𝓟𝓻𝓸𝓶𝓮𝓽𝓸 𝓪𝓶𝓪𝓻𝓽𝓮 𝓼𝓲𝓮𝓶𝓹𝓻𝓮 [BORRADOR]

6

Narra Rebeca Philm.

Mi teléfono suena.

—¿Hola?—pregunto.

—¿Rebeca?—se escucha una voz sollozante—Soy Jane.

—Jane ¿Estas bien? ¿Qué te pasa?—pregunto preocupada.

—No

Se hace el silencio. ¿Qué digo?

—¿Podemos vernos hoy?—pregunta ella más relajada.

—Claro, cuando y donde

—En tu casa a las 16:00 ¿Te va bien?—pregunta Jane.

—Si, claro que si. Te espero

—Gracias, hasta luego—cuelga.

¿Qué le pasará? Si su marido le ha hecho algo... De verdad que pienso matarlo.

Mi teléfono vuelve a sonar.

—¿Quién es?—pregunto.

—Hola Rebeca ¿Te acuerdas de mi?—esa voz varonil...

—¿Qué quieres?

—Solo hablar, la ultima vez que lo hicimos no acabó muy bien la cosa. Y me gustaría aclararte ciertos aspectos —dice el y puedo notar como sonríe.

—No te conozco y no pienso reunirme contigo—digo seria. A saber quien es ese tipo.

—Si que lo harás, te parecerá interesante lo que te diga, ya verás. Detrás del parque a las 00:00—cuelga.

¿Qué? ¿Cómo se atreve a pedirme eso? ¿Qué será lo que me quiere decir? Admito que me pica la curiosidad...

—Preciosa—escucho decir a alguien en mi oreja. Me giro rápidamente.

—Damon ¿Qué haces aquí?— pregunto sorprendida.

—Lo mismo que tu. Nada— sonríe.

—Yo estaba hablando por teléfono—le informo

—Lo se, te escuché decir que no te ibas a reunir con esa persona— ríe divertido.

Me río.

—Te gusta escuchar conversaciones ajenas

—No, solo pasaba por aquí —me sonríe y mira el edificio de enfrente, donde vivo.
¿Cómo puede tener esa sonrisa?

—Bueno, ya nos veremos— me dice con una sonrisa y se va.

Voy a mi apartamento y comienzo a hacer la comida, ya que , con tanta tontería van a ser la una de la tarde. Acabo de lavar los platos, me tiro en el sofá y suspiro. Cierro los ojos.

—¡Despierta dormilona!—me sobresalto y lanzo un puñetazo hacia cualquier lado. Impacta con algo duro y va acompañado de un alarido de dolor.—No has cambiado nada primita—añade la persona.

—¿Tyler?—lo miro de arriba a abajo —¡Tyler!— grito y me abalanzo sobre él.

—Relájate que es mío— dice riendo una voz de mujer.

—¿¡Vanesa?!— grito sorprendida ante semejante sorpresa y me abalanzo sobre ella de tal forma que nos caemos las dos al suelo. Comenzamos a reír los tres.

—¿Y esa cara?—me pregunta Vanesa.

—¿Qué cara?—pregunto anonadada.

—Esa—me señala ella —Reconocería esa cara tuya en cualquier parte.

Frunzo él ceño en señal de que no entiendo nada.

—Te gusta alguien ¿Verdad?

—¿Qué?— preguntamos Tyler y yo al unísono.