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Dejo las pulseras en la joyería para que las arreglen y salgo de nuevo a mi casa pensando en lo que ha pasado bastante preocupado, porque alguien te ha hecho daño y no se quién ha sido y Hyun ha fastidiado mi regalo de cumpleaños para ti.

[...]

Abro la nevera y saco la pequeña tarta que te había comprado para celebrar este día, es de tres chocolates como me dijiste que te gustaba, realmente quería que hoy fuese un día especial.

Me siento en el sofá con una bolsa de papas mirando mi móvil para ver si me haces caso y llamas, pero no.

Me termino la bolsa entera y voy a tirarla, para cuando vuelvo al sofá llaman a la puerta repetidas veces, no llego a ver quién es porque al abrir la puerta se lanza a mis brazos llorando, pero cuando consigo ver tu pelo rubio y te reconozco correspondo a tu abrazo y acaricio tu cabello tratando de calmarte; prefiero no preguntarte qué te ocurre porque ahora sólo quiero que dejes de llorar aunque por dentro me está carcomiendo el no saber por qué lloras, porque tú no eres de los que lloran, tú siempre sonreías, y verte así me hacer saber que algo anda muy mal.

[...]

Decido hablarte cuando tus lágrimas han cesado y ya no sollozas, ahora puedo fijarme más en tu aspecto y tienes un pequeño golpe en la mejilla, me siento a su lado y te miro preocupado, intentando no mostrar lo enfadado que estoy para que no salgas corriendo de nuevo. Con mis pulgares acaricio tus mejillas quitando los restos húmedos que han dejado tus lágrimas y dejo un dulce beso en tu nariz, te miro de manera dulce para tranquilizarte y que sepas que puedes confiar en mí. Te pregunto qué ha ocurrido pero mantienes un silencio durante unos minutos hasta que hablas, de manera muy bajita y tartamudeando, me dices un nombre sin ni siquiera mirarme a los ojos, pero noto tus lágrimas de nuevo mojando el cuello de tu camiseta, pero ese nombre me es suficiente para que me levante con ambas manos formando puños, tomo mi chaqueta bruscamente y noto mi sangre hervir, me tomas de la muñeca y me pides que me quede, dudo por un segundo pero al verte pedírmelo llorando me es imposible negarte, no puedo dejarte solo en ese estado, dejo la chaqueta de nuevo y vuelvo contigo, nos sentamos otra vez y empiezas a hablar, me pides perdón por haberte alejado así, por lo que ocurrió de las pulseras y por decirme que me alejara de ti, termino perdonándolo, como siempre, y te abrazo.

[...]

Te hago tu cena favorita y sonrío cuando veo una pequeña sonrisa escapar de tus labios, la sirvo y me siento frente a ti.

Al rato terminamos los dos de cenar y friego todo, puedo notar el ambiente menos tenso y ahora parece que estás mejor. Tomas tu chaqueta y me dices que vas a irte pero no te dejo, es muy tarde y sigues sin conocer la zona, te ofrezco quedarte a dormir y tras insistir un rato aceptas, subo a darte uno de mis pijamas y espero fuera que te cambies. Cuando sales sonrío enternecido al ver cómo te queda el pijama y tu pelo ligeramente revuelto, lo arreglo con mi mano y dejo un besito en él. Una vez en el sofá te acurrucas en mí y rodeo tu espalda con mi brazo algo sonrojado, miro la tele para intentar distraerme un rato, pero termino quedándome dormido mientras te abrazo.

[...]

Bostezo abriendo mis ojos y tomo mi móvil mirando la hora, las 3am, dejo el móvil sobre la mesita otra vez y te miro dormir plácidamente sobre mí, beso tu cabeza y me levanto con cuidado para tomarte en brazos y dejarte sobre mi cama para que duermas mejor, paso una manta por encima tuyo y me tumbo a tu lado quedándome dormido en seguida debido al cansancio.

[...]

Despierto contigo en mis brazos, puedo ver cómo respiras lentamente y haces un puchero adorable en sueños, con mi otra mano acaricio delicadamente tus labios, y ahora puedo apreciar la suavidad de estos, la verdad es que me gustaría sustituir mis labios por las yemas de mis dedos, pero no puedo hacerlo, no puedo besarte mientras duermes. Quiero levantarme para ir a hacer el desayuno, pero verte dormir me lo impide, podría mirarte dormir durante días y no me cansaría; subo mi mano a tu pelo y enredo los dedos de mi mano en él acariciándolo y jugueteando con él.

Al rato te oigo bostezar y veo como abres tus ojos, sonrío dulcemente y me das los buenos días con una pequeña sonrisa y una voz adormilada, te incorporas para estirarte y te levantas de la cama, veo que la herida de tu labio ya está casi curada y sonrío de manera muy leve, me levanto junto a ti y bajamos a desayunar, te vistes con tu ropa de ayer y vamos de nuevo a la cafetería de todas las mañanas, por el camino me tomo la libertad de entrelazar nuestras manos y solo me miras con una sonrisa tímida, acaricio el dorso de tu mano con mi pulgar y caminamos hasta el local.

Cuando entramos el camarero de siempre nos saluda con una sonrisa amable y vamos a una mesa, pides tu porción de tarta y eso me recuerda a que aún guardo la de tu cumpleaños y tengo que dártela, me llega un mensaje del chico de la joyería y le contesto que después del trabajo me pasaré. Te miro comer y tus mejillas se inflan de una manera demasiado tierna.

Cuando salimos volvemos a mi casa y esta vez eres tú quien toma mi mano, sonrío ligeramente y caminamos hasta mi hogar.

Llegamos a los 10 minutos y cierro la puerta cuando entras, miro la hora y me doy cuenta de que tengo que irme en tres cuartos de hora a trabajar, me gustaría quedarme contigo, pero no me puedo permitir faltar mi tercer día, porque necesito este trabajo. Cuando te lo digo asientes de manera comprensiva y te pido que te quedes en casa y que si pasa cualquier cosa me llames, te sonrojas y me dices que no me preocupe que puedes cuidarte solo, y ya se que puedes hacerlo, pero prefiero quedarme contigo y asegurarme de que no te va a ocurrir nada, porque me importas demasiado.

Ghost Of You ➵ JoohyukWhere stories live. Discover now