Capítulo 6 • Respuestas

4.7K 367 142
                                    

Abrí los ojos con la respiración entrecortada y me llevó unos minutos adaptarme a la luz de la habitación. Me incorporé lentamente. Tardé un poco en acordarme de todo lo que había recordado y cuando lo hice me fijé en que estaba en un lugar que no conocía. Una habitación que parecía de una niña pequeña. Poco a poco alguien abrió la puerta y entró en la habitación.

— Oh... Estas despierta. — dijo "mi padre". Se sentó en el borde de la cama encorvado.

— ¿Por qué no me buscaste? — Le pregunté tras un largo silencio.

— Lo hice, pero no logré encontrarte. — Se quedó en silencio de nuevo. — Te juro que no voy a dejar que esos villanos te hagan más daño. — Apretó sus puños. Intenté retener las lágrimas hasta que se fuera pero me fue imposible.

— ¿Por qué siento que es imposible que te odie? — Sollocé. Él me miró sorprendido y casi al segundo me abrazó.

— ¿Hace cuanto que no vas a un restaurante? — Me susurró, yo lo miré confusa.

A las pocas horas estábamos enfrente de un restaurante de primera clase. Mucha gente me miraba y otra temblaban cuando pasaban por al lado mía.
Cuando entramos nos sentamos en una mesa para dos y nos atendieron rápidamente. Él se pidió un vino y yo me conformé con un refresco de coca cola.

— Oye — Dije un poco incomoda. — ¿Debería llamarte papá?

— No tienes porqué. — Me dijo. — Pero si quieres hacerlo mejor. — Se notó una mínima sonrisa en su rostro.

— Bien, papa... ¿Qué pasó con mama? — Se atragantó con lo que bebía. Hubo unos minutos de silencio.

— Murió. — Dijo serio y mirando hacia abajo. Me lo esperaba.

— ¿Qué quieren de comer? — Llegó el camarero y nos tomó nota.

Terminamos de comer y dimos una vuelta por el centro. Todo estaba tan iluminado, tan vivo. La gente paseaba de un lado a otro. Algunos cogidos de la mano, otros muy distanciados. Pasamos por una tienda en la cual, mi padre, se detuvo.

— Te encantaba venir aquí cuando eras pequeña. Decías que serías la heroína número 1. — Sonreí.

— Creo que ese sueño está muy lejos.

—Solo lo estará si tú quieres que lo esté. —Me dijo y lo miré. — Creo que con un poco de entrenamiento podrías entrar al examen en la UA.

No estaba nada segura sobre aquello, para nada segura. A penas y pensaba hace unos días que jamás saldría de la cárcel. ¿Cómo sería capaz de tomar el examen de ingreso a la UA? Ya no solo físicamente si no también mentalmente.

Tampoco sabía cómo era capaz de ver a mi padre tal, mi padre. Al fin y al cabo no lo veía ni hablaba con él desde hace 10 años. Me pasó lo mismo con Shoto, en apenas algunos días le cogí mucha confianza. Ahora creo que eso era cosa de mi subconsciente, como si esos 10 años de separación no hubieran pasado y tuviera la misma confianza con él que la de ese tiempo. No sé cómo explicarlo.

Ahora me viene a la mente esos 10 años. Los 10 años que quisieras o no me quitaste con mi familia, Dabi. Con lo creo que era mi mejor amigo por entonces. En vez de esos 10 años de niñez y diversión solo obtuve dolor. Por parte tuya, de Toga. Solo tuve dudas y confusión al no acordarme de donde venía, quien era, quienes eran mis padres, etc...

—Oye papa... —Me miró— ¿Éramos vecinos de la familia Todoroki no?

—Emmmm... Sí. Creo que sí. ¿Por qué?

—He recordado algunas cosas...

— ¿El qué? — Me preguntó.

— Lo de Shoto y... El día en el que me secuestraron y mataron a mama. — Fuimos a comprar un algodón de azúcar en un mini festival que había a algunas cuadras. Después de pagar se le cayó la cartera y se abrió dejando ver una foto de una mujer, que no era mi madre, mi padre y yo de chica. Cogí la cartera y la miré más de cerca. — ¿Papá?

— ¿Si?

— ¿Quién es? — Le pregunté nerviosa pues no sabía que iba a responder.

—Tu... madre — Me respondió ¿nervioso?

—Pero... Ella no era la que murió en el accidente con los villanos que yo recuerde.

—Bueno es que... —Se veía indeciso, muy indeciso.

—Dime la verdad, por favor. —Le pedí. Había estado mucho tiempo con los villanos y a penas me recuerdo de dos hechos, si me mentía sobre lo que sucedió me confundiría más y lo sabía.

—La que había muerto en el accidente era mi novia. — ¿Cómo?

— ¿Le pusiste los cuernos a mamá? —No lo veía factible pero de igual forma se lo pregunté

— ¡No! De todas formas, ¿cómo iba a salir con ella y contigo si quisiera ponerle los cuernos a tu madre? — Me dijo — De todas formas yo quería a tu madre y poco después de que nacieras me pidió el divorcio sin razón aparente. Tres años después la conocí a la mujer que recuerdas y poco antes del accidente le pedí matrimonio. —Me quedé callada y dejé que contara su historia. —Te la iba a presentar ese día y bueno... No fue posible. — Terminó, sin embargo había una cosa que no encajaba.

—Pero... ¿no me dijiste que mi madre estaba muerta?

— Y lo está — Le costaba hablar y lo hacía mirándome directamente a los ojos. Veía en ellos todo el dolor y el sufrimiento por el que debería haber pasado. —Poco después de que anunciaran que estabas muerta, se quitó la vida. —No podía imaginar cómo lo hubiera pasado. Su prometida se muere, su hija desaparecida y su mujer se suicida. — Pese a eso... — Lo miré — Jamás dejé de buscarte.

—Papá... —Lo había decidido. — Papá... —Me miró — ¿Puedo hacer el examen de ingreso a la UA?

—Como poder, puedes. Pero no te aseguro que lo consigas. No sin entrenamiento, al menos. Además llegarás a mitad de curso.

— No me importa. Entrenaré. Además, tu lo has dicho ¿no? Ese sueño no esta tan lejos.

Ese día fue como darme todos los lujos que en la liga no podíais dar. Fue un renacer para mí, como volver a una vida que sentía que era mía, como si hasta ese momento solo hubiese estado en una pesadilla.

Además nunca había entrenado y dos semanas.

Fueron dos semanas las que tardé en derribar a mi padre una sola vez. Mi resistencia era bastante alta pero en todo lo demás era casi nula. Entrenamiento de quirk, combate cuerpo a cuerpo, con armas y sin armas, y con quirks y sin quirks... Todo tipo de entrenamiento que se le pudiera ocurrir a mi padre, pues entrené.
Otra semana tardé en que me enseñara lo básico referente a las materias más importante. Memorizaba rápido y según Shoto, con quien entrené alguna que otra vez, era bastante sorprendente que en tan solo una semana me aprendiera lo más básico que puede saber una chica de mi edad.

Al fin, tras mucho esfuerzo, me encontraba frente a esa majestuosa puerta de hierro, ante aquel edificio imponente donde se hallaban los futuros héroes de la humanidad. Aquel edificio del que me advertiste una y otra vez que me alejara.

_______________

Holaaaa!!
Ya ven que he subido 3 caps de golpe. Todos los que tenia escrito mas bien. ;)
El siguiente va a tardar un poco ya que no lo tengo escrito.
Eso es todo!!
Chaoooo

¿Un Solo Bando? | Dabi y Tú [COMPLETA]Where stories live. Discover now