3

92 6 2
                                    

Me despierto a la mañana siguiente con el llanto de Bruno, me levanto débil pues aún estoy dolorida por todas las palizas y violaciones de los últimos meses, acuno a Bruno hasta que se calma y le doy el pecho. Cuando acabo de darle de comer entran Alex e Iván – ¿Cómo te encuentras? – me pregunta Iván, yo no digo nada, no sé por qué pues sé que puedo confiar en ellos, pero sigo teniendo mucho miedo, Iván al ver que no contesto sigue hablando – Ya tenemos tu habitación lista, te trasladaremos ahora mismo, tienes fuerza para levantarte – me dice, yo tan solo asiento mientras intento levantarme, pero veo que no puedo sigo estando muy débil, pues llevo dos meses encadenada a una cama sin moverme, milagrosamente consigo incorporarme, pero mis piernas no paran de tiritar y casi no tengo equilibrio, estoy a punto de caerme pero Alex reacciona rápidamente y me coge apoyándome en su pecho.

- Está muy débil – le dice a su hermano mientras me ayuda a sentarme en la cama, Iván hace un gesto con la cabeza y los dos salen, pasan un rato fuera y vuelven a entrar, Alex se acerca a mi y me coge en volandas, yo al principio me tenso por el miedo y él lo nota – Tranquila bonita, solo voy a llevarte a tu habitación, no te aré nada malo – me dice, yo asiento y paso la mano por su cuello para poder agarrarme mejor, mientras Iván coge a Bruno con delicadeza y lo lleva hacía la que será mi nueva estancia.

Salimos de la habitación, y escondo la cabeza en el pecho de Alex debido a que hay demasiada luz, paso un rato con la cabeza escondida hasta que mis ojos se habitúan y entonces miro a mi alrededor, hay muchísimos hombres por todos lados, todos tatuados y con cara de mafiosos, la verdad que dan miedo, consigo reconocer a alguno de los que me violaba, pero no digo nada, seguimos caminando y paran frente a una puerta y llaman.

- Adelante – dice secamente una voz femenina dentro de la habitación, yo miro a Alex con intriga – Te presentaremos a nuestra hermana Tamara, ella te ayudará con todo – me dice antes de entrar, cuando entramos dentro me dejan sentada en la cama de Tamara, la miro y la verdad parece una chica seria, y un poco antipática, pero decido no juzgarla antes de tiempo.

- Hola bonita, ¿Cómo estás? – me pregunta amablemente, cambiando totalmente la imagen que había sacado de ella

- Bien – digo con un pequeño hilo de voz

- Te explico bonita, llevas mucho tiempo encerrada y encadenada en una habitación, así que voy a hacerte un examen médico para ver como estás ¿entendido? – me dice, yo asiento levemente – Chicos, os podéis ir, os llamaré cuando acabe – les dice a Iván y Alex, ellos asienten y se van, no sin antes dejar a Bruno con nosotras.

- ¿Es tu hermano? – me pregunta Tamara

- No, es mi hijo – digo mientras bajo la mirada, ella me mira con una mezcla de pena, dolor y compresión en la mirada, como si supiera exactamente lo que me pasó - ¿Cuántos años tienes bonita? – me pregunta

- Dieciocho – le digo, ella no dice nada oralmente, pero su mirada lo dice todo – Te paso lo mismo ¿no? – le pregunto, ella tan solo me mira, con una mezcla de tristeza y alegría en su mirada, en ese momento por la puerta aparece la cabecita de una niña de unos 6 años - ¡MAMI! – exclama mientras se lanza a los brazos de Tamara

- Hola cielo – dice Tamara, mientras coge a la niña en brazos – Te presento a mi hija, Bitani – me dice

- Hola Bitani, me llamo Nessie, y este es mi hijo, Bruno – le digo

- Hola Ness – me saluda enérgica Bitani

- Mami, ¿ella es como tú? – pregunta con curiosidad

- Pregúntaselo tu misma – le dice Tamara a su hija

- Eres como mi mami, ¿también te hicieron pupa antes de estar con tu hijo? – pregunta la pequeña, aclarándome las ideas, y confirmando lo que yo estaba pensando, a ella también la violaron.

- Si, soy como tu mami – le digo, la pequeña mira a Tamara y ella la deja en el suelo; Bitani se acerca a mi y me da un abrazo, a mi me cae una lagrima por la mejilla, es el primer abrazo que recibo en años, ella pasa un rato abrazada a mi y luego se aparta y se acerca a Bruno.

- ¿Puedo jugar con él? – pregunta mientras me mira

- Claro – digo yo, ella lo coge en brazos y se sienta con él en una esquina a jugar, mientras Tamara me hace pruebas para ver que tal está mi estado de salud, después de una hora y media acabamos y Tamara llama a sus hermanos.

- ¡Titos! – exclama Bitani cuando los ve entrar, corre hacía ellos y los abraza a los dos, luego Iván la coge en brazos y se acerca a Tamara

- ¿Cómo esta? – le pregunto

- Está muy débil y desnutrida, además tiene muchos traumatismos graves necesitará mucho reposo – dice Tamara, Alex e Iván me miran con preocupación

- Vamos a llevarte a tu habitación, necesitas descansar – dice Iván, yo asiento y el me coge en volandas, y me lleva por los pasillos del recinto, hasta que para delante de una puerta, Alex la abre ya que Iván tiene las manos ocupadas conmigo y entramos dentro, y me sorprendo al ver lo bonita que es, no es demasiado grande pero tiene lo necesario, una cuna para Bruno, al lado esta la que será mi cama justo al lado de la pared dejando un pequeño espacio para la mesilla, justo frente a la cama hay una pequeña cómoda y encima de la cama hay un espejo y también hay una pequeña ventana con vistas a un jardín.

Alex deja a Bruno en la cuna y acomoda la cama para que Iván pueda tumbarme, luego me ayudan a taparme y se van.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 01, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Me convertí en una mafiosaWhere stories live. Discover now