"Johnny." El menor se aventó a los brazos de John y este de inmediato lo recibió. Pronto Lennon sintió como su hombro comenzaba a humedecerse mientras que la respiración de Paul se hacía cada vez más entrecortada.

"No te preocupes, ya estoy aquí." Susurró el castaño en el oído del menor haciendo un intento por calmarlo. "Señor Spencer, lo llevaré a mi departamento, si es que no le molesta."

"No, muchacho. Ve, ve." Lennon asintió ligeramente.

El castaño tomó las piernas de Paul y este ─como de costumbre─ las enredó en las caderas de su amado, pero esta vez soltando ligeros quejidos en el acto. John hizo un pequeño ademán con su cabeza al Señor Spencer agradeciéndole que haya recibido al menor dentro del edificio.

No pasó mucho tiempo cuándo ya se encontraban en el corredor en dónde se encontraba el departamento "303" John con un poco de dificultad abrió la puerta de su nuevo hogar y pronto se adentró a él.

"Duele mucho." Murmuró Paul aferrándose más al cuerpo de John.

"Tranquilo, niño lindo." Lennon caminó hacia su habitación y dejó al menor sentado al borde de esta. "Me encargaré de limpiar todas tus heridas." Se sentó a un lado de él y llevó su mano con cuidado hacia su cabello. "Tomaremos una ducha, ¿Bien?" Paul asintió levemente mientras sorbía su nariz.

Escasos segundos pasaron cuando John comenzó a despojar de su uniforme ─con pequeñas gotas de sangre sobre la tela de este─ al menor. Lennon intentaba ser lo más delicado y cuidadoso posible pues, al más pequeño movimiento Paul soltaba pequeños quejidos.

"Johnny Boy, duele mucho."  Murmuró Paul mientras que John le quitaba su camisa. Lennon levantó su mirada encontrándose con que por las mejillas del menor aún seguían rondando lágrimas.

"Lo sé, cariño. Pero ya falta poco, sólo aguanta un poquito más."  El pelinegro asintió ligeramente dejando que Lennon siguiera con su trabajo.

Luego de un par de minutos, Paul ya se encontraba sólo con ropa interior frente a John. Al mayor de ambos casi se le habían escapado lágrimas al ver como habían dejó el cuerpo de Paul. Tenía la mayoría de su torso con grandes moretones, que entre sí dejaban pequeñas partes de piel sin manchar.  Lo mismo ocurría en sus brazos y piernas, pero sin duda su rostro era el que había quedado peor, no había lugar que se salvara de la  hinchazón, que al pasar de las horas se había calmado un poco, pero aún estaba presente.

"Ya no soy un niño lindo." Murmuró Paul mientras bajaba su cabeza al sentir la mirada de John sobre él.

"¿Qué cosas dices, mi princesa?." Con cuidado lo tomó en brazos, y comenzó a caminar hacia donde el baño se encontraba. "Seguirás siendo mi niño lindo. Sigues siendo lindo, esto solo es algo temporal." Paul asintió ligeramente hundiéndose en el hombro de John.

"Johnny." Murmuró el pelinegro haciendo que su voz se escuchara más baja de lo usual porque su boca estaba apoyada sobre el hombro del mayor.

"¿Mhm?"

"¿Puedes tomar un baño de tina junto conmigo?"

[...]

Ambos estaban ligeramente hundidos en la tina, sentados en ella. Paul se encontraba entre las piernas de John jugando con sus manos en el agua, mientras que el anteriormente mencionado mojaba con sus manos el cabello del menor.

"¿Dónde estabas cuándo te golpearon, cariño?" Preguntó Lennon cuando ponía un poco de shampoo en el cabello azabache del menor, comenzando a darle masajes.

"En el baño."  Murmuró Paul, sorbiendo su nariz. "Había ido a tomar mis medicinas."

"¿Y dónde estaba George?"  

"En la cafetería."

"Te dije que no debías alejarte de él, mi cielo." Recordó con tranquilidad comenzando a sacar la espuma que se había hecho en la cabeza de Paul.

"Pero... Pero si él hubiera ido conmigo lo hubieran golpeado también, y yo no quiero que golpeen a Geo." John sonrió ligeramente al escuchar aquello, Paul aún era de esas personas que se preocupaban de los demás antes de que él mismo. "Además, yo le dije que fuera a la cafetería para buscar puestos."

"¿Y luego que ocurrió?"

"Yo estaba intentando levantarme del suelo cuando Pete ya se había ido." Pasó con cuidado su mano por su nariz para después soltar un suspiro. "Llegó el director y me tomó muy fuerte de aquí, Johnny." Levantó ligeramente uno de sus brazos, lo suficiente para sacarlo del agua y dejó que John lo viera. Y efectivamente su brazo tenía unos gruesos dedos marcados. "Mi cuerpecito dolió mucho y aún duele un poquito, pero ya no tanto, porque estoy con mi Johnny."

John sonrió ligeramente ante eso, dejó un pequeño beso en la terminación del cuello de Paul por la parte de su espalda haciendo que este riera de forma suave.

"Tal vez esta ducha no ayude a quitar las marcas de los golpes, pero al menos puede ayudar a que te sientas un poco mejor."  Comentó Lennon cuándo comenzó a pasar con cuidado la esponja con jabón por el cuerpo de Paul.

"¿Por qué me golpearon?" Preguntó con la voz apagada. "¿Es porque estoy enfermo, Winnie? A nadie le gustan los enfermos."

John soltó un suspiro algo frustrado para luego negar con su cabeza un par de veces.

"No, mi princesa. Ellos no te golpearon por que estés enfermo." Respondió con simpleza antes de continuar con lo que iba a decir. Ganándose una mirada de confusión por parte de Paul. "Ellos simplemente golpean a los que no se saben defender, es más fácil, que digamos. Siempre escogerán a los más débiles."

McCartney se volteó con cuidado hasta quedar frente a frente con John. Le dedicó una pequeña sonrisa al chico de cabello castaño cosa que este de inmediato correspondió.

El baño de tina prosiguió entre pequeñas risas, sonrisas y besos cuidados, pues era difícil que a Paul no le doliera su labio inferior cuando John lo besaba. Caricias delicadas y chistes malos por parte de John para que así Paul pudiera dejar un poco de lado el tema de su golpiza. 

"Perdón por no poder haberte defendido." Murmuró John sobre los labios del menor.

"No tienes que preocuparte, Johnny. No siempre los príncipes están para defender a sus princesas."

Medicine. [McLennon]Where stories live. Discover now