Carraspeé la garganta.

—Perdona, Cat. Era mi ex. Me llama a cada rato.

—Está loca.

—Loco.

—¿Qué?

—Es "él".

—¿Eres gay?.

—Nop.

—No entiendo.

—Soy bisexual.

—Ah, Hmm, genial.

Soltó una carcajada.

—Esto es incomodo, lo sé— dijo— vamos a tu casa de una vez.

Seguimos el camino mientras ambos nos contábamos datos de nuestras vidas. No nos veíamos hace tanto tiempo que hablar con él era como volver a conocerlo desde 0.

Finalmente llegamos, golpeé la puerta ya que no había llevado conmigo las llaves. Liam abrió la puerta con una sonrisa y al ver a Jacob, se borró de su rostro.

—Perdona, ¿Quien eres?— le dijo de mala manera.

—Liam— lo regañé— Es Jacob, un viejo amigo.

—Ajá— lo miro con desconfianza— ¿Comes aquí?

—Emm, si no es molestia.

—Claro que no, ven, pasa— dije y lo tomé de la mano para adentrarlo.

Estaban todos sentados en la mesa esperando la comida, pero al entrar Jacob, lo miraron.

—Simios, es Jacob, Jacob ellos son Hunter, Matt, Luke, Cole y mi hermanito James— los presenté.

—¿Oye tu no entraste al instituto ayer? El profesor te presentó como llegado de Londres— dijo Cole.

Vaya, que memoria.

—Ah, si. ¡Cat vamos al mismo instituto!— me dijo sonriente.

—Genial— susurró Liam con sarcasmo y Hunter rió.

—Y aquí está mi platillo especial y gourmet— dijo James saliendo de la cocina con una bandeja en la mano.

Y su platillo "especial y gourmet" era pizza, así es. Que tampoco tenía una gran pinta que digamos.

Nos sentamos y comenzamos a comer.

De pronto, comenzó a sonar un celular. Todos verificaron los suyos, pero era el de Jacob.

—Hmm, lo siento— dijo éste— es mi ex, llama a cada rato— bloqueó la pantalla y guardo su móvil.

—Bueno, puedes presentármela y la haré olvidarse de ti— bromeó Matt.

—Encantado, se llama Michael— respondió sabiendo que Matt creía que era una mujer.

Matt escupió el agua de su boca.

—¿Eres gay?— hizo una mueca de desagrado.

Maldito y homofóbico Matt.

—Bisexual.

—Ah, solo estás confundido.

—¡Matt!— lo regañé— Cierra la puta boca.

—Ya, de acuerdo— dijo— igual me lo imaginaba, su remera es rosa— explotó en risas por la broma (ridícula, innecesaria y sobre todo que no causa ni puta gracia) que había hecho.

—No quiero más— dijo Luke y se levantó de la silla dejando la mitad de su porción de pizza en el plato.

—No, quédate— insistí— y Matt, cierra la boca.

Matt rodó los ojos.

—¿Por qué te molesta tanto que haga chistes sobre los gays?

—Porque también son personas, Matt. Y que tu  mente retrógrada no sepa entenderlo...— comencé a decir pero alguien me interrumpió.

—No, ... ¿Quieres saber por qué es?— Luke estaba serio y se podía notar su nerviosismo.

—Si— dijo Matt.

—Oigan, esto es incómodo, ya paren— dijo Cole— hay un invitado.

—No, esperen, quiero decirlo— Luke me miró y sonrió apenas— ¡soy gay, soy jodidamente gay y estoy enamorado de un idiota! ¡De un idiota llamado Matthew!

Me quedé helada, no pensé realmente que iba a poder hacerlo. Después de unos segundos reaccioné, abracé a Luke quien tenía lagrimas en los ojos.

Matt estaba atónito. No pronunció ni una palabra.

Apreté la mano de Luke con fuerza y lo mire, me devolvió la mirada con los ojos llenos de lagrimas, y alguna que otra rodando por su mejilla, le sonreí y me la devolvió.

—Eres muy valiente— le susurré para que sólo el escuchara.

—No, soy un completo cobarde— se soltó de mi agarre y corrió hacia su habitación, donde se encerró.

Jacob se levantó de la silla y me tomó de la mano, me llevo a unos metros, lo suficientemente lejos como para que no oigan.

—Cat, se que no conozco ni un poco a Luke pero ¿podría hablar con el?— me pidió— Se lo que siente porque me paso, salir del closet para mi fue horrible, con mis papás religiosos y mis amigos casi iguales a ellos. Podría ayudarlo, tal vez.

—¿En serio harías eso?— sonreí— sería genial. Solo espera un rato a que se le pase.

Viviendo con playboysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora