CAPITULO VI

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-    ¡Eso... fue... grandioso! – exclamo Katie –

-    ¡No lo puedo creer! - exclamo Flor también –

-    Así podrás proteger a Wi-

-    ¡Lily, no! – gritan Lizzy, Katie y Flor al mismo tiempo –

-    Hay, perdón. – dice sarcásticamente –

Pero... Flor entorno su amable rostro a una seria y de miedo, y a la vez, 'preocupante.

-    Tenemos... - decía mientras se levantaba difícilmente – tenemos que salir de aquí. – contesta muy preocupada –

-    Pero papa dijo... - comenzó a decir Ana –

-    ¡Me vale lo que dijo papa! – grita Flor – sé que el viene hasta acá sin importar lo que pase... - dice - ... sé que viene por ti. – le indica a Ana –

-    Cálmate Flor, no le hagas caso a tu consciencia. – dice Lizzy –

-    ¡Ya déjenla en paz! – grita Ana enojada –

Todas se quedaron en silencio, no esperaban que Ana les gritara... ni mucho menos enojada... muy enojada.

-    Por favor, solo es una niña. – dice – y la entiendo porque...

-    ¿A ver, por qué? – pregunta Liliana desesperada –

Hubo un silencio perturbador que para Liliana le estaba hartando.

-    ¿Por qué? – comenzó a exclamar Liliana –

-    ¡Porque yo también lo sentí! – grita Ana otra vez –

-    Tiene razón. – dice Lizzy – yo también lo sentí.

-    Al parecer, todas lo sentimos. – contesto Katie –

-    Me temo que sí. – dice Ana - ¿Pero... de quien estamos hablando? – pregunto –

-    ¡Pues no hay otra persona más malévola, fuera de lo normal, psicópata que Aspen! – exclama Liliana sarcásticamente – y, además, es el único con el objetivo de atrapar a Ana sin importar lo que suceda, y en ciertas partes, a nosotras. – dice –

-    Por ser Skylanders. – dice Lizzy –

-    Exacto. – añade Liliana –

De pronto, alguien abrió la puerta con mucha fuerza. Era Arturo.

-    Niñas... tenemos que salir de aquí. – dice Arturo –

-    Ana y sus hermanas asintieron y empezaron a salir de la pequeña habitación que habían estado. Estaba muy confundida: primero, William quedo muy herido y ahora, Aspen viene a capturarla. Le estaba doliendo la cabeza de solo pensar. Ya ni siquiera quería hacer esto.

Cuando llegaron a la puerta principal, Ana y sus hermanas se percataron de que había una lander peleando contra algunos Rangers, y al parecer, se veían que eran clase A. Pero esta lander les pegaba devastadoramente. Y si... era su madre transformada en Skylander. Todas la miraban sorprendidas, nunca habían visto casi a su madre transformada. Se veía muy hermosa. Era demasiada buena ya que daba patadas con una fuerza monstruosa y, a la vez, controlaba el agua espectacularmente. Ana miraba cada movimiento que su madre hacía. Ningún Ranger la golpeaba. Y eso es lo que Arturo admiraba de ella.

-    Chicas... si una de ustedes no quiere pelear... - comenzó a decir su padre – me temo que no tendrán otra opción más que hacerlo. – dijo finalmente –

De pronto, apareció un viento ligeramente agradable y paso por el cabello oscuro de Ana. Sus ojos se hicieron pequeños de lo impactada que estaba. Ana se había quedado paralizada. A ella no le gustaba pelear ya que ella no tenía su poder lander activado. Y eso es lo que más odiaba en ese momento. Sus hermanas ya se habían transformado cuando Arturo le había dado muchos puñetazos a unos cuantos Rangers. Y ahí fue cuando se trasformó en un Dash. Era inmensamente encantador. Su traje era de un color negro, pero el de Arturo no tenía rayas rojas como el de los Johnson. Era simplemente de negro. El cabello castaño de Arturo le relucía de tantos golpes que les daba a los Rangers. Ana no podía verlos a todos al mismo tiempo, ya que ellos estaban peleando ferozmente... excepto ella. Ella siempre deseaba en que algún día su poder se activara y así demostrarles lo poderosa que era ella y también poder pelear con ellos. De tanto pensar no se fijó que había un Ranger que iba directo hacia ella cuando alguien apareció de la nada y lo tacleo dejándolo inerte. Esa persona no era nada más ni nada menos que Jacob... Jacob Johnson.

SKYLANDERSWhere stories live. Discover now