la puerta de la nevera, observó mi rostro por ese espejo frente a él.
-He perdido tres trabajos en un solo día, me robaron, otras cosas más pasaron pero no las diré por...
Él me interrumpió.
-Dime las otras cosas, te sentirás después de esto mejor.
No quería hacer caso pero lo dije.
-El primer trabajo lo perdí por culpa de contabilidad, el segundo por un tipo arribista, y...
Miré hacia fuera, no quería seguir hablando. Que caso tenía?
-El tercero es el que más te ha afectado, anda sigue...
Se remango la camisa y miró fijamente mis labios.
-Trabaje para un abogado desde hace más de tres años, él de la nada empezó a ser diferente.
-Como diferente?
-Él...
Agache la cabeza, recordaba las palabras de Frank y sabía que por mucho no debía de decirle esto a personas como Samuel por dos razones. La primera es por ser de personalidad loca y la segunda es por su hipocresía a un tema que no puedo contener y al no ser capaz de defenderme opto por callar.  Es su religión, bueno sí es eso que él hace y no comparto de muchas formas y por decir algo y hacer lo contrario.
-Solo dilo...
Se puso de pie y empezó a preparar la máquina y conectarla.
-Ha sido su acoso, ha intentado drogarme al poner unas pastillas en mi bebida. Me he dado cuenta, lo insulte y me despidió.
-...
Samuel no ha dicho algo, se ha inmutado.
La máquina la encendió.
-El corte de...
-Lo recuerdo.
Fue lo que diría.
El silencio se volvió incómodo, pero él tuvo razón ya que dejé de pensar en el problema de ahora estar desempleado.