Doce:

374 22 0
                                    

Me desperté con un dolor de cabeza horrible, la boca seca y el cuerpo adolorido, el ron y la cerveza no eran la mejor convinacion. En algún momento de la noche Mia habia querido bailar  y yo no podia decirle que no, odiaba bailar porque no lo hacia hace tiempo, me sentia inseguro pero cuando la vi reir y bailar a mi alrededor toda esa inseguridad se fue, de cierta forma ahora estaba un poco arrepentido. Me estire y la vi dormir, suspire sabiendo que cada vez que la veia me enamoraba un poco más de ella. La bese en la mejilla y corrí el pelo de su cara, verla dormir, estar tan relajada, tan desestresada me daba una sensacion que nada ni nadie lo habia hecho 

Me levante y Gianella aun dormia a pierna suelta, toda enredada en la sabana y con la televisión encendida, sonrei sintiendo como ella también me daba cierta paz y apague la tv, cuando baje, mi padre estaba leyendo el periodico y tomando cafe. 

  — ¿Desde cuando te despiertas tan temprano despues de una borrachera? 

— No lo se.—El me miro sospechoso.

Reí y me senté frente a el con mi propia taza de café. Papa se veía tranquilo, divertido por mi muy notable felicidad, como si todo en su mundo estuviera saliendo bien. El era un tipo duro y de esos de antes, que no se les permitía llorar, sin embargo en medio de toda esa política de su época, el se enamoro perdidamente de mi mama, tanto que entro a la horrible pandilla. La historia de mis padres eran tan dramática como lo era mi historia con Mia. 

  — Es raro verte tan sonriente, pero me agrada. —Sin despegar la vista del periódico, papa tomo de su café.

  — Es raro sentirme tan completo, tan lleno, no se papa, creo que por fin todo va a estar bien. 

Rasque mi cabeza nervioso ante la idea de Mia estando en peligro otra vez, nunca creí ni imagine que en algún momento iba a amar tanto a alguien, era enfermiza la forma en que ella se había metido en mi piel, en mi corazón y en mi cabeza. La quería mas de lo que podía quererme a mi mismo y tan solo pensar en algún momento de mi vida sin ella me daban punzadas en el lado izquierdo del pecho. 

  — Yo creo lo mismo hijo. 

Me perdi en mis pensamientos por unos minutos, hasta que papa bajo el periodico y me miro. 

— Quiero que viajemos.— Tomo una respiracion profunda y puse toda mi atencion en el.— Estoy cansado de la mierda de las pandillas, quiero un viaje familiar, quiero darle otros recuerdos a mis hijos ademas de esta vida de mierda que estuve condenado a darles.

Mis hombros cayeron, el odiaba el hecho de haber arriesgado todo para poder amar a mi madre, y ninguno de nosotros lo habiamos juzgado, tal vez no lo entendimos en su momento (probablemente ahora Matthew y yo si) pero no lo condenamos por eso, simplemente lo aceptamos y  seguimos con la vida llena de peligros que nos toco. 

  — Tenemos mucho buenos recuerdos pa, pero vamos a hacer ese viaje, vamos a sacarnos fotos y a destruir todo pais que toquemos. 

El rio mientras asentia, sus ojos se arrugaron un poco y su pecho temblo. 

  — Voy a ir a trabajar, si queremos dinero para nuestro viaje alguien tiene que mover el trasero. 

Cuando termine mi cafe, una soñolienta Mia bostezo justo en la entrada de la cocina, se estiro haciendo que mi camiseta se levantara y algunos de los tatuajes de sus piernas se vieran. Mientras mas tiempo pasabamos juntos, mas cosas encontraba Mia que tatuarse y aunque amaba su piel blanca y lisa, ver la emocion que tenia durante y despues de un tatuaje hacia que todo en mi saltara de emocion. 

— Nena, buen dia. 

— Buen dia borracho, ¿Como esta esa resaca?

Rodee los ojos y ella rio burlandose. Se acerco a mi y me rodeo con sus brazos el cuello y me beso. 

— Busquense una habitacion, babosos. 

Steven aparecio en calzonillos y tras el Gianella, solo con un camison y de muy mal genio, ninguno de los dos era bueno en las mañanas, ni en las tardes, no eran buenos cuando se despertaban en realidad. Mientras preparabamos el desayuno a los dos gruñones, Josh y George se levantaron y minutos despues entro Matthew de la mano con Tania. 

— Por Jesus chicos, ¿Nadie conoce los pantalones en esta casa? 

  — O la ropa en general.— Susurro Tania. 

Gianella gruño y se apoyo en la mesa, molesta por haber tenido que levantarse aunque nadie la habia despertado. Steven solo ignoro a Matthew y siguio con su telefono. 

  — ¿No quieres que tu chica vea lo que son hombres de verdad Matty? 

 Josh dio una vuelta sobre si mismo y luego se volvio a sentar con su sonrisa encantadora, rodee los ojos y sonrei en modo de disculpa a Tania que, por supuesto, estaba sonrojada.

  — Aunque Matthew no fuera un hombre, definitivamente tu no le demostrarias a Tania como es uno idiota.

 Mia dejo las tostadas en la mesa y le sonrio sarcasticamente a Josh. 

  — Bien dicho nena. 

George sonrio sonrojado mientras miraba a Mia poner un vaso de jugo a frente el. No era idiota, sabia el modo en que mi hermanito miraba a mi novia y si no lo conociera, probablemente le pateria el culo, pero el la miraba como si ella fuera algo hermoso, algo que el apreciaba pero sabia no podia tocar y no podia enojarme por eso, Mia era encantadora, todo ese estilo de chica mala que habia adoptado con los años terminaba por encerderte y enredarte. Ella podia ser dulce y al instante patearte el culo. Eso era algo que te enamoraba, quisieras o no. 

Desayunamos todos en familia, con Mia en mis piernas y Tania sonrojandose por cada cosa que el idiota de Josh decia. No cambiaria nada de este momento y en cuanto Mia empezo a moverse disimuladamente contra mi, definitivamente sabia que estaba en el paraiso. 





Siempre Mia. #SagaBrothers 1.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora